Nota de Prensa y Resúmen
del segundo día de Audiencia Pública en Huanta
(12 de Abril del 2002)
Nota de Prensa 41
CULMINAN AUDIENCIAS PUBLICAS EN AYACUCHO
En segundo día de sesiones, se recibieron testimonios
de 9 casos
La Comisión de la Verdad y Reconciliación culminó el
periodo de Audiencias Públicas iniciadas en Ayacucho
el pasado 8 de Abril. Fue durante una segunda sesión
solemne realizada en la ciudad de Huanta hoy viernes 12 de
abril. Por más de 6 horas, el presidente de la Comisión
de la Verdad y Reconciliación, doctor Salomón
Lerner Febres, acompañado de los comisionados Sofía
Macher, Carlos Tapia, Humberto Lay, Mons. José Antúnez
de Mayolo y Alberto Morote, escuchó los testimonios
de más de 12 personas que presentaron 9 casos de violaciones
a los derechos humanos ocurridos en esta zona del país
en los últimos 20 años.
A las nueve de la mañana se dio inicio a la única
sesión del día con el testimonio de Isidoro Simbrón,
quien fuera testigo de la detención de su sobrino Yuri
Agama Anaya, un niño de 12 años desaparecido
por efectivos de la Marina de Guerra. Don Isidoro contó que
el niño se encontraba junto a él, en su taller
de reparación de bicicletas, ubicado en el Barrio Cinco
Esquinas de Huanta, cuando los efectivos de la Marina se lo
llevaron detenido y le dijeron que lo fuera a preguntar por
su paradero en la Base Militar de la Marina instalada en el
Estadio Municipal de Huanta. Luego tomó la palabra,
el padre de Yuri Agama Anaya, el señor Hipólito
Anaya López quien narró los desesperados esfuerzos
que hicieron por saber del paradero de su hijo, y que lamentablemente
no dio ningún resultado, ya que Yuri Agama Anaya se
encuentra hasta hoy como desaparecido.
El señor Marino Suarez, presentó el segundo
caso de la mañana. El relató su propia historia.
Fue detenido el 5 de junio de 1985, en la ciudad de huanta
por efectivos de la Guardia Republicana, quienes después
de torturarlo lo trasladan al Cuartel del Ejército Peruano "Castro
Pampa" en Huanta. En este lugar el escucha como torturaron
y violaron a una mujer en el mismo lugar. Luego es trasladado
al cuartel "Los Cabitos" de la ciudad de Huamanga,
donde nuevamente es torturado, sin embargo, el 15 días
después es liberado. Una vez en libertad, el busca a
su esposa, de quien no conocía su paradero. Al no encontrar
información sobre ella, acude al paraje de Allccomachay,
donde solía arrojar los cuerpos de las personas asesinadas
y encuentra el cadáver de su esposa y de 3 personas
más.
Asunta de Chávez y Máximo Maule, pobladores
de la Comunidad de Ccano, relataron el asesinato de 34 personas
por una columna de Sendero Luminoso. Durante su intervención,
Asunta de Chávez recordó la dramática
situación que le tocó vivir, cuando el 23 de
febrero de 1991, decenas de encapuchados y con armas en las
manos incursiona en su comunidad. Esta era una comunidad evangélica
y cuando se produce este hecho, ellos se encontraban orando.
La señora Asunta manifestó que los senderistas
hicieron disparos y mataron a todo aquel que encontraban en
su camino. "Entraron a las casas, pateando sus puertas
y mataron a hombres, mujeres y niños" afirmó doña
Asunta en medio de lágrimas. Ella recibió un
balazo en el brazo que se lo dejó inutilizado para siempre.
Por su parte, el señor Máximo Maule, recordó que
durante la incursión los senderistas los acusaron de
ser pro-militares, y fueron muy salvajes con ellos. Cabe recordar
que en la Comunidad de Ccano funcionó por mucho tiempo
en esta comunidad un base militar, y que meses antes de que
se produjera esta incursión la base había sido
levantada.
Posteriormente, es Dionisio Pariona, quien presenta
el caso de su hijo Fidel Pariona, regidor por Izquierda Unida,
detenido
y desaparecido por infantes de la Marina. Don Dionisio que
fue miembro de la junta edilicia de Huanta, recordó que
en 1984, cuando se produce un atentado contra el alcalde de
Huanta, su hijo Fidel Pariona es acusado por un arrepentido
de ser el autor de este atentado, por lo que infantes de la
Marina, ingresan a su casa y se lo llevan detenido. Desde esa
fecha nunca más volvieron a saber de él. Previamente,
el propio Dionisio Pariona había sido detenido también
por infantes de la Marina que lo llevaron al cuartel instalado
en el Estadio Municipal de Huanta, donde dijo que fue testigo
presencial de muchas atrocidades cometidas contra las personas
que se encontraban detenidas. Igualmente, denunció la
persecución de la que fueron víctimas todos los
partidarios de Izquierda Unida a partir de 1984 cuando la Marina
de Guerra del Perú llega a Huanta.
En medio de un clima
de conmoción por los casos escuchados,
los Comisionados continuaron recibiendo los testimonios de
las personas que llegaron hasta el Instituto Pedagógico
José Cavero de Huanta. El sexto caso presentado fue
el del periodista Hugo Bustíos. Fue su esposa, la señora
Margarita Patiño quien narró entre lágrimas
el drama que le toco vivir tras el asesinato de su esposo.
Ella recordó que su esposo había sido detenido
en marzo de 1984 por infantes de la Marina y llevado al cuartel
que habían instalado en el Estadio Municipal de Huanta.
Sin embargo, cuando ya lo daban por muerto, Hugo Bustíos
fue liberado, ya que su esposa durante los 15 días de
intensa búsqueda realizada se contactó con altos
mandos de la Marina y se presume que ellos abogaron por su
libertad. Pese a esta dura experiencia, la que el propio Hugo
Bustíos calificó como volver de la muerte, no
se detuvo en su lucha por hacer conocer al país y al
mundo lo que venía pasando en Huanta. En 1986, ya como
corresponsal de la Revista Caretas, Hugo Bustíos, intenta
tener información sobre el asesinato de su vecina Primitiva
Jorge y el hijo de esta, Guillermo Sulca. En su intento por
hacerlo se encuentra con la negativa de los militares que no
lo dejaron entrar en la zona donde se hallaban los cuerpos
por lo que acude a Huanta a solicitar permiso, al Comandante
Javier Landa Dupon, quien aparentemente se lo otorga. Cuando
iba camino a Herapata, lugar donde se hallaban los cuerpos
de su vecina y su hijo asesinados, Hugo Bustíos es asesinado
por militares, tal como lo corrobora el único testigo
de este hecho, Alejandro Ortiz Cerna, quien luego de hacer
pública la denuncia contra los militares implicados
es desaparecido. La señora Margarita Patiño concluyó la
presentación de su testimonio haciendo un llamado para
que se aclare el caso de su esposo y se castigue a los responsables
de este hecho.
Prosiguiendo con la sesión de Audiencias Públicas,
se presentó el caso del Comandante de la Policía,
Héctor Gamarra Luna, quien quedara parapléjico
productor de un enfrentamiento con Sendero Luminoso. El Comandante
Héctor Gamarra recordó como el 13 de diciembre
de 1992, cuando cumplía servicios en el Puesto de Control
Territorial de San Francisco en Ayacucho, fue llamado a apoyar
a un contingente policial que enfrentaba a una columna de Sendero
Luminoso. Durante el enfrentamiento recibió dos impactos
de bala en la columna vertebral que lo dejó con lesiones
graves y sin volver a caminar. Pese a lo ocurrido, el Comandante
Gamarra aseguró no tener rencor e invocó a la
población a colaborar por vivir en un clima de paz y
que no permitan que los hechos de violencia que vivió nuestro
país se vuelvan a repetir.
Al promediar la 1 y 15 de
la tarde, se presentó el
noveno y último testimonio de la sesión. Las
señoras Juana Potosino y Visitación Huillca relataron
la masacre ocurrida en la Comunidad de Canayre, pueblo ubicado
en la Selva Norte de Ayacucho. Ellas relataron que el 27 de
diciembre de 1989, cinco botes que trasladaban a una 30 personas
llegó a su pueblo, donde se encontraban alrededor de
160 personas. Los visitantes reunieron a la población
en la plaza y les solicitaron voluntarios para un operativo
contrainsurgente. 30 pobladores se ofrecieron de voluntarios
así que ellos se quedaron en la plaza por órdenes
de los visitantes y al resto de personas los enviaron a esperar
en la parroquia. En ese momento, algunos pobladores se dan
cuenta de que se trata de una columna de Sendero Luminoso e
intentan escapar. Para evitarlo, los senderistas disparan contra
la gente asesinando a 39 personas entre adultos y niños.
Antes de retirarse incendian las pocas tiendas que había
en el lugar y saquean las viviendas de sus pobladores.
Para
culminar a sesión de audiencias en la ciudad de
Huanta se develó una placa recordatoria, donde se deja
testimonio que el Instituto Pedagógico José Cavero
fue escenario de las Primeras Audiencias Públicas en
esta ciudad. Además se colocó una estatua en
el Estadio Municipal de Huanta, que fue traída por la
señora Zenaida Fernández, quien testimoniara
el día jueves sobre el caso de la matanza ocurrida en
Pucayacu.
Fue así como la Comisión de la Verdad y Reconciliación
dio por finalizadas las Audiencias Públicas en Ayacucho.
Fueron 4 días, 2 en Huamanga y 2 en Huanta, donde los
Comisionados, acompañados de destacadas personalidades
internacionales escucharon los testimonios de más de
35 personas que le contaron a ellos y a todo el Perú el
mundo lo que les tocó vivir durante los años
de violencia que azotó el Perú en las últimas
dos décadas.
La experiencia, que fue dura y dramática, fue a la
vez una excelente oportunidad para darle voz a todos aquellos
que por años tuvieron que callar lo que les pasó.
Esta experiencia continuará próximamente en otras
ciudades del interior del país hasta donde llegará la
Comisión de la Verdad y Reconciliación para seguir
recogiendo públicamente el testimonio de los peruanos
que sufrieron la violación a sus derechos humanos.
Lima, 12 de Abril de 2002 Oficina
de Comunicaciones y Educación
prensa@cverdad.org.pe
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de prensa
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