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Primera Sesión, 21 de junio de 2002, 9 a.m. a 1 p.m.

CASO 5. Florentino Yauri Huamán y Gaudencio Chávez Lume

Se da inicio a la sesión e invitamos a los señores Florentino Yauri Huamán y Gaudencio Chávez Lume, se aproximen para brindar su testimonio. De pie por favor. Señores Florentino Yauri Huamán y Gaudencio Chávez Lume, ustedes van a brindar su testimonio ante la Comisión de la Verdad y Reconciliación y también ante el país. Prometen solemnemente hacer su declaración con Honestidad y buena fe y decir sólo la verdad sobre los hechos que nos van a relatar. Prometen decir la verdad ¿no es cierto?, gracias. Tomen asiento.
Señor Florentino y señor Gaudencio, muchísimas gracias por haber aceptado dar su testimonio en público y para nosotros es entonces, muy importante escucharlos para saber lo que pasó en esta zona de la sierra de Lima en Yauyos. Les pediría entonces que empiecen con su testimonio, gracias.
Señores miembros de la Comisión de la Verdad, muy buenos días, yo Gaudencio Chávez Lume, de sesentisiete años, del pueblo de Tayamarca, del distrito Mayán de la provincia de Yauyos, departamento Lima. Nosotros hemos estado comunidad campesina del pueblo de Tayamarca y a nosotros nos tocó de estar de la comunidad campesina, por resolución. Hay a nosotros nos...nosotros hemos trabajado tranquilamente en nuestro chacra y estuvimos también con nuestros animales que tenemos esa comunidad. En eso, a nosotros no nos dejaba de trabajar la comunidad de Mayán, porque ella, ellos no eran reconocido de la comunidad por resolución. A nosotros no nos marginaban que Tayamarca no es reconocido, ellos ha sido reconocido pero sin tierra. Nos han dicho, de hay nosotros empezamos de trabajar un terreno comunal Coyuhuanca. Y de hay a nosotros no nos dejó de trabajar, que a nosotros los de la comunidad Tayamarca, nos botaban y nos maltrataban, la comunidad de Mayán. Y de hay, ellos pensaron hacer reconocer, después de nosotros su reconocimiento de la comunidad campesina del distrito Mayán. De hay nosotros hemos, hemos dentrao hasta un oficio, dentro de ese oficio nos, nos doró muchos tiempos y yo legalmente constato cómo es el pueblo Tayamarca y hasta me ha llegado de ser autoridad de juez de paz del año mil novecientos sententitres. Ese año mi he ejercido ese cargo, tranquilamente.
Otra vuelta me tocó el año mil novecientos ochentiocho, ese cargo juzgado de paz, también en eso, en eso si ya venían esas gentes maleantes que no me dejó de hacer ese cargo de la justicia. Yo legalmente he estado ya perseguido por esos personas que buscaban ya a las autoridades como el gobernador, como el juez, al concejo. Y de ahí yo tenía mucho miedo ya. Yo legalmente con ese miedo me he retirado ya fuera del pueblo. Que estuve fuera del pueblo con miedos, y de hay yo estuvo con mis ganados fuera del pueblo, de hay supe la noticia que del gamonal que había llevado su ganado, los terroristas. De ese modo dice había matanzas, en eso yo legalmente ya temí mucho al llegar al pueblo. De hay yo tenía casa en Cañete, en eso me vine a Cañete. En Cañete, estuvo de hay mi hija tenía un compromiso del pueblo. Yo volví de Cañete pa Tayamarca, en el desierto de Encañada me captura los polecías y me trajeron a Nueva Imperial. En Nueva Imperial me pasaron a San Vicente, de San Vicente me pasaron a Yauyos. En Yauyos me hizo llegar eso de las diez de la noche, de tanta lluvia, total mojadito.
Ese momento, el pinal de Yauyos no estaba abierto porque me hizo amanecer en el parque. De hay, eso de las nueve me llevan al juzgado a tomarme declaración. Hay me tomó mi declaración, después de hay me llevaron al pinal de Yautos, me entregó. De hay estuvo dos meses, me pasaron al pinal de Castro Castro, que yo no conocía nunca los pinales. De hay cuando me hicieron llegar a Castro Castro, me entregaron al pabellón Cuatro B. En ese pabellón había terroristas, narcos, en eso a nosotros nos obligaban esas personas para, para afrentamiento, que había ya afrentamiento en esas personas nos quería dar licciones, nosotros no queríamos dar esos licciones y esas personas nos dijo: oste no quieres afrentar ese afrentamiento, te van matar nos dijo. Cuando nos dijo te van matar por miedo, nosotros hemos salido de ese pabellón al otro pabellón, que era Cinco A. En ese pabellón estuvimos y cómo corría las balas, bombas aproginas, total. En eso hasta las visitas que venían, lo han atajado ajuera y hasta lo ha botado dice con bolsas de agua. Y legalmente hasta a mi señora lo había chocado el bolso de agua y lo había caído.
Eso, yo legalmente he sofrido muchos golpes en el penal, hasta me he enfermado con cólera, después con cólico, con “PPC" total me he enfermado y eso hasta ahorita estoy muy delecado. Yo, en eso ya llegó mi audencia, me salí del cárcel que estuvo. Ahora yo legalmente he perdido hasta mi madre. Pobre mi madre, lloraba, me llegó cuando estuvo en el cárcel, lloraba porque yo he sido su único hijo que velaba a mi pobre madre. De hay, de pena mi madre se ha fallecido. Pero hay, me señora también ha quedado enfermizo y yo tenía una nietita de menor, pobrecita andaba seguiendo a mi señora. Yo legalmente, por eso he tenido mucha pena. Ahora yo legalmente quiero que me reconocerá la, el pérdida de mi madre y ese...ese sufrimiento de mi madre que ha hecho y yo tampoco he sufrido.
Ahorita, hasta no puedo trabajar ya a mi señora porque con mi señora sólo vivo. En eso yo legalmente ahorita quiero que me, que me tome todo, todo causa que me ha socedido. Ese es mi ....
Bueno señores Comisiones de la Verdad, muy buenos días. Nosotros somos de la Comunidad de Tayamarca, el quién habla Florentino Yauri Huamán, de cincuenta años de idad. Más antes, nuestro pueblo de Tayamarca ha sido campesinos humildes, nos dedicábamos en nuestros trabajos, con nuestros pequeñas ganaderías, dentro de ese tubo una problema con la Comunidad de Mayán que es destrito, el matriz. Entonces, ambas comunidades empezaron la pelea por la comunidad de Coyuanca. Dentro de eso, ya en año mil novecientos ochentinueve, por nuestra zona sur Yauyos, Mayán, empezaron a andar los terroristas. Entonces, de ahí se aprovecharon con un ganadero a mi persona. Yo era un campesino humilde, pobre, no tenía ni familia, ni padre y madre y hermanos. Yo era su pastor del ganadero, dentro de ese era su pastor, su ganadero.
Y una fecha me recuerdo como ahorita, cuatro de marzo, año mil novecientos noventiuno, pero no me equivoco. Teníamos que trasladar sus ganados pa la otra estancia y yo me fui a buena hora a las seis de la mañana o siete de la mañana, aproximadamente. Dentro de hay, yo llego a la estancia en pleno cerrason, en plena lluvia. De hay me encontré en esa casa habían dos hombres con armamentos y dentro de eso me presionan. Me preguntan ¿oste qué quieres?, ¿en qué andas? Bueno, yo le dije la verdad. Yo vine pa una semeila y dentro de ese me preguntan ¿serás negociante o algo?, ¿tienes plata o no tienes plata?, me dicen. No, yo no tengo plata nada, le dije. Dentro de eso hice, ostedes me conocen a mí, me dice. No, yo los conozco, le dije. Nosotros somos sinderos nos dijo. De hay me pregunta ¿oste conoces puente de Tayamarca?, y la verdad como yo era de hay, inocentemente yo le dije, sí conozco. Entonces, ellos me obligaron dicirle que oste me haces conocer el puente. Entonces, le hice conocer el puente de Tayamarca y estaban llevando sus ...acá, no sé nada yo le dije. Y dentro de ese me dice: ¿por dónde hay otro mas puente? Sí, aquí hay puente pero está lejos, esta cerca del distrito de Mayán al distrito de Janivac, le dije. Entonces, hay me dice, otra vuelta me utiliza ¿no? Entonces, todavía me ofreciste otra vuelta, yo no puedo ir. Entonces, me pregunta , si oste no quieres ir, aquí te vamos a matar.
Al temor que me dijo eso, tenía que obedecerlo y dentro de eso le encuentro, cuando fuimos por ese, en la otra estancia, sus animales del ganadero, ahí estaban lleno. Y dentro de ese habían como diez, once personas. Otros con armamento, otros sin armamento y dentro de esos diez, habían dos mujeres. De hay, bueno ellos se juntaron, se conversaron. No sé que le habrán conversado. De hay yo le veo a uno de mis tíos que era también, había sido otilizado pa que hace conocer la estancia del ganadero y a ese me tío yo le veo en ese corral, detrás de un monte. Entonce, de hay entre ellos se hacen, ponen acuerdo de hay dicen oste me tiene que acompañar altura de Azángaro, pero nosotros no conocemos por esa ruta, le dijimos. Pero oste me tiene que acompañar nomás. Ya resistimos, como mi tío finado Abraham Huari, dicimos, nosotros no podemos ir. No tengo tiempo, tengo mis cosas, tengo mis hijos menores, yo nos le he preguntado. Si ostedes no quieren acá se quedarán muertos.
Al temor ese nosotros fuimos y ya llevó sus ganados del ganadero y dentro de ese nosotros ya, todo el día sin comer. Yo por lo menos desde las seis de la mañana, seis y media aproximadamente. Todo el día sin comer, en plena lluvia, todo mojado. Tanto de hambre, ya no estaban con, el otro me tío como era ya de edad, por lo menos tendría su, aproximado por lo menos ochenta años. Y ya me tío me contó, porque me duele los estómagos, empezó el cólico. De hay nosotros ya, digamos a uno de ellos, porque nosotros no podemos ir ya, porque me tío acá, hasta con cólico ya está. Entonces, ya un desierto, no se podía distinguir ¿en qué partes estamos?, porque cerrason lluvia. De hay uno de ellos se acerca al otro y se conversan y dentro de ese a nosotros nos llama. Se ponen alrededor, al centro nos ponen a nosotros y nos dicen ya: hasta acá, de acá se vuelven. Vuelven por donde que hemos venido. Y todavía nos alvierte dos, tres veces, pobres miserables si oste da un fallo a la polecía que está cercana acá puesto de Huanascar, a oste le vamos a matar todos sus familias. Así que no queremos, están alvertidos, no dijo. Entonces, en ese caso nosotros al temor regresamos nuestro casa, llegamos nuestro casa, de ahí era lejos ya, llegamos como siete de la noche, nuestros familias preocupados, que le habrá pasado. Dentro de ese se provecha el ganadero acusarnos una calumnia falsa, por robo y asalto. De robo asalto, sin pruebas, sin testigos.
De hay el ganadero pierde ese ficio con nosotros, ese nos acusan los comuneros de Tayamarca. Y de hay también no se quedó, nos acusan por terrorismo. Entonces, nosotros estábamos buscados tanto por polecía y tanto por terrorismo. Dentro de ese nosotros ya tenemos que estar escondidos por hay pero así nos capturaron, ya nos llevaron al, a la provincia de ellos, al juzgado y del juzgado nuestro manifestación, de hay pal penal. Del penal permanecemos nosotros proximadamente a dos meses, dos meses y medio. De hay nos pasaron pa Lima, de Lima nos llevaron a la carceleta, de carceleta a sótano, de sótano estábamos un día una noche, de ahí nos pasaron pa Castro Castro. Nosotros éramos de, de once comuneros que estábamos acusados por ese delito, sólo estábamos prisionero tres, los tres estábamos juntos. De ahí nos llevaron pa Castro Castro y nosotros enocentes no sabíamos ¿a qué pabellón nos lleva?, y jamás en la vida nosotros no hemos visto ese penal, quiera tono, entonces nos lleva. Había sido el pabellón Cuatro A, Cuatro B, desculpe. De hay la policía nos dice, este es un pabellón de los terrucos porque ostedes están, ostedes están acusados por terrucos. Entonces, ustedes tienen que estar acá, siempre. Bueno, como nosotros enocentes nos dejó pasar el pabellón, dentro del pabellón estábamos. De hay, pero a nosotros estábamos un tiempo ahí, estábamos por lo menos dos años ...dos años, cuatro, cinco meses en ese pabellón. Y esos Cuatro B hacían sus, hacían sus, se puede decir este daban lecciones a las personas que están todo adentro. Dentro de ese tenían por grupos, dentro de un grupo había uno que comandaban a un grupo, a quince, a doce personas. Entonces, daba un lección. Entonces, como una escuela y entonces tenía que dar ese lección que aprendió como un examen. Entonces, dentro de ese a mi persona, o a los tres que estábamos en ese penal no nos caía ese lección nada de la escuela. Entonces, nosotros nos relajábamos dentro de lo que nos relajábamos, ya estábamos mal vistos. De lo que estábamos mal vistos, ya de la celda, del premer piso, nos bajaron pal piso. Adecuenta, estábamos a un rincón aislados ya. De ahí, y comentaban ellos, cualquier día vamos a tener enfrentamiento con la policía y aquí ciertos moriremos, ciertos vivirán.
Y nosotros teníamos ese temor , dentro de ese, uno de nosotros tenía un amigo en pabellón este Cinco, pabellón Cuatro A. Cuatro A, no sé. De hay por ese intermedio nosotros salimos los tres un día de la visita. Agarramos nuestro cosita, al hombro salimos por la puerta. Nos quisieron detener, nosotros no queremos, nosotros vamos a otro parte, no queremos estar acá. Entonces, nos dejó salir. Fuimos al otro pabellón y hecho y hecho, de dos, tres días fue enfrentamiento con las mujeres, con la policía y de hay se fueron enfrentamiento ese pabellón que estaba nosotros con los varones. De hay en el otro pabellón nosotros mirábamos todo ¿no? De hay, después nos seleccionaron en ese pabellón ¿quiénes están por delito de terrorismo?, no sólo estaban los tres sino habían varios. Entonces, nos seleccionaron, nos sacaron pa otro pabellón. Entonces, de otro pabellón ya nos pusieron pal otro pabellón, todos los que están por ese delito. Y dentro de ese había un régimen cerrado, nosotros estábamos encarcelados, una carceleta siete, ocho personas. Ni siquiera no podíamos ni dormir, ni siquiera no podíamos asearse, nada. Entonces, dentro de ese sofrimos por nuestras visitas, porque estábamos incomunicados, no teníamos ni un apoyo adentro porque las policías nos trataban mal, hasta nos maltrataban y nosotros sólo nos quedaba soportar todo lo que pasaba. De hay poco a poco llegó nuestras vesitas, ya teníamos visitas pero también así, vista, vista, será pues cinco minutos o dos, tres menutos, ni siquiera conversar se via, por la luna. De hay pasamos todo esa perpetencia por culpa de un ganadero que nos acusó por esa falsa calumnia. De hay salimos pa nuestra audencia, dentro de este audencia, salimos en libirtad, absuelto.
Dentro de ese nosotros todavía, cierto estamos requisitoriados por terrorismo, no están borrados. Y aparte ese durante lo que estuvo los tres años en el penal, mis hijos menores han quedado abandonado, dejando de estudiar, mi esposa durante los tres años se ha puesto de trabajar para mantener a mis hijos menores, de tanto trabajo mi esposa hasta se ha tenido una enfermedad, se le ha complicado en estos días bien cortas, ella ha sido operada en dos oportunidades. Todo esto doy mi manifestación, señores, Comisiones de la Verdad y también quiero que nos, que nos dé algún este, pa mis hijos o sino pa mi esposa, por el cosa que estuvo tres años, ese sería todo mis pedidos señores.
Muchísimas gracias por su testimonio. Sabemos de lo que sufrió Tayamarca desde el ochenticuatro al ochentinueve, varias incursiones de Sendero y después posteriormente ustedes fueron detenidos como muchos más de sus comunidades. Es importante su testimonio para el informe que la Comisión de la Verdad va a escribir y seguramente vamos a seguir ampliando esta información con ustedes, pero agradecerles que hayan aceptado este testimonio que nos permite involucrar al resto de peruanos, en el conocimiento de lo que sucedió en su provincia. Muchísimas gracias.


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