Entre 1980 y el año 2000, el
Perú vivió una situación de violencia
política sin precedentes que dejó un doloroso
saldo de asesinatos, secuestros, desapariciones forzadas,
torturas, detenciones injustas, graves crímenes
y violaciones a los derechos humanos. Las consecuencias
del proceso de violencia se tradujeron en cifras que alarman
por su dramatismo. Se estima en más de 30,000 las
muertes producidas tanto por acciones terroristas, como
por enfrentamientos armados, arrasamiento de pueblos y
masacres colectivas. De conformidad con las cifras elaboradas
por la Defensoría del Pueblo, 4,236 personas fueron
detenidas y posteriormente desaparecidas, presumiblemente
por elementos de las fuerzas del orden. Los casos de tortura
y maltrato crecieron geométricamente. Cerca de 600
mil personas fueron afectadas directamente a tal punto
que se vieron forzadas a abandonar sus hogares, generando
un fenómeno de desplazamiento interno que afectó sensiblemente
las redes sociales originarias así como los lugares
de recepción. Los daños materiales causados
por el conflicto son igualmente enormes, aún cuando
sólo se tome en cuenta el impacto de la violencia
en la infraestructura nacional, pública y privada.
Los cálculos conservadores consignan un monto similar
a la deuda externa nacional: más de 26 mil millones
de dólares.
El Gobierno Transitorio presidido por
el Dr. Valentín
Paniagua creó la Comisión de la Verdad
el 4 de junio del 2001 mediante Decreto
Supremo N° 065-2001-PCM,
la misma que fue ratificada y complementada por el
Dr. Alejandro Toledo el 4 de septiembre del mismo
año,
denominándose finalmente Comisión de
la Verdad y Reconciliación (Decreto
Supremo N°101-2001-PCM).
La
Comisión de la Verdad y Reconciliación
se crea como la instancia encargada de esclarecer el
proceso, los hechos ocurridos y las responsabilidades
correspondientes, no sólo de quienes los ejecutaron
sino también de quienes los ordenaron o toleraron,
y a su vez proponer iniciativas que afirmen la paz y
la reconciliación entre todos los peruanos.
Es
importante notar que esta búsqueda de la verdad
y deslinde de responsabilidades incluye tanto a las organizaciones
terroristas como a los agentes del Estado. El período
de investigación que trabajará la Comisión
de la Verdad y Reconciliación de acuerdo a su
mandato, es desde mayo del año 1980 a noviembre
del año 2000. Ello implica que no investigarán
hechos ocurridos antes o después de dichas
fechas.
ver cuadros
|