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Primera Sesión, 25 de setiembre de 2002, 9 a.m. a 1 p.m.

CASO 6. Testimoniante Miguel Enrique Campos Valladolit y Celia Campos Mendoza

La Comisión invita al Sr. Miguel Enrique Campos Valladolit se aproxime para dar su testimonio. El caso que nos referirá el Señor Campos Valladolit sucedió en Chulucanas Departamento de Piura.
Por favor nos ponemos de pie,Señor Miguel Enrique Campos Valladolit, usted se presta a brindar su testimonio ante la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, también lo hace frente al país, formula usted solemnemente promesa de actuar con honestidad y buena fe y relatarnos la verdad de lo ocurrido.

Así es.

Muchas gracias, pueden tomar siento.
Señor Miguel Enrique Campos Valladolit, usted viene a participar de esta Audiencia Pública, no viene a comparecer ante un Tribunal de Inquisidores, usted viene porque tiene a su encuentro a la Comisión de la Verdad constituida por sus miembros que aquí estamos presentes, también vienen a ser escuchado por este Auditorio y por la Comunidad Nacional, en consecuencia como viene libre y voluntariamente a darnos su versión sobre la experiencia vivida por usted en el proceso de la violencia política y la violación de los derechos humanos, siéntate totalmente seguro y convencido de que va ser debidamente escuchado, le invito a iniciar su testimonio.

Muchas Gracias.

Testimoniante:
Mi saludo a los representantes de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, público presente y a la vez trayéndoles el saludo de mi familia entera de todos los que logramos la libertad, gracias a Dios, y también el saludo de los que están aún tras las rejas, porque ellos tienen el mismo deseo, la misma desesperación de estar libres como yo hoy en día.
El que habla, como ya lo anunciaron mi nombre Enrique Campos Valladolit de ocupación agricultor, padre de 8 hijos, me dirijo a ustedes trayéndoles, el sentimiento, el sufrimiento que viví durante 6 años de encierro 72 meses. Un día 25 de Noviembre del año 1992 a las 12:00 de la noche fui sacado de mi casa, acusado por algo que nunca cometí, y jamás hubieron habido pruebas para que yo fuera acusado, culpado y sentenciado por tal caso.
Fui llevado en una forma muy inhumana fue registrada mi casa, no se encontró absolutamente nada, e inclusive cuando ya estaba vendado mis ojos, y amarrados mis manos, escuche después que revisaron mi casa, revisaron todo, escuche hablar a un policía decir, tal como es la expresión de aquellos señores, que quizás no todos pero de algunos, dijo Teniente este hombre no tiene nada, no hemos encontrado absolutamente nada, no hay propaganda, no hay armas, no hay dólares, ni blanca hay tampoco, entonces yo pregunte, blanca que significa señor, al Teniente, yo sentía sus fierros fríos por todo el cuerpo que me apuntaban.
Y me dijo allá vas a confesar todo, allá vas a decir todo, él decía sin presencia de Fiscal, Juez, ni de nadie fui sacado de mi casa, llevado a la Dependencia Policial, ahí fui torturado muy fuertemente tanto corporalmente como psicológicamente porque en esos días se me advirtió que tenía que firmar una serie de papeles, sin que yo lo leyera, y que si yo me resistía a leer, que ellos eran capaces de mandar a quemar a toda mi familia a mi casa y regar propaganda de mi partido y al siguiente día me dijo para que compruebe de lo que soy capaz, yo te compro el Diario para que leas lo que ha sucedido con tu familia, luego te doy la ley de la fuga y te mato.
Y te arrojo por la pared a la calle, fue tan desesperante, mi situación que yo lo único que hice fue mirar al cielo y decir que hay un Dios bien justo, que El sabe y ve todo, y que ante esta justicia no nos vamos escapar nadie, y por el bienestar de mi familia tuve que firmar todo papel que se me dijo, yo les digo. Señores de la Comisión de la Verdad y público presente, y autoridades conscientes y justas un hombre de 42 años de edad, cargado de familia, de ocupación agricultor como era posible que se le acuse de tal o cual cosa, aún sabiendo que habían problemas en mi pueblo, si yo hubiera sido consciente de mi realidad o culpable me hubiera sentido, yo hubiera huido del pueblo, pero como alguien dijo, y hay un dicho que dice: el que la debe la teme, y el que no debe no teme.
Yo no tenía porque huir, ni escaparme de mi pueblo, ahí estuve y de ahí me sacaron, luego he sido traslado a Piura y cuando se abre el juicio. El Señor Juez, y el Señor Fiscal me dijeron: Aquí no se te va a pegar, no se te va hacer nada di la verdad, y cuando leen mi atestado el Señor Fiscal dice: tú eres agricultor, tú eres un hombre cargado de familia, porque te acusan así, que problema tienes tú con la Policía, yo le digo ninguno. Pero porque te acusan así, y me dijo, yo a ti, te diera la libertad inmediata, pero no puedo tendrás que ir a probar suerte a Chiclayo, y como hay un dicho que dice: El que tiene padrino se bautiza y el que no se queda moro.
Yo no tenía dinero, no tenía como afrontar la situación tuve que recibir sentencia, apelé a Lima. La Corte Suprema revocó la sentencia, se ventilo el caso, subí otra vez a juicio, benevolentemente los jueces me bajaron la sentencia, no acepté la sentencia, apelé otra vez a Lima, la Corte Suprema anuló el juicio otra vez, volví a subir, me volvieron a bajar 2 años más de pena, volví a apelar, volví a la Corte Suprema y empieza a revocar la sentencia, y en el cuarto juicio recién gracias a Dios alcancé la libertad después de 6 años de encierro, después de haber truncado el futuro de mis hijos, después de haber perdido a mi madre, después de haber perdido mi chacra, vender la mitad de mi casa.
Y venir a encontrar de mis otros 4 hijos pequeños unas criaturas desnutridos, llenos de burlas de menosprecios por algunas gentes que cuando los veían pasar, ahí van los hijos del terrorista. Gracias a Dios, hay un dicho que dice la justicia tarda pero llega, espero que hoy en día se ha creado esta Comisión de la Verdad, se esclarezca todo esto y que haya el paso verdadero, decidido y firme de llegar a la reconciliación porque no le guardo rencor a nadie, porque en la cárcel tuve la oportunidad de leer la Biblia, y pude conocer de cerca a Dios, el cual me demanda perdonar para ser perdonados, yo quisiera que la verdadera reconciliación se alcance, y que se alcance una paz con justicia, que se haga algo por nosotros, los que hemos salido y aún los que están adentro. Por favor que se haga justicia.
Se han destruido hogares, se han perdido vidas, yo quiero que se haga justicia, tengo una hija que gracias a Dios ha terminado la secundaria y gracias a un vecino que me regaló una media beca que le obsequiaron a él me la concedió y esta estudiando en un Instituto, pero créanme que es tan difícil la situación que a veces no tengo nada. Después de ella tengo un pequeño que ha quedado completamente traumado, de la nada llora el pequeño una sensibilidad única en él. Que me desespera y yo miro para atrás y no encuentro una mano que me diga ven levántate, pido a ustedes encarecidamente hagan algo, que Dios toque el corazón de cada uno de ustedes, permitan que Dios entre en sus corazones, hagan algo por nosotros, porque si no son ustedes, yo creo que llevarán un cargo de conciencia, que si un día algo pudieron hacer y no lo hicieron quizás se van arrepentir después porque hay un Dios que ve y que sabe todo y de él no nos vamos escapar.
Hoy en día, busquemos esa verdadera paz y reconciliación porque si no, no podremos avanzar, no podremos hacer nada, basta ya de odios, basta ya de injusticias, basta ya las crueldades, los menosprecios, hagan algo señores, les pido en el nombre del Señor Jesucristo hagan algo. Gracias.

Testimoniante Celia Campos Mendoza:
Buenos días, mi nombre es Celia Campos Mendoza, el señor que ha dado su testimonio es mi padre, él ha dicho todo lo que ha durante el tiempo que ha sido detenido, cuando mi padre fue detenido yo tenía 16 años, había un hermano mayor que mi pero estaba en el ejército, prácticamente yo quede como mayor de mis hermanos.
En el año 1992 yo cursaba el Cuarto año de Secundaria y a raíz del problema de mi papá faltaba al colegio, llegaba tarde, pero gracias a Dios siempre tuve el apoyo de mis profesores, a partir de ahí vivimos una vida muy desesperada, a veces no había para comer, yo iba donde mi abuelita ayudarle en sus quehaceres para poder traer un plato de comida para mis hermanos. Gracias a Dios termine mi secundaria, como dice un dicho a golpes y a porrazos no, pero le doy gracias a Dios porque siempre encontré apoyo de mis profesores de mis amigos que solamente me apoyaron en el colegio, si no que a pesar de que eran personas pobres me apoyaron económicamente porque a veces no teníamos para ir a visitar a mi Papá.
Yo recuerdo mucho cuando a mi Papá le trasladan a Picsi, yo salía todos los días del colegio, almorzaba en mi casa si es que había, sino lo que había para llevarle a mi Papá a Piura, tenía que venir al paradero y nos juntábamos todos los hijos, hijas que teníamos que ir a ver a nuestros padres presos, y esperábamos que se llene un ómnibus de pasajero y después teníamos que ir a pedir por favor que nos trajeron, porque no teníamos para los pasajes.
En esa ocasión yo llego a Piura y me doy con la sorpresa de que mi papá no estaba, no había justicia, no sabíamos el momento en que lo iban a trasladar a otro lugar, tuve que regresar triste a mi casa, llorando, no saber me dijeron tu Papá esta en Picsi, Chiclayo, eso fue todo nada más, ni siquiera como vas a ir, como vas a llegar, donde será Picsi, donde será Chiclayo, yo no conocía, ese día no pudimos hacer nada. Al día siguiente yo fui al Colegio y un profesor hasta ahora lo recuerdo mucho, un profesor José Luis a pesar de que él era una persona inválida él me dice Celia que pasa, tu estas bajando en tus notas en el colegio, tienes que preocuparte, tú Papá esta en la penal, pero tú tienes que salir adelante, yo le conté lo que nos había pasado, que no teníamos ni para la comida, el profesor me dijo no te preocupes espérate un momento y bajo y todos los profesores habían cobrado, todos daban su colaboración, mis amigas también de su propina y gracias a Dios yo ese día junte S/.50.00 Nuevos Soles y me dijeron hoy día a tu casa, para que veas como vas a ir a ver a tu papá.
Y llegue a mi casa, mi Mamá es muy trabajadora, hasta ahora por eso después de Dios, yo le agradezco a mi Madre, porque muchos de los chicos que sus papás estaban detenidos se retiraron del colegio, pero mi Mamá no, a pesar de que nos decían vamos para que trabajen, mi Mamá dijo no, tienen que terminar estudiar por lo menos su secundaria, y yo le conté a mi Mamá.
Mamá mira me han dado esto, lo primero que ella hizo me dijo Celia anda compra pollo porque mi Mamá vende cosas en la casa, me dijo anda cómprate 2 kilos de pollo y una señora que iba salir a Chiclayo me dijo que ella me iba a llevar, y mi mamá compro pollo y lo vendió y después de la ganancias dejo algo para la comida y juntamos para ir a ver a mi Papá, cuando yo llegué a Picsi, era un lugar muy feo, es un desierto, gracias a Dios hubo un Teniente ahí, era una persona muy buena, no recuerdo su nombre, porque cuando él me vio que yo estaba llorando porque no sabía a donde ir, me pedían un carné, me pedían una foto, me pedían una partida porque no tenía documentos.
Pero yo le decía, es la primera vez que vengo yo no se como es acá para ver, yo lo que quiero es ver a mi Papá, quiero saber como esta, y el señor se acerco y gracia a Dios él me hizo pasar y pude ver a mi Papá ese día, y desde ahí siempre cuando había dinero yo iba a verlo a mi papá, exponiéndome a muchos peligros, porque ustedes saben ahora la sociedad en que vivimos, tenemos que rogar a los guardias. Yo he sabido de chicas que han ido ahí, e incluso abusan de ellas, y ellas por ver a sus padres quizás accedían a cosas que no debían hacer.
Pero gracias a Dios yo nunca hice eso, pero habían guardias que cobraban S/.20.00 para permitir que yo vea a mi Papá, por 2 minutos, S/.20.00 que podían servir para el alimento de mis hermanos, tenía hermanos pequeños pero a ellos no les interesaba nada, pero a pesar de eso nosotros siempre hemos estado unidos y eso les digo a todos, mi familia es una familia muy unida. Todos mis hermanos en la casa ayudamos a nuestros padres y a parte de eso, si nos quisieron ver derrotarnos no lo han logrado, nosotros seguimos adelante.
Nuestro sufrimiento nos han enseñado muchas cosas, tanto es así que nosotros trabajamos en cargos sociales, ayudamos a personas me gustar organizar a los jóvenes, me gusta organizar a los niños y hacer obras de bien social, justamente yo le comentaba a la señora que me entrevisto que tenemos un caso de joven que esta delicado de salud, yo y otra señora hemos salido a pedir colaboración y nos estamos apoyando, hemos ido a visitar a un asilo de ancianos donde ni siquiera tienen los ancianos para comer, y estando en ese lugar yo recordaba mucho cuando iba a visitar a mi Papá, el ver a los ancianos encerrado en 4 paredes así estaba mi Padre y a pesar de eso nosotros estamos ahí luchando día a día.
Cuando mi padre se fue terminamos la secundaria y no pudimos seguir estudiando superior, por mi padre no estaba para apoyarnos, nosotros teníamos que ver la manera de alimentarnos día a día para poder ir a dormir, para no dormirnos con hambre, un hermano menor que mi, no ha podido venir, él tenía 14 años, él tuvo que ocuparse de la chacra, tenía que ir a ver limón, mango y salir a las 10 de la noche para llegar a Piura en la madrugada a vender, si avanzaba vender venía al colegio, y sino no, hubo un tiempo de agotamiento de llegar a la casa y salir nuevamente a comprar limón para nuevamente salir a vender sin dormir se quedó dormido en el carro y se le robaron todo el dinero, todo lo que traía.
Había personas que sabían en la condición en que nos encontrábamos, nos decían eres una hija de terrorista, a mi hermano le decían tú duermes en el suelo, era verdad nosotros dormíamos en un colchón en el suelo, pero no me da vergüenza, tampoco quiero que sientan pena, lo que yo quiero es que sepan todo el sufrimiento que hemos pasado que sirva de experiencia para que no vuelva a pasar, mi padre no fue terrorista, mi padre solamente fue un dirigente quizás campesino, y por ese hecho le implicaron como terrorista, cuando me decían yo no tenía vergüenza porque yo sabía que él no era terrorista, porque me supo educar con valores, a pesar de todo seguimos adelante apoyándolo.
Cuando él salió, estaba enfermo no podía trabajar, nuestra chacra se secaba porque mi mamá no podía ir, la gente se aprovechaba, nos robaban los limones se robaban la cosecha, pero a pesar de eso somos creyentes de Dios y siempre creíamos en Dios, y El nunca nos desamparó ni nos desampara hasta ahora a pesar de que somos pobres, y que a veces no tenemos para nosotros podemos conseguir para otras personas que lo necesiten, y vayan a la parroquia y pregunten en mi zona en todo lugar, nos gusta ayudar, nos gusta apoyar, porque así como nosotros pasamos esas necesidades hay muchas personas que pasan y peor, pero ahí estamos trabajando por los niños, por los jóvenes en la Catequesis, a pesar de que no nos pagan nosotros dedicamos ese tiempo al servicio de toda la comunidad.
Queremos pedir a la Comisión que vean por todos los casos hubieron muchos jóvenes que truncaron sus estudios como nosotros el dolor no nos van a borrar nunca, es una herida que quizás esta cerrada pero queda la cicatriz, y cuando lo escarbamos duele, hay mucho dolor, por eso yo les pido a los medios de comunicación que así como ellos se jactaron en decir esos terroristas, a mi padre le tomaron fotos, en una mesa llena de armamentos, de cosas de papeles que a él ni siquiera le habían encontrado, así como le hicieron ese daño, a su dignidad no solo a él sino a varios así también a los medios de comunicación que tengan el trabajo de limpiar la dignidad de esas personas.
Ni siquiera los dejaban hablar, los sacaban con los trajes a rayas como los peores delincuentes, pero saben yo nunca he tenido he tenido vergüenza de que mi padre haya estado en la cárcel hubiera tenido vergüenza si me hubieran dicho, tu padre a violado, tu padre a robado, tu padre a matado, pero nunca ha pasado eso, él estuvo preso porque hubieron autoridades corruptas, porque hubieran militares o policías que por el asenso hacían toda la destrucción que hicieron, por eso yo no me avergüenzo y estoy aquí dando mi testimonio para que se entere todo el Perú y todo el mundo entero de todas las injusticias que se cometieron, para que esto no vuelva a suceder aquí ni en otra parte.
No queremos que se tome revancha contra las personas que lo hicieron, contra los policías que los maltrataron, porque es horrible y ellos tienen hijos, y yo se que si les llegara a pasar esto sus hijos van a sufrir, pero no les guardamos rencor, solamente queremos que si nos están viendo y si nos están escuchando que por lo menos sientan un remordimiento de conciencia que vean todo el daño que han dejado, y que por lo menos den la cara y pidan perdón públicamente a las personas a las que agraviaron, en las cárceles ahora todavía hay mucha gente inocente.
Todavía hay hijos que lloran por sus padres, porque están detenidos, también quisiéramos ver eso, no solo por nosotros, sino por los que todavía están en la cárcel, para que también nos vean, las cárceles las personas salen agresivas, si son ladrones salen más ladrones, si son violadores salen peor, porque ni siquiera cambian el sistema carcelario la cárcel debe ser un lugar donde la gente salga renovada, donde la gente si cometió injusticias, que salgan con otra idea con ganas de trabajar y luchar por la vida.
No que salgan peor o que salgan a suicidarse porque no encontraron a su familia o porque no encontraron su casa, su hogar, porque lo perdieron gastando en juicios en pueriles, juicios donde la gente se aprovechaba, más los abogados se aprovechaban de la situación de los pobres, que no se olviden, que no queden en los papeles, que se haga una vigilancia y un seguimiento a todos los que se va entregar al Poder Judicial. Y a las autoridades no desmayen, quizás sean un trabajo voluntario, porque si trabajamos por los que necesitan es muy lindo es muy representable, yo se los digo por experiencia, porque yo en mi comunidad hago una labor social y ustedes saben en el trabajo social uno no gana, por el contrario a veces pierdes económicamente, pero por lo menos ganas el gusto de saber que estas haciendo el bien y ver que Dios te esta viendo, y El te ayudará, eso es cierto, porque gracias a el, nunca nos ha faltado para la comida, si nos faltaran otras cosas, pero nunca nos acostamos con hambre. Muchas gracias.

Por favor silencio.

Señor Enrique, existen todavía algunas peregrinas y aisladas opiniones que niegan la validez de este acto público, felizmente son pocas, y creo la mejor respuesta frente a ese hecho es su testimonio y su testimonio de su señorita hija, creemos en su indignación, en su impotencia en sus lágrimas en su reclamo de justicia, pero es bueno que sepa que la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, no es un Tribunal de Justicia, sin embargo somos competentes para hacernos eco de su justo reclamo y aún llegue a su término el encargo que hemos recibido, como ciudadanos desde la colectividad exigiremos que se haga justicia para todas las víctimas.
No solidarizamos con su dolor, con su pena, y muchas gracias por haber venido a compartir con nosotros toda su amargura y también la esperanza, porque Dios finalmente es justo y que esa justicia que se reclama tiene que llegar inexorablemente en algún momento. Gracias por haber venido.
Gracias a ustedes por regalarnos ese tiempo que es tan valioso, ese sacrificio que hacen ustedes de venir, de haberse reunido y estar acá para escuchar el clamor de todos quienes hemos sufrido y de quienes aún siguen sufriendo, estamos cansados de ellos, porque como repito son 72 meses que estuve recluido, he vivido y he conocido bien de cerca la vida como es en las cárceles y estoy seguro que Dios los va premiar grandemente un día, no se olviden del clamor de nosotros. Muchas gracias.


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