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AUDIENCIA PÚBLICA TEMÁTICA
"VIOLENCIA POLÍTICA Y COMUNIDAD UNIVERSITARIA"

Miércoles 30 de Octubre
   

5- CASO : GISELA ORTIZ PERA

Buenas Tardes muchas gracias, bueno mi nombre es Gisela Ortiz soy hermana de ..................Ortiz Perea estudiante de la Universidad Enrique Guzmán y Valle La Cantuta, quien el 18 de Julio de 1992, fue detenido, desaparecido y luego asesinado en compañía de ocho estudiantes más y un profesor de la misma universidad por miembros del Grupo Colina, es tarde hemos venido no sólo nosotras dos a rendir testimonio sino nos acompañan otros familiares de estas 10 personas y nos hemos hecho presente con estos símbolos que siempre también nos acompañan como son las flores y las fotos de nuestros familiares porque en cada una de las tareas que realizamos a nombre de ellos, los queremos tener siempre presentes, para que su compañía nos de la fortaleza que necesitamos para poder seguir adelante, bueno yo voy a brindar mi testimonio no solamente como familiar sino como estudiante de esa casa de Estudios desde el año 1989 yo ingresé a la Universidad Nacional de Educación, a partir del año 90 yo me interne en el Pabellón de Damas de la misma Universidad, por la misma situación económica que era bastante difícil y con una forma de ayuda para poder continuar con los estudios, sin tener que pagar una pensión una habitación, mi hermano hizo lo mismo en el pabellón de varones, y en ese entonces en el pabellón de damas vivíamos aproximadamente 100 mujeres, en el pabellón de varones eran tres pabellones que estaban semi derruidos por una intervención anterior en los cuales nos bombardearon pero por suerte nunca cayeron y así en estas circunstancias bastante difíciles los varones un aproximado de 300 estudiantes ocupaban estos pabellones también con la misma necesidad que tenían de tener un lugar donde vivir, desde que llegué a la universidad se vivía un clima bastante solidario bastante humano entre todos los estudiantes, la mayoría de ellos era de condición bastante humilde, la mayoría también gente provinciana, que estábamos totalmente compenetrados entre nosotros como estudiantes no solamente éramos compañeros de la universidad, sino que había cierta familiaridad entre nosotros los estudiantes internos cuando uno de ellos se enfermaba veíamos la forma de como conseguir los recursos económicos para aliviar sus males y hacíamos nuestro el dolor de cada uno de ellos, si bien es cierto en la Universidad desde años atrás teníamos la presencia de los grupos de izquierda los que estaban legalmente reconocidos, también había una cierta influencia de los grupos subversivos como son Sendero Luminoso y el MRTA, pero que de ninguna manera significaba que cualquier Cantuteño sea terrorista, sin embargo ya teníamos en nosotros esa estigma que ser Cantuteños era igual a ser terrorista, pese a esas dificultades nosotros como estudiantes tratábamos de esclarecer estos hechos tratábamos de demostrar con nuestras actitudes que de ninguna manera estábamos ligados a ningún movimiento subversivo, inclusive con nuestro mismo desempeño académico, que era fácil de comprobar, éramos estudiantes buenos así que no teníamos ningún temor de que esas sospechas cayeran sobre nosotros, sin embargo ya se vivía todo un clima de ir amenazando a la Universidad La Cantuta a través de los medios de comunicación quienes en diferentes oportunidades sacaban informaciones de que La Cantuta eran nidos de terroristas, de que en los internados especialmente de varones vivían las cúpulas militares de Sendero Luminoso, creando o preparando el camino para la intervención militar, nosotros como estudiantes por supuesto estábamos totalmente en contra de cualquier tipo de intervención porque sabíamos que esas intervenciones iban a ser violentas, iban a ser agresivas para los estudiantes, en el año de 1991 en mayo específicamente el Sr. Fujimori decide intervenir la Universidad La Cantuta, nosotros como estudiantes desde la noche anterior vimos como habíamos sido rodeados todo el perímetro de la universidad por miembros del ejército, y decidimos no permitir el ingreso a la Universidad La Cantuta, en la mañana cuando nos levantamos y después de tomar el desayuno, la puerta de ingreso a la Universidad ya estaba completamente cerrada con carpetas con palos y Fujimori decidió ingresar por la parte posterior que era la puerta de ingreso a la vivienda de los docentes, nosotros como estudiantes internos también salimos para impedir el ingreso, hecho que Fujimori se ocultó en la primera vivienda que encontró, por el rechazo justamente de los estudiantes nosotros como estudiantes fuimos reprimidos con balas nos tuvimos que tirar al piso y para evitar que alguna de estas balas cayera sobre nosotros y algunos de los estudiantes internos sacaron tomates podridos del comedor de estudiantes y empezaron a tirar tanto a Fujimori como a toda su comitiva, creo que este fue el hecho que de alguna manera marcó el odio que luego Fujimori tendría a la misma Universidad La Cantuta, por el rechazo y por la misma vergüenza que le habíamos hecho pasar cuando el creyéndose triunfador trataba ingresar a la universidad, bueno desde ese día varios de los estudiantes internos ya fuimos señalados como subversivos y fuimos ya víctimas de persecución, de amenazas constantes, la mayoría de estudiantes internos sabíamos que iba a ver una intervención esa noche, y nos retiramos a la casa de nuestros familiares sin embargo se quedaron aproximadamente 60 estudiantes en las viviendas los cuales fueron traídos todos hasta la DINCOTE donde permanecieron 15 días para la investigaciones de ley, sin embargo durante los quince días no lograron vincular a ninguno de ellos en ningún movimiento subversivo y todos fueron puestos en libertad, desde el momento que los militares ingresan a la universidad definitivamente el clima se tornó bastante hostil, aproximadamente por dos semanas no hubo atención tanto para los estudiantes como para el personal administrativo dentro de la universidad, los pabellones de varones fueron tomados por el ejército, todas las pertenencias de los estudiantes fueron sacados, y muchos de los estudiantes perdieron muchas de sus pertenencias y quedo totalmente prohibido ingresar a estos pabellones, bueno al pabellón de damas todavía nos permitían ingresar a sacar algunas de nuestras cosas, en el mes de Junio estos tres pabellones fueron totalmente dinamitados y los estudiantes varones se quedaron en la calle sin tener donde vivir, bueno nosotros como estudiantes internos en forma solidaria empezamos a exigir que la universidad de alguna manera asumiera darles un lugar donde vivir principalmente a los estudiantes que eran de provincia, quienes no tenían familia en Lima para poder alojarse, con tanto esfuerzo conseguimos que la Universidad nos diera dos oficinas, dos locales bastante amplios que en realidad funcionaban como oficina y que contaban con un solo baño ahí se instalaron los camarotes que nos dio la universidad y se instalaron 60 estudiantes varones, en el pabellón de damas todavía quedábamos alrededor de 60 estudiantes, en ese entonces yo era dirigente del Comité de Internos de la universidad y Robert Teodoro Espinosa, uno de los estudiantes asesinados, era dirigente del internado de Varones, las constantes carencias que teníamos como estudiantes de atención por parte de las autoridades tanto en el comedor de estudiantes, tanto en el centro médico, y el mismo nivel académico que por entonces ya estaba en crisis en la universidad, hacía que nosotros como estudiantes constantemente nos organizáramos para salir en movilizaciones, cada una de estas movilizaciones era reprimida en forma violenta por los militares quienes no tenían ningún temor de disparar para dispersarnos, todavía los movimientos estudiantiles de dirigencias, tanto de los trabajadores como de los docentes era fuerte en la universidad, poco a poco estos movimientos también por esta misma negativa por parte de los militares quienes tenían el control absoluto de la universidad fueron perdiendo estabilidad dentro de la universidad, de los dirigentes estudiante en realidad los que convocábamos a cualquier tipo de movilización éramos los estudiantes internos, quienes directamente nos sentíamos afectados por la vida misma que se daba dentro de la universidad , se había implementado un toque de queda dentro de la universidad que se daba desde las 9.00 p.m. hasta las 6.00 a.m. en ese horario nosotros no podíamos transitar libremente por la universidad y si por algún motivo llegábamos tarde tampoco se nos permitía el ingreso, bueno los compañeros varones no podían ni siquiera acercarse al pabellón de damas porque estaba totalmente prohibido y pese a que muchos tenían familia como el caso de mi hermano, y se les explicaba las razones o las necesidades por las cuales ellos nos buscaban para cualquier requerimiento siempre éramos agredidos verbalmente como damas nosotras constantemente hemos sido objeto de insultos y amenazas por parte de los soldados, ellos se habían establecido, acantonado en el lugar denominado la capilla, en un inicio pues era un contingente bastante grande aproximadamente 300 soldados, poco a poco fueron desapareciendo pero ese era lugar de tránsito obligado de nosotras como mujeres para poder dirigirnos a nuestros pabellones, cada que teníamos que pasar por allí teníamos que escuchar lo que a ellos se les ocurría insultarnos, este clima hacía que muchas veces mucho de los compañeros varones hayan tenido agresión física por parte de los soldados es el caso del compañero Felipe Flores Chipana, en el caso de mi hermano, que habían llegado inclusive a los golpes por este tipo de atropellos que cometían los militares, ya en el año 92 dentro de la universidad el que estaba el mando era el teniente Aquilino Portela, más conocido como el teniente Medina, no se porque razón me imagino yo que por nuestra constante actividad estudiantil porque como estudiantes internos éramos más fáciles de identificar dentro de cualquier tipo de movilización, el nos tenía un odio, no perdía oportunidad para amenazarnos de muerte y en forma particular lo había hecho como cuatro veces, a mi hermano también lo había hecho, entonces nosotros estábamos en constante zozobra de que nos pudiera pasar algo, el día miércoles 15 de julio del año 92 hubo una asamblea universitaria, en la cual se debía elegir a las nuevas autoridades, esta asamblea había sido ya programada con anterioridad pero lamentablemente no se podía concretar ese día nosotros como estudiante Bertila Lozano era la que estaba dirigiendo decidimos sacar una movilización en contra de una huelga que los profesores querían iniciar porque una huelga significada un abandono de la Cantuta como universidad y un peligro para que esta ya sea cerrada o no se vuelva a tener las actividades académicas, nosotros como estudiantes salimos en movilización dirigiéndonos hacia el Auditorio de la Universidad donde se estaba llevando a cabo la Asamblea Universitaria y detrás nuestro venía Aquilino Portela con todo su batallón de soldados, cuando ingresamos al Auditorio Aquilino Portela ordenó cerrar las puertas del Auditorio de la universidad y subió al anfiteatro y empezó a ordenar, Bueno en este momento me disparan a todos, acá todos se mueren ya empezó la tercera guerra mundial, el era un tipo bastante abusivo creo que hasta enfermo, el Profesor Hugo Muñoz se paró y le dijo tengan Uds. un poco de cordura y dese cuenta de lo que esta Ud. ordenando que Ud. va a iniciar una matanza por gusto. Aquilino Portela se bajó y se paró delante del profesor Muñoz y le dijo Ud. se me calla la boca, bueno yo soy acá un profesor de la Universidad, en cambio Ud. no es nada, y no tiene ni siquiera autoridad para callarme la boca, nosotros empezamos que estábamos en primera fila en compañía de Dora Ollague, Bertila Lozano y otra compañera interna empezamos a gritarles asesinos, así que vino hacia nosotros y nos dijo: ya se jodieron, ustedes se van a morir, bueno como estudiantes, en ese momento se suspendió la Asamblea, definitivamente no había las condiciones para continuar adelante y creo que todos nos dimos cuenta que iba a ver, aparte de la intervención misma que había iba a ver algún tipo de represalias contra los estudiantes que habíamos participado en la movilización, yo fui a buscar a mi hermano para decirle bueno nos tenemos que ir a Lima porque seguro que van a intervenir los pabellones o nos van a detener, no hacía falta tener alguna prueba que te vincularan con algún movimiento subversivo, ya con anterioridad en el pabellón de damas había sido detenida Margarita Mariño Figueroa, hermana de uno de los desaparecidos en su dormitorio encontraron un cancionero con las canciones del profesor Ricardo Dolorier, quien en ese época eran sindicadas como subversivas y por esa razón ella ya estaba en el penal hacía más de un año, entonces nosotros teníamos temor no por nuestra participación violenta o subversiva sino porque si se nos sembraba pruebas así que no encontré a mi hermano por ningún lado, me encontré con Felipe Flores Chipana, y le dije parece que va a ver una intervención en los pabellones sería mejor que nos fuéramos a otro sitio, al parecer casi todos los estudiantes ese día salieron lamentablemente al día siguiente ocurrió lo de Tarata y me imagino yo como un afán de querer buscar una venganza o buscar gente que se hiciera responsable por este hecho el día de amanecida del día 18 ingresaron a la Universidad, yo no voy a hablar con mayor detalle de los hechos porque eso lo va a hacer Carmen, pero yo creo que si para nosotros como estudiantes esta intervención significó el truncamiento de nuestras ilusiones de nuestros proyectos personales, creo que el Grupo Colina no solamente me quitó a mi hermano, me quitó a mis compañeros sino también me ha quitado 10 años de mi vida, porque definitivamente después de todo lo que hemos vivido, no creo que levantarse cada día sea volver a vivir nosotros estamos tratando de sobrevivir, es difícil soportar este dolor este drama, a mi me tocó encontrar a mi hermano, en noviembre del 93 el único cadáver entero que encontramos, de estas diez personas y tenía tres cartuchos de bala en la cabeza, esa fue la maldad con que estos asesinos me devolvieron a mi hermano definitivamente desde entonces la vida que llevamos como familia no puede ser una vida normal, nos han desintegrado nos han creado grandes traumas, para mi no es fácil venir este día acá, a exponer mis sentimientos frente a ustedes, pero yo tengo un compromiso moral con mi hermano porque yo se que él hubiera hecho lo mismo por mi, tengo un compromiso con mis compañeros porque se que ellos tuvieron una vida una vida coherente una vida solidaria, porque se que han sido personas buenas, capaces de dar de donde ni siquiera tenían, todos ellos han sido estudiantes humildes que se esforzaron por mantenerse dentro de la universidad, y que de repente el único delito de algo que se les puede acusar ha sido de ser cantuteños porque lamentablemente en esa época ese era ya un delito, eso era ya sindicarse como terrorista nosotros a lo largo de estos 10 años hemos tratado de explicar quienes han sido ellos, hemos tratado de decir la forma como ellos han vivido, de los hogares que ellos provienen de hogares humildes que con mucho esfuerzo se podían mantener en los estudiaos superiores sin embargo todavía mucha gente justifica esta matanza como justifica muchas matanzas tal ves para ocultar nuestra falta de solidaridad tal ves para ocultar el hecho que en algún momento dejamos de ser humanos y dejamos de ser sensibles al dolor de los otros, y eso también es una autocrítica porque quizás en ese momento que ya se vivía el clima de violencia no éramos capaces de salir adelante y decir no más muertes y decir no mas desapariciones y tuve que esperar que mataran a mi hermano, que mataran a mis compañeros para entender este difícil drama, yo sólo espero que con este testimonio que realmente me cuesta dar, sirva siquiera para que en adelante no se vuelva a cometer estos crímenes, lo que nosotros intentamos como familiares es realmente tocar el corazón de cada uno de ustedes para que de alguna manera podamos ser capaces, de desterrar esa indiferencia ese individualismo que solamente se ocupa de un desarrollo personal y dejamos de lado el sufrimiento de la otra persona, realmente lo que yo deseo de la comisión de la verdad es humanismo es solidaridad y que me informe que ustedes vayan hacer y que el trabajo que ustedes están realizando lo hagan pensando en el dolor de las víctimas, nosotros como familiares jamás pedimos ser víctimas a nosotros nos obligaron de alguna manera asumir este papel que lo hemos hecho si con mucho cariño por nuestros familiares sacando fuerzas inclusive de donde no las teníamos haciendo frente especialmente frente a un gobierno que tenía mucho poder con muchas amenazas pero de ninguna manera con temor y si el día de hoy me ven derramar lágrimas lamentablemente creo yo como van pasando los años me estoy volviendo más sensible, es difícil poder controlar mis emociones pero no son lágrimas de debilidad sino de dolor, de indignación, porque diez años después todavía duele saber que Martín Rivas puede seguir haciendo su vida tranquilo, sin que estas muertes les pesen, todavía nos duele saber que existe un asesino Fujimori viviendo en Japón sin que estas muertes les sean castigadas, nosotros si esperamos a través de la Comisión de la Verdad conocer exactamente que fue lo que pasó en la Cantuta sabemos que hay responsabilidades inclusive de muchas autoridades, que se mostraron indiferentes que por ocho años hasta el año pasado ni siquiera nos permitieron cada 18 de Julio reunirnos en la universidad para recordar a nuestros familiares no como mártires, no como héroes sino como han sido como humanos como personas porque a nosotros si nos importaba que en La Cantuta quede ese recuerdo de lo que ha ocurrido quede ese recuerdo de esos años de violencia que hemos vivido y porque a través de estas muertes tal vez podamos evitar que otras muertes ocurran si me parece importante el hecho que el día de hoy por ejemplo la Universidad de Huancayo decida hacer un muro de la memoria donde se pueda escribir el nombre de cada uno de nuestros desaparecidos, de nuestros asesinados, nosotros también luchamos por dignidad para que nuestros muertos no sean un número ni para que nuestros muertos sean simplemente terroristas sino para que ellos sean reconocidos en su dignidad de seres humanos y así como hacemos un moro de la memoria, seamos también capaces de hacer un muro donde escribamos el nombre de cada uno de estos asesinos que en realidad han desintegrado familias enteras, bueno como joven lo que puedo esperar es que ojalá nuestro país cambie ojala nosotros como peruanos estemos en la capacidad de querer construir un país diferente, quien no quisiera vivir en reconciliación, en paz, pero definitivamente para llegar a esta reconciliación necesitamos conocer la verdad y necesitamos que se haga justicia como familiares nos es difícil pensar siquiera en una posible reconciliación cuando todavía no vemos a los asesinos pagando sus culpas y esto no es pedir venganza pedir venganza sería quitarle un hijo a Martín Rivas, y hacerle lo que el a hacho con nuestros sus familiares desaparecerlos, asesinarlos, quemarlos, como ha hacho con nosotros, nosotros no estamos pidiendo eso sino que sean sancionados y que paguen realmente por lo que han hecho, definitivamente en varias oportunidades hemos intentado rehacer nuestras vidas lo hemos intentado igualmente volver a nuestros estudios, lamentablemente en la misma universidad La Cantuta el año pasado cuando yo fui a querer renovar mis estudios me dijeron que había pasado mucho tiempo y que ya no podía volver a hacerlo y este difícil reintentar empezar de nuevo es porque justamente la sociedad misma no nos ayuda durante la década de los 90 cuando buscábamos trabajo, queríamos ver la forma de ayudarnos económicamente teníamos ese estigma de ser familiares de las víctimas de La Cantuta y ahora todavía ese estigma nos persigue, y nosotros definitivamente queremos de repente ya no ser personas normales porque ya no nunca lo podremos ser, porque esos recuerdos nos han marcado para siempre porque para nosotros todavía nos es difícil tratar de olvidarlos definitivamente sabemos que tenemos que cargar con nuestros recuerdos de repente en forma permanente , pero si queremos un país diferente, tal vez para las futuras generaciones tal vez para los hijos que queramos tener para que en algún momento con el esfuerzo que pongamos sobre ellos, ellos no sean tampoco desaparecidos ni asesinados creo que es tarea no solamente de la Comisión de la Verdad sino es tarea de todos nosotros.