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Audiencias Públicas de Casos en Huanta

Primera Sesión, 11 de abril de 2002, 9 a.m. a 1 p.m.

Caso 2. Testimonio de Sub-oficial de 2da. PNP Víctor Daniel Huaraca Cule

Doctor Salomón Lerner Febres
(La Comisión)...invita al señor suboficial de segunda de la Policía Nacional del Perú, Víctor Huaraca Cule para que se aproxime a rendir su testimonio.

De pie, por favor.
Señor Víctor Daniel Huaraca Cule. ¿Formula usted promesa solemne de que su declaración la hará con honestidad y buena fe y que por tanto expresará sólo la verdad en relación a los hechos que relate?

Señor Víctor Huaraca Cule.
Sí.

Doctor Salomón Lerner Febres.
Gracias.

Voz de un comisionado.
Señor Víctor Daniel Huaraca suboficial de segunda en condición de retiro de nuestra Policía Nacional, la Comisión de la Verdad y Reconciliación está presta a recibir vuestro testimonio, lo invitamos a que dé inicio a su testimonio.

Señor Víctor Huaraca Cule.
Señores miembros de la Comisión y la Verdad, señores autoridades, señores periodistas nacionales y extranjeros, compatriota ayacuchanos. Mi nombre es el suboficial Víctor Huaraca Culey, hijo de padres ayacuchanos, es invitado por esta Comisión para dar una versión, quizás en poco ayude a conocer la verdad, y más a invitar a una reconciliación. Mi caso ha sido... ha ocurrido, cerca acá a Huanta, en el pueblo de Chupán, a los pies del pueblo de Huamanguilla.
Nosotros teníamos un puesto de control del puente, aparte del puente teníamos que hacer una especie de... servicio policial en los pueblos por falta de autoridades; mi caso ocurre un ocho de abril de 1983, a eso de las seis de la tarde. Contamos sólo con cuatro efectivos policiales para cumplir esa labor de protección y la labor policial que nos habían encomendado nuestra institución. Qué le puedo decir, nosotros ya a eso de seis de tarde, para poder, este... ya distribuyendo el servicio que era una forma permanente en el puente, fuimos atacados, por un aproximado de cincuenta, sesenta subversivos, tanto en los camiones que llegaron y la parte del pueblo. Quizá se hayan infiltrado entre el pueblo, no le puedo decir. Nos conminaron a rendirnos, como nosotros teníamos un deber que cumplir hacia la patria, y la... y el deber hacia la ciudadanía, no optamos por eso. Resistimos el ataque... que realmente fue un ataque... que nos dieron con todo, con explosivos, balas, dinamita, de los cuatro uno a uno comenzaron a caer mis compañeros, y estos seño... los señores nos no son nos conminaban a rendirnos y entregar el armamento; pero nosotros tenemos un código de justicia militar que realmente no podemos entregar un armamento que nos ha entregado, justo, el Estado para defender a la ciudadanía. Entregar personas que no eran de eso. Entonces en vista de que no tenían... no teníamos... no hacíamos caso, hacíamos caso omiso a los requerimientos de estos señores y en vista de que comenzaron a caer mis compañeros... uno a uno, realmente verlos caer en la puerta, en la ventana del puesto, no era un puesto en sí, tampoco, era una casa de una señora que nos había dau como cobija, una cobija por la constantes lluvias que caían... opté por ver caer un compañero, dos compañeros, tres compañeros de los cuatro quedaba yo solo vivo, opté por replegarme hacía el... hacia un depósito que teníamos los armamentos, las municiones. Bueno, dije, si me tocó, me tocó perder, tenía que perder.
Al momento de estar retrocediendo al depósito veo que me cae un petardo de dinamita en la pierna izquierda, lo cual me hace volar, al momento de darme cuenta, estaba sin ropa, había perdido la parte de pierna izquierda y parte del pie derecho. Bueno, yo dije, bueno... me llegó mi hora... y si he de morir, moriré con el que llega. Porque nosotros teníamos conocimientos que ya no acertaban agarrar... a dejar testigos mejor dicho, de la acción, opté por replegarme, así herido como estaba, replegarme hacia la pared, y en ese momento que me estoy replegando dinamitan todo el puesto.
De la dinamita que al puesto... eso es lo que me salva, quizás. Le doy gracias a Dios, que me salva. Eso me tapa, y... bueno dentraron... con sus arengas, yo estaba consciente de lo que dicían, dentraron con sus arengas. Se llevaron los armamentos, se llevaron todo lo que pudieron llevar del puesto, dejándome a mí, pensando que estaba... había fraccionado ya roto, poque como las piernas estaban un costado y todo, éste ya murió, acá viene el deseo de uno de supervivencia, el deseo de ver a la familia.
Se retiran estos señores, no tenemos apoyo de otras unidades, y comienzo a salir, poque el deseo de supervivencia de un ser humano es grande, el deseo de vivir de una persona es grande, es mucho. Creo que desea... es mucho, yo tenía familia, yo tenía mi padre, mis padres eran delicados de salud, deseaba salir, tenía hermanos menores, yo he sido el mayor de toda mi familia.
Retrocedo, salgo y comienzo a ver a mis compañeros, pensando que estaban vivos, ahí se veee... el accionar terrorista de esos, desos, desos momentos, cuando comienzo a revisar... así herido como estaba, comienzo a revisar a mis compañeros, aparte de lo que habían muerto... como se llama, los habían, asegurado, les habían metido su balazo en la cabeza y les habían cortado parte del cuello, a uno, al otro, de junto a la ventana, de igual manera; al questaba en la puerta, de igual manera.
Opté por buscar a la dueña de la casa, así arrastrándome ya, sin la pierna, pero no lo pude hallar, no la pude hallar y ya más adelante he tenido conocimiento de que a la dueña de la casa, la habían descuartizado y en una manta la habían amarrado, los habían envuelto. Retrocedí, y doy gracias a Dios y la providencia misma, de Huamanguilla, bajaba un cocacolero que hasta ahorita, yo después de mi accidente recién es la primera vez que vuelvo a Ayacucho, a Huanta. Le doy gracias a esos dos señores que bajaban. Ah, opté por... así como está, fue tanto, que no perder el conocimiento, que opté por pararlos así como estaba. Se pararon con miedo, como está el puesto destruido, está humeando, se pararon. Luego se acercaron los señores, y al primero que se acercó, me abracé de él y le dije, si no me llevas acá muero, así que llévame a Huanta, llévame al puesto de Sanidad de Huanta. Vine para acá, bueno, ya perdí el conocimiento... perdí todo.
Ya desper... un día viernes, un domingo, despierto un día lunes, ya estaba amputado la pierna, me había saturado, me había entrado cangrena por la falta de atención que esos momentos, acá no había una atención médica dable, pa atender una clase de herida como la... yo tenía.
Llegué a Lima, perdí la pierna izquierda, tengo descolgamiento de cadera y parte del pie derecho. Yo, señores, asumí eso lo que me pasa, me pasa a los veintitrés años de edad, en un momento que realmente comenzaba a vivir, estudiaba; realmente me trunca toda mi carrera, me trunca las ganas de... vivir de... me entró una depresión tremenda. Realmente no quería vivir, pensaba que era así, que no podía ser, que no podía ser la vida que estoy llevando. Pero gracias a Dios, al hospital, a la Sanidad de la Fuerzas Policiales, a los psicólogos, psiquiatras que tamién me han ayudao y he logrado superar, he logrado superar y he superado por mi familia. Tenía un hijo, tengo mi esposa, tenía mi esposa, tenía un hijo; y mi hijo realmente casi asumió, asumió mi grave lesión porque... realmente al verme así, asumió todo eso y casi repercutió en su personalidad, porque en estos momentos es una persona introvertida que es un muchacho muy callau, muy pegau, no quiere salir de la casa, está ahí. Bueno, con mis padres, logré que superaran, el verme así, logré que superaran.
Pasan los años, gracias a Dios, logro superar, logro superar este trance, logro superar este trance, trato de buscar mi vida, trato de buscar cómo ser útil a la sociedad, no sentirme una persona marginada y, qué le digo que... no sé cuál me aqueja a mí, es un poco nerviosismo, es un poco dirigirme a las personas, es dirigirme hacia un público.
Gracias, también, que empiezo a trabajar. En estos momentos estoy trabajando, tengo un trabajo y... veo compañeros... Yo pensaba, yo pensaba que dentro del terrorismo, casi a los comienzos de la discapacidad, yo pensaba que era el único, porque era mi caso, creo que ha sido un tercero dentro de la Policía Nacional que sucedía; pero llegué al hospital, ¿no?, pensando, no quería ni salir del hospital y... me presentan casos, se ve casos que, realmente hay peores que yo, hay personas cuadrapléjicas, hemipléjica, invidentes, amputados como yo. Eso da un poquito, a uno, a querer sobresalir, a querer asumir ese reto de la discapacidad de una persona, querer superarse, ir pa delante. En estos momentos yo trabajo, me he superu mucho, tengo mi familia, tengo mis hijos...(largo silencio) Qué le que le puedo decir, señores, me van a disculpar, un lapsus que tengo así de... de...

Voz de un comisionado
Víctor Daniel Huaraca, los comisionados hemos escuchado vuestro testimonio y, acongojados, de una parte, pero de otra parte hemos recepcionanado tres tipos de valores que usted ha señalado que es conveniente resaltar, el primero, valor, el de que usted tuvo lealtad con su institución, y el que luchó por defender el ordenamiento que su institución le dio, el de no entregar el arma a cualquier otro civil y en ese intento usted quedó minusválido; pero hay un segundo valor, que tiene que ver con lo que usted dijo al comenzar su testimonio, que venía acá con un ánimo de búsqueda de la reconciliación. Yo creo que también ese es un valor, el de una persona que ha sido víctima del proceso de la violencia, el de plantear que busca la reconciliación, y un tercer valor, el que superando las deficiencias físicas ha sabido usted sobreponerse y buscar integrarse a la sociedad como una persona útil y ejemplarizadora. Tenga usted por seguro que los miembros de la Comisión de la Verdad vamos a contar en su testimonio, en el informe final que quedará grabado para todas las futuras generaciones, muchas gracias.

Señor Víctor Huaraca Cule
Dentro de esto, discúlpenme, quisiera hacer un hincapié, yo sólo soy un caso por terrorismo dentro de las Fuerzas Policiales, hay muchos casos, no sólo yo. Infinidad de casos que, quizá por diferentes motivos, por diferentes lugares donde se encuentren no tengan acceso a esto. Quisiera también que tomen en cuenta esos casos, quisiera que tomen en cuenta las necesidades, porque éste... el terrorismo deja un flagelo dentro de las Fuerzas Policiales y Armadas, de viudas, discapacitados, de... lo que es peor, dejan huérfanos y la orfandad en estos momentos en que vivimos es algo que llena de dolor, llena de... Son muchachos, son niños que están creciendo sin el calor de su padre, ¿no? Hay veces que hasta de la madre, porque dentro de las Fuerzas Policiales quizá hasta haiga parejas de esposos que son policiales.
Mi única... lo que les puedo decir es que no guardo rencor, no guardo rencor a las personas que me hicieron esto. No guardo rencor ni remordi... ni deseo de revanchismo, quiero que esto sea como un ejemplo para futuras generaciones, que el terrorismo o cualquier... o cualquier forma de violencia no es dable, no es dable para una patria en que estamos tratando de salir del subdesarrollo, tratando de progresar. Porque una vuelta, quizá, del terrorismo, crea dolor, crea caos, crea orfandad, crea sangre. Se ve dolor, no sólo en la familia policial, hasta en la persona, en la civil, en las personas como... al pueblo mismo, ¿no?, y casi el que paga pato acá es el pueblo. Yo soy estracto del pueblo, no soy una persona pudiente, sino un estracto del pueblo, soy del pueblo. Eso sí, qué bueno que opté por ingresar a la policía. Opté por servir a la patria a mi manera que yo creía, y si me pasó ésto, le vuelvo a repetir, no guardo rencor, estoy superando esto y creo que lo he superado y espero que nunca más vuelva a repetirse los años en que vivimos de dolor. Espero que nunca más porque, señores, es algo que no se puede tolerar. No se puede llevar a cuestas de una persona, poque, qué llegaríamos a hacer... momentos si surge... si surge de nuevo una especie de terrorismo o cualquier... va a surgir más al caos. Nos llevamos, como esos años que vivíamos hasta... no habíanos de lu... sin luz, vivíamos a salto de mata. Salíamos de miedo, que no podíamos salir a la calle porque teníamos miedo que te pase. Pero, ahora, digo, no, como otros países, digo, cuándo tomar el ejemplo de otros países, que quizá no se pueda y si se sale, se salen, casi... dispidirse de la familia y eso no quisiera, no quisiera pa mi patria. Solamente le digo, ¡que viva el Perú¡, y que sigamos pa delante y tratemos de limar, de borrar esas, esos resentimientos, esas ganas de venganza... de cualquier estracto de la sociedad que salgamos, sólo eso les digo, compatriota... que sigamos pa adelante y tratemos que esta patria sea lo mejor, en nuestras posibilidades dar, dar, dar mucho a la... dar mucho a esta sociedad. Gracias, señores, discúlpenme que no me pueda parar mucho porque...

Voz de un comisionado
De nuevo, señor Huaraca, muchas gracias por su valiente testimonio a nombre de la Comisión de la Verdad y Reconciliación.

Señor Víctor Huaraca Cule
Gracias señores, discúlpenme.


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