5- CASO : GISELA ORTIZ
PERA
Buenas Tardes muchas gracias, bueno mi nombre es Gisela Ortiz
soy hermana de ..................Ortiz Perea estudiante de
la Universidad Enrique Guzmán y Valle La Cantuta, quien
el 18 de Julio de 1992, fue detenido, desaparecido y luego
asesinado en compañía de ocho estudiantes más
y un profesor de la misma universidad por miembros del Grupo
Colina, es tarde hemos venido no sólo nosotras dos
a rendir testimonio sino nos acompañan otros familiares
de estas 10 personas y nos hemos hecho presente con estos
símbolos que siempre también nos acompañan
como son las flores y las fotos de nuestros familiares porque
en cada una de las tareas que realizamos a nombre de ellos,
los queremos tener siempre presentes, para que su compañía
nos de la fortaleza que necesitamos para poder seguir adelante,
bueno yo voy a brindar mi testimonio no solamente como familiar
sino como estudiante de esa casa de Estudios desde el año
1989 yo ingresé a la Universidad Nacional de Educación,
a partir del año 90 yo me interne en el Pabellón
de Damas de la misma Universidad, por la misma situación
económica que era bastante difícil y con una
forma de ayuda para poder continuar con los estudios, sin
tener que pagar una pensión una habitación,
mi hermano hizo lo mismo en el pabellón de varones,
y en ese entonces en el pabellón de damas vivíamos
aproximadamente 100 mujeres, en el pabellón de varones
eran tres pabellones que estaban semi derruidos por una intervención
anterior en los cuales nos bombardearon pero por suerte nunca
cayeron y así en estas circunstancias bastante difíciles
los varones un aproximado de 300 estudiantes ocupaban estos
pabellones también con la misma necesidad que tenían
de tener un lugar donde vivir, desde que llegué a la
universidad se vivía un clima bastante solidario bastante
humano entre todos los estudiantes, la mayoría de ellos
era de condición bastante humilde, la mayoría
también gente provinciana, que estábamos totalmente
compenetrados entre nosotros como estudiantes no solamente
éramos compañeros de la universidad, sino que
había cierta familiaridad entre nosotros los estudiantes
internos cuando uno de ellos se enfermaba veíamos la
forma de como conseguir los recursos económicos para
aliviar sus males y hacíamos nuestro el dolor de cada
uno de ellos, si bien es cierto en la Universidad desde años
atrás teníamos la presencia de los grupos de
izquierda los que estaban legalmente reconocidos, también
había una cierta influencia de los grupos subversivos
como son Sendero Luminoso y el MRTA, pero que de ninguna manera
significaba que cualquier Cantuteño sea terrorista,
sin embargo ya teníamos en nosotros esa estigma que
ser Cantuteños era igual a ser terrorista, pese a esas
dificultades nosotros como estudiantes tratábamos de
esclarecer estos hechos tratábamos de demostrar con
nuestras actitudes que de ninguna manera estábamos
ligados a ningún movimiento subversivo, inclusive con
nuestro mismo desempeño académico, que era fácil
de comprobar, éramos estudiantes buenos así
que no teníamos ningún temor de que esas sospechas
cayeran sobre nosotros, sin embargo ya se vivía todo
un clima de ir amenazando a la Universidad La Cantuta a través
de los medios de comunicación quienes en diferentes
oportunidades sacaban informaciones de que La Cantuta eran
nidos de terroristas, de que en los internados especialmente
de varones vivían las cúpulas militares de Sendero
Luminoso, creando o preparando el camino para la intervención
militar, nosotros como estudiantes por supuesto estábamos
totalmente en contra de cualquier tipo de intervención
porque sabíamos que esas intervenciones iban a ser
violentas, iban a ser agresivas para los estudiantes, en el
año de 1991 en mayo específicamente el Sr. Fujimori
decide intervenir la Universidad La Cantuta, nosotros como
estudiantes desde la noche anterior vimos como habíamos
sido rodeados todo el perímetro de la universidad por
miembros del ejército, y decidimos no permitir el ingreso
a la Universidad La Cantuta, en la mañana cuando nos
levantamos y después de tomar el desayuno, la puerta
de ingreso a la Universidad ya estaba completamente cerrada
con carpetas con palos y Fujimori decidió ingresar
por la parte posterior que era la puerta de ingreso a la vivienda
de los docentes, nosotros como estudiantes internos también
salimos para impedir el ingreso, hecho que Fujimori se ocultó
en la primera vivienda que encontró, por el rechazo
justamente de los estudiantes nosotros como estudiantes fuimos
reprimidos con balas nos tuvimos que tirar al piso y para
evitar que alguna de estas balas cayera sobre nosotros y algunos
de los estudiantes internos sacaron tomates podridos del comedor
de estudiantes y empezaron a tirar tanto a Fujimori como a
toda su comitiva, creo que este fue el hecho que de alguna
manera marcó el odio que luego Fujimori tendría
a la misma Universidad La Cantuta, por el rechazo y por la
misma vergüenza que le habíamos hecho pasar cuando
el creyéndose triunfador trataba ingresar a la universidad,
bueno desde ese día varios de los estudiantes internos
ya fuimos señalados como subversivos y fuimos ya víctimas
de persecución, de amenazas constantes, la mayoría
de estudiantes internos sabíamos que iba a ver una
intervención esa noche, y nos retiramos a la casa de
nuestros familiares sin embargo se quedaron aproximadamente
60 estudiantes en las viviendas los cuales fueron traídos
todos hasta la DINCOTE donde permanecieron 15 días
para la investigaciones de ley, sin embargo durante los quince
días no lograron vincular a ninguno de ellos en ningún
movimiento subversivo y todos fueron puestos en libertad,
desde el momento que los militares ingresan a la universidad
definitivamente el clima se tornó bastante hostil,
aproximadamente por dos semanas no hubo atención tanto
para los estudiantes como para el personal administrativo
dentro de la universidad, los pabellones de varones fueron
tomados por el ejército, todas las pertenencias de
los estudiantes fueron sacados, y muchos de los estudiantes
perdieron muchas de sus pertenencias y quedo totalmente prohibido
ingresar a estos pabellones, bueno al pabellón de damas
todavía nos permitían ingresar a sacar algunas
de nuestras cosas, en el mes de Junio estos tres pabellones
fueron totalmente dinamitados y los estudiantes varones se
quedaron en la calle sin tener donde vivir, bueno nosotros
como estudiantes internos en forma solidaria empezamos a exigir
que la universidad de alguna manera asumiera darles un lugar
donde vivir principalmente a los estudiantes que eran de provincia,
quienes no tenían familia en Lima para poder alojarse,
con tanto esfuerzo conseguimos que la Universidad nos diera
dos oficinas, dos locales bastante amplios que en realidad
funcionaban como oficina y que contaban con un solo baño
ahí se instalaron los camarotes que nos dio la universidad
y se instalaron 60 estudiantes varones, en el pabellón
de damas todavía quedábamos alrededor de 60
estudiantes, en ese entonces yo era dirigente del Comité
de Internos de la universidad y Robert Teodoro Espinosa, uno
de los estudiantes asesinados, era dirigente del internado
de Varones, las constantes carencias que teníamos como
estudiantes de atención por parte de las autoridades
tanto en el comedor de estudiantes, tanto en el centro médico,
y el mismo nivel académico que por entonces ya estaba
en crisis en la universidad, hacía que nosotros como
estudiantes constantemente nos organizáramos para salir
en movilizaciones, cada una de estas movilizaciones era reprimida
en forma violenta por los militares quienes no tenían
ningún temor de disparar para dispersarnos, todavía
los movimientos estudiantiles de dirigencias, tanto de los
trabajadores como de los docentes era fuerte en la universidad,
poco a poco estos movimientos también por esta misma
negativa por parte de los militares quienes tenían
el control absoluto de la universidad fueron perdiendo estabilidad
dentro de la universidad, de los dirigentes estudiante en
realidad los que convocábamos a cualquier tipo de movilización
éramos los estudiantes internos, quienes directamente
nos sentíamos afectados por la vida misma que se daba
dentro de la universidad , se había implementado un
toque de queda dentro de la universidad que se daba desde
las 9.00 p.m. hasta las 6.00 a.m. en ese horario nosotros
no podíamos transitar libremente por la universidad
y si por algún motivo llegábamos tarde tampoco
se nos permitía el ingreso, bueno los compañeros
varones no podían ni siquiera acercarse al pabellón
de damas porque estaba totalmente prohibido y pese a que muchos
tenían familia como el caso de mi hermano, y se les
explicaba las razones o las necesidades por las cuales ellos
nos buscaban para cualquier requerimiento siempre éramos
agredidos verbalmente como damas nosotras constantemente hemos
sido objeto de insultos y amenazas por parte de los soldados,
ellos se habían establecido, acantonado en el lugar
denominado la capilla, en un inicio pues era un contingente
bastante grande aproximadamente 300 soldados, poco a poco
fueron desapareciendo pero ese era lugar de tránsito
obligado de nosotras como mujeres para poder dirigirnos a
nuestros pabellones, cada que teníamos que pasar por
allí teníamos que escuchar lo que a ellos se
les ocurría insultarnos, este clima hacía que
muchas veces mucho de los compañeros varones hayan
tenido agresión física por parte de los soldados
es el caso del compañero Felipe Flores Chipana, en
el caso de mi hermano, que habían llegado inclusive
a los golpes por este tipo de atropellos que cometían
los militares, ya en el año 92 dentro de la universidad
el que estaba el mando era el teniente Aquilino Portela, más
conocido como el teniente Medina, no se porque razón
me imagino yo que por nuestra constante actividad estudiantil
porque como estudiantes internos éramos más
fáciles de identificar dentro de cualquier tipo de
movilización, el nos tenía un odio, no perdía
oportunidad para amenazarnos de muerte y en forma particular
lo había hecho como cuatro veces, a mi hermano también
lo había hecho, entonces nosotros estábamos
en constante zozobra de que nos pudiera pasar algo, el día
miércoles 15 de julio del año 92 hubo una asamblea
universitaria, en la cual se debía elegir a las nuevas
autoridades, esta asamblea había sido ya programada
con anterioridad pero lamentablemente no se podía concretar
ese día nosotros como estudiante Bertila Lozano era
la que estaba dirigiendo decidimos sacar una movilización
en contra de una huelga que los profesores querían
iniciar porque una huelga significada un abandono de la Cantuta
como universidad y un peligro para que esta ya sea cerrada
o no se vuelva a tener las actividades académicas,
nosotros como estudiantes salimos en movilización dirigiéndonos
hacia el Auditorio de la Universidad donde se estaba llevando
a cabo la Asamblea Universitaria y detrás nuestro venía
Aquilino Portela con todo su batallón de soldados,
cuando ingresamos al Auditorio Aquilino Portela ordenó
cerrar las puertas del Auditorio de la universidad y subió
al anfiteatro y empezó a ordenar, Bueno en este momento
me disparan a todos, acá todos se mueren ya empezó
la tercera guerra mundial, el era un tipo bastante abusivo
creo que hasta enfermo, el Profesor Hugo Muñoz se paró
y le dijo tengan Uds. un poco de cordura y dese cuenta de
lo que esta Ud. ordenando que Ud. va a iniciar una matanza
por gusto. Aquilino Portela se bajó y se paró
delante del profesor Muñoz y le dijo Ud. se me calla
la boca, bueno yo soy acá un profesor de la Universidad,
en cambio Ud. no es nada, y no tiene ni siquiera autoridad
para callarme la boca, nosotros empezamos que estábamos
en primera fila en compañía de Dora Ollague,
Bertila Lozano y otra compañera interna empezamos a
gritarles asesinos, así que vino hacia nosotros y nos
dijo: ya se jodieron, ustedes se van a morir, bueno como estudiantes,
en ese momento se suspendió la Asamblea, definitivamente
no había las condiciones para continuar adelante y
creo que todos nos dimos cuenta que iba a ver, aparte de la
intervención misma que había iba a ver algún
tipo de represalias contra los estudiantes que habíamos
participado en la movilización, yo fui a buscar a mi
hermano para decirle bueno nos tenemos que ir a Lima porque
seguro que van a intervenir los pabellones o nos van a detener,
no hacía falta tener alguna prueba que te vincularan
con algún movimiento subversivo, ya con anterioridad
en el pabellón de damas había sido detenida
Margarita Mariño Figueroa, hermana de uno de los desaparecidos
en su dormitorio encontraron un cancionero con las canciones
del profesor Ricardo Dolorier, quien en ese época eran
sindicadas como subversivas y por esa razón ella ya
estaba en el penal hacía más de un año,
entonces nosotros teníamos temor no por nuestra participación
violenta o subversiva sino porque si se nos sembraba pruebas
así que no encontré a mi hermano por ningún
lado, me encontré con Felipe Flores Chipana, y le dije
parece que va a ver una intervención en los pabellones
sería mejor que nos fuéramos a otro sitio, al
parecer casi todos los estudiantes ese día salieron
lamentablemente al día siguiente ocurrió lo
de Tarata y me imagino yo como un afán de querer buscar
una venganza o buscar gente que se hiciera responsable por
este hecho el día de amanecida del día 18 ingresaron
a la Universidad, yo no voy a hablar con mayor detalle de
los hechos porque eso lo va a hacer Carmen, pero yo creo que
si para nosotros como estudiantes esta intervención
significó el truncamiento de nuestras ilusiones de
nuestros proyectos personales, creo que el Grupo Colina no
solamente me quitó a mi hermano, me quitó a
mis compañeros sino también me ha quitado 10
años de mi vida, porque definitivamente después
de todo lo que hemos vivido, no creo que levantarse cada día
sea volver a vivir nosotros estamos tratando de sobrevivir,
es difícil soportar este dolor este drama, a mi me
tocó encontrar a mi hermano, en noviembre del 93 el
único cadáver entero que encontramos, de estas
diez personas y tenía tres cartuchos de bala en la
cabeza, esa fue la maldad con que estos asesinos me devolvieron
a mi hermano definitivamente desde entonces la vida que llevamos
como familia no puede ser una vida normal, nos han desintegrado
nos han creado grandes traumas, para mi no es fácil
venir este día acá, a exponer mis sentimientos
frente a ustedes, pero yo tengo un compromiso moral con mi
hermano porque yo se que él hubiera hecho lo mismo
por mi, tengo un compromiso con mis compañeros porque
se que ellos tuvieron una vida una vida coherente una vida
solidaria, porque se que han sido personas buenas, capaces
de dar de donde ni siquiera tenían, todos ellos han
sido estudiantes humildes que se esforzaron por mantenerse
dentro de la universidad, y que de repente el único
delito de algo que se les puede acusar ha sido de ser cantuteños
porque lamentablemente en esa época ese era ya un delito,
eso era ya sindicarse como terrorista nosotros a lo largo
de estos 10 años hemos tratado de explicar quienes
han sido ellos, hemos tratado de decir la forma como ellos
han vivido, de los hogares que ellos provienen de hogares
humildes que con mucho esfuerzo se podían mantener
en los estudiaos superiores sin embargo todavía mucha
gente justifica esta matanza como justifica muchas matanzas
tal ves para ocultar nuestra falta de solidaridad tal ves
para ocultar el hecho que en algún momento dejamos
de ser humanos y dejamos de ser sensibles al dolor de los
otros, y eso también es una autocrítica porque
quizás en ese momento que ya se vivía el clima
de violencia no éramos capaces de salir adelante y
decir no más muertes y decir no mas desapariciones
y tuve que esperar que mataran a mi hermano, que mataran a
mis compañeros para entender este difícil drama,
yo sólo espero que con este testimonio que realmente
me cuesta dar, sirva siquiera para que en adelante no se vuelva
a cometer estos crímenes, lo que nosotros intentamos
como familiares es realmente tocar el corazón de cada
uno de ustedes para que de alguna manera podamos ser capaces,
de desterrar esa indiferencia ese individualismo que solamente
se ocupa de un desarrollo personal y dejamos de lado el sufrimiento
de la otra persona, realmente lo que yo deseo de la comisión
de la verdad es humanismo es solidaridad y que me informe
que ustedes vayan hacer y que el trabajo que ustedes están
realizando lo hagan pensando en el dolor de las víctimas,
nosotros como familiares jamás pedimos ser víctimas
a nosotros nos obligaron de alguna manera asumir este papel
que lo hemos hecho si con mucho cariño por nuestros
familiares sacando fuerzas inclusive de donde no las teníamos
haciendo frente especialmente frente a un gobierno que tenía
mucho poder con muchas amenazas pero de ninguna manera con
temor y si el día de hoy me ven derramar lágrimas
lamentablemente creo yo como van pasando los años me
estoy volviendo más sensible, es difícil poder
controlar mis emociones pero no son lágrimas de debilidad
sino de dolor, de indignación, porque diez años
después todavía duele saber que Martín
Rivas puede seguir haciendo su vida tranquilo, sin que estas
muertes les pesen, todavía nos duele saber que existe
un asesino Fujimori viviendo en Japón sin que estas
muertes les sean castigadas, nosotros si esperamos a través
de la Comisión de la Verdad conocer exactamente que
fue lo que pasó en la Cantuta sabemos que hay responsabilidades
inclusive de muchas autoridades, que se mostraron indiferentes
que por ocho años hasta el año pasado ni siquiera
nos permitieron cada 18 de Julio reunirnos en la universidad
para recordar a nuestros familiares no como mártires,
no como héroes sino como han sido como humanos como
personas porque a nosotros si nos importaba que en La Cantuta
quede ese recuerdo de lo que ha ocurrido quede ese recuerdo
de esos años de violencia que hemos vivido y porque
a través de estas muertes tal vez podamos evitar que
otras muertes ocurran si me parece importante el hecho que
el día de hoy por ejemplo la Universidad de Huancayo
decida hacer un muro de la memoria donde se pueda escribir
el nombre de cada uno de nuestros desaparecidos, de nuestros
asesinados, nosotros también luchamos por dignidad
para que nuestros muertos no sean un número ni para
que nuestros muertos sean simplemente terroristas sino para
que ellos sean reconocidos en su dignidad de seres humanos
y así como hacemos un moro de la memoria, seamos también
capaces de hacer un muro donde escribamos el nombre de cada
uno de estos asesinos que en realidad han desintegrado familias
enteras, bueno como joven lo que puedo esperar es que ojalá
nuestro país cambie ojala nosotros como peruanos estemos
en la capacidad de querer construir un país diferente,
quien no quisiera vivir en reconciliación, en paz,
pero definitivamente para llegar a esta reconciliación
necesitamos conocer la verdad y necesitamos que se haga justicia
como familiares nos es difícil pensar siquiera en una
posible reconciliación cuando todavía no vemos
a los asesinos pagando sus culpas y esto no es pedir venganza
pedir venganza sería quitarle un hijo a Martín
Rivas, y hacerle lo que el a hacho con nuestros sus familiares
desaparecerlos, asesinarlos, quemarlos, como ha hacho con
nosotros, nosotros no estamos pidiendo eso sino que sean sancionados
y que paguen realmente por lo que han hecho, definitivamente
en varias oportunidades hemos intentado rehacer nuestras vidas
lo hemos intentado igualmente volver a nuestros estudios,
lamentablemente en la misma universidad La Cantuta el año
pasado cuando yo fui a querer renovar mis estudios me dijeron
que había pasado mucho tiempo y que ya no podía
volver a hacerlo y este difícil reintentar empezar
de nuevo es porque justamente la sociedad misma no nos ayuda
durante la década de los 90 cuando buscábamos
trabajo, queríamos ver la forma de ayudarnos económicamente
teníamos ese estigma de ser familiares de las víctimas
de La Cantuta y ahora todavía ese estigma nos persigue,
y nosotros definitivamente queremos de repente ya no ser personas
normales porque ya no nunca lo podremos ser, porque esos recuerdos
nos han marcado para siempre porque para nosotros todavía
nos es difícil tratar de olvidarlos definitivamente
sabemos que tenemos que cargar con nuestros recuerdos de repente
en forma permanente , pero si queremos un país diferente,
tal vez para las futuras generaciones tal vez para los hijos
que queramos tener para que en algún momento con el
esfuerzo que pongamos sobre ellos, ellos no sean tampoco desaparecidos
ni asesinados creo que es tarea no solamente de la Comisión
de la Verdad sino es tarea de todos nosotros.
|