GÉNERO EN LA
COMUNICACIÓN
Usualmente, la palabra género se vincula con mujer, con
feminismo, con proyectos de desarrollo, con ONG’s. Sin
embargo, muy pocas personas conocen el verdadero significado
de la perspectiva de género como una categoría
de análisis de la realidad. Es decir, no todos reconocen
la utilidad de la noción de género como una categoría
para ubicar a los actores sociales en su contexto social y así poder
analizar cómo este contexto influye en los roles que estos
actores desempeñan en el día a día.
Cuando
empezamos a ver las cosas desde una perspectiva de género podemos desentrañar las diferencias entre
hombres y mujeres y darles una explicación a partir
de la definición social de lo que significa ser hombre
o ser mujer. Por ejemplo, el hecho de que a los hombres se
les asigne características como la fortaleza, el poder,
la autoridad y a las mujeres la ternura, la delicadeza, la
debilidad va a tener consecuencias en los lugares que socialmente
se les asigne, colocando a los hombres en el ámbito
público y restringiendo el accionar de las mujeres al ámbito
privado.
Como podemos darnos cuenta, lo cultural juega un rol
muy importante en la asignación de los roles de género y es
por este motivo que las estrategias comunicacionales son básicas
para combatir la desigualdad que surge de estos roles socialmente
asignados. La forma en que los estereotipos de género
se enquistan en nuestra forma de ver las cosas es muy sutil.
Un ejemplo lo tenemos en los anuncios publicitarios que dan
una imagen de lo que es ser hombre y mujer en nuestra sociedad.
Para deconstruir estos estereotipos es necesario enviar mensajes
que coloquen a hombres y mujeres en una situación de
equidad.
Como sabemos, la CVR tiene una misión importantísima:
lograr rescatar la verdad. Sin embargo, sin la verdad de las
mujeres, no tendremos una verdad completa. Por ello, es necesario
que tomemos en cuenta la situación de las mujeres, su
contexto social y los roles de género que cumplieron
en el proceso de violencia política, para poder llegar
con mensajes claros y que apunten a rescatar su voz.
No es un
secreto que la mayoría de personas que dan
su testimonio son mujeres. Sin embargo, ellas cuentan aquello
que les sucedió a sus padres, esposos, hijos, pero no
a ellas. Su rol dentro de la familia es el que toma relevancia
y las violaciones a sus derechos humanos como personas al margen
de sus familias no son vistas como tales.
Está en nuestras manos poder asumir que nuestros mensajes
lleguen de manera diferente a hombres y mujeres y, algo muy
importante, poder dar a esas mujeres que han estado relegadas
socialmente la posibilidad de ser escuchadas, no sólo
como portadoras de la verdad de otros, sino de su propia verdad.
A
continuación, presentamos algunas pautas para incorporar
la perspectiva de género en las estrategias comunicacionales:
- Cuando definamos estrategias comunicacionales, debemos
tomar en cuenta que la recepción de nuestros mensajes
será diferente
si se trata de hombres o de mujeres.
- Debemos pensar en
la elaboración de materiales dirigidos
sólo a mujeres.
- Mencionar siempre el género
masculino y femenino en los materiales que preparemos,
por ejemplo, voluntarias y voluntarios, “las” y “los”,
etc.
- Resaltar que existieron violaciones a los derechos
humanos que afectaron específicamente a las mujeres.
- Al momento de mencionar los crímenes y violaciones
de derechos humanos que serán investigados por
la CVR, no sólo referirse a la tortura y la desaparición
forzada, por ejemplo, sino además incluir expresamente
la violencia sexual.
- Resaltar roles “no tradicionales” que
desempeñaron
las mujeres durante el conflicto.
- Cuando se realicen
entrevistas a expertos, tener presente la formulación
de preguntas específicas sobre
la violencia contra las mujeres.
- Las ilustraciones utilizadas
deben transmitir un mensaje de equidad: igual número
de mujeres que de hombres; mujeres en cargos de poder;
hombres colaborando en las
labores del
hogar, etc.
- Difundir datos diferenciados por sexo que
nos permita ver cuál
ha sido la situación de hombres y mujeres de manera
diferenciada.
Líena de Género de la CVR
Lima, julio de 2002
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