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Audiencias Públicas de Casos en Huanta

Primera Sesión, 11 de abril de 2002, 9 a.m. a 1 p.m.

Caso 1. Testimonio de las señoras Alicia Velásquez viuda de Sedano,
Eudocia Gavilán viuda de Reynoso y Gloria Mendívil de Trelles

Doctor Salomón Lerner Febres.
Por favor, señores, por favor, guardar silencio que vamos a empezar.
Señoras, señores, nos aprestamos a iniciar la segunda audiencia pública de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, antes de declarar formalmente abierta esta primera sesión de la segunda audiencia pública permítanme expresarles lo siguiente, la Comisión de la Verdad y Reconciliación fue creada por el gobierno el cuatro de junio del 2001 por medio del Decreto Supremo 065 de la Presidencia del Consejo de Ministros y ampliada luego el cinco de diciembre del 2001 por medio de la Resolución Suprema 438, también de la Presidencia del Consejo de Ministros. Su fin, esclarecer los graves crímenes y violaciones de los Derechos Humanos que sacudieron a nuestro país entre mayo de 1980 y noviembre de 2000.
La creación de la Comisión se fundamenta en el principio más elemental que consagra la Constitución del Perú, la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad. Es nuestra convicción que la grave situación de violencia que hemos sufrido durante las últimas décadas, tiene su causa en el olvido de este principio. La dignidad de la vida humana, fue considerada como un valor inferior a la obtención o a la conservación del poder político; esta negación de la vida como valor fundamental no sólo ocasionó los diversos crímenes que esta Comisión investiga, sino que creó el manto de impunidad que protegió a muchos de los culpables.
Ahora bien, la impunidad no hubiera sido posible sin el silencio, el silencio impuesto a las víctimas que se vieron obligadas a callar su verdad, debido al injusto estigma social que pesaba sobre ellas, el silencio de los perpetradores que deseaban ocultar sus graves crímenes, el silencio de todos los peruanos que muchas veces preferimos callar por temor o por falta de solidaridad. Las audiencias públicas de la Comisión, por tanto, buscan reafirmar la dignidad de las víctimas y expresarles la solidaridad del país con sus sufrimientos, desean convertir sus testimonios en un poderoso instrumento pedagógico, para que la ciudadanía conozca la verdad y asuma la necesidad de defender los Derechos Humanos, persiguen enriquecer la investigación de nuestra Comisión incorporando la experiencia directa de las víctimas; las audiencias públicas son en efecto, una instancia en la que la Comisión de la Verdad y Reconciliación quiere dar la palabra a quienes durante muchos años tuvieron que soportar en silencio numerosos atropellos y crímenes imposibles de describir.
Deseamos poner fin a ese silencio, y hacer que todo el país escuche y comience a sentir como propia esa tragedia, comprendamos, pues, el sentido real de estas audiencias, apreciémoslas en su justo valor. Este es un espacio y un tiempo que pertenece a las víctimas, esta es una ocasión para que ellas cuenten la dura historia que vivieron y para que el resto del país les brinde el reconocimiento por tanto tiempo negado. No serán estas audiencias un escenario para el debate de ideas, ni para la confrontación de versiones; no son, tampoco, juicios que la Comisión lleva a cabo para emitir un veredicto sobre los casos presentados, son momentos para la escucha respetuosa y compasiva, y sobre todo para la dignificación de las víctimas, para recuperar el recuerdo de quienes fueron muertos, para la oír la voz de quienes fueron humillados. La Comisión de la Verdad y Reconciliación es sensible y respetuosa del valor absoluto de cada ser humano. Por ello, es para nosotros inaceptable establecer diferencias entre las víctimas. Todo ser humano asesinado, torturado, vejado de un modo u otro, merece nuestra consideración.
Queremos, por ello, llegar con nuestro mensaje de reconocimiento y respeto a todas las víctimas en todas las zonas del país, y así lo haremos en la medida que nos lo permitan el tiempo y nuestros recursos. Durante la presente audiencia en la ciudad de Huanta, los comisionados recogeremos diversos testimonios ilustrativos, del conjunto de los crímenes y violaciones ocurridos en estos lugares. Los declarantes que hoy y mañana han de presentarse lo hacen libremente, sin responder a presiones de ninguna especie, con el solo deseo de contribuir a la memoria histórica del país, y alentar el compromiso de la ciudadanía con la dignidad fundamental de la vida humana.
La Comisión, y con ello termino, agradece a los declarantes y a sus acompañantes y al público en general por su presencia en esta audiencia. Agradecemos también a los invitados internacionales que ofician de observadores, y a los cientos de miles de conciudadanos que nos acompañan a través de los medios de comunicación masiva, al mismo tiempo queremos recordarles que la transparencia de la Comisión y la valentía de los declarantes deben ser complementadas por la actitud serena y respetuosa del público presente, por lo que les pedimos el más absoluto respeto por la dignidad de los declarantes. Les pedimos, además, respetar el orden y el manejo del tiempo en esta audiencia, absteniéndose de manifestaciones que pudieran afectar el uso de la palabra por parte de los declarantes. Y con esto dicho, doy por iniciada la segunda audiencia pública de la Comisión de la Verdad y Reconciliación en la ciudad de Huanta el día de hoy, once de abril de dos mil dos.
Invitamos a que se acerquen a prestar su declaración las señoras Alicia Velásquez viuda de Sedano, la señora Eudocia Gavilán viuda de Reynoso, y la señora Gloria Mendívil de Trelles.
Esta es una sesión solemne y en todos los casos que se presenten la Comisión, a través de mi persona, solicitará a los declarantes un compromiso de expresar su relato con veracidad y con honestidad; procederemos, pues, a pedirles este compromiso. Les solicito se pongan de pie, señora Alcira Velásquez viuda de Sedano, señora Eudocia Gavilán viuda de Reynoso, señora Gloria Mendívil de Trelles. ¿Formulan ustedes promesa solemne de que su declaración la harán con honestidad y buena fe y que por tanto expresarán sólo la verdad en relación a los hechos relatados?

Voces de las testimoniantes.
Sí, juro.

Doctor Salomón Lerner Febres.
Muchas gracias, pueden tomar asiento.

Voz de una comisionada.
A nombre de los comisionados, queremos darles la bienvenida y agradecerles, que hayan aceptado compartir con nosotros y con la sociedad peruana entera lo que les pasó a sus seres queridos, y que esto sirva para que esos jóvenes, que tal vez no conocen o no vivieron esos años, puedan también recordar y conocer lo que les pasó a ustedes. Les doy la palabra y les agradezco que puedan empezar.

Señora Alcira Velásquez viuda de Sedano
Buenos días a todos presentes, a toda la Comisión de la investigación. Yo, la esposa de Jorge Sedano. Lo ocurrido fue muy... para mí ha sido muy doloroso, al enterarme de la masacre de todos ellos y al quedarme con seis hijos, el mayor de veinte y el último de nueve, yo soy modista y trabajaba en mi casa, ayudaba a mi esposo.
Mi esposo era muy afanoso en su trabajo, muy a fondo... Él se dedicaba mucho, él se iba muy temprano a la... al diario La República, él fue el fundador, era muy alegre, muy amoroso para sus hijos, le enseñó... desde muy niño les enseñó a sus hijos todos los secretos del... de su trabajo, cómo tomar todas... las fotos, el gráfico todo, ¿no? Porque él se reunía los días de descanso, y se sentaba con todos sus hijos, él iba, entraba, me ayudaba también en mi trabajo, a veces él se sentaba y me decía, su palabra era, Muñeca, siempre me acuerdo, y decía así, yo algún día voy a morir luchando, porque hay muchas injusticias que está pasando en Ayacucho.
Yo voy a viajar, yo le digo, pero cómo vas a ir, le digo, así te va a pasar, ¿no? A mí no me pasa nada, yo estoy acostumbrado y conozco todos los rincones de Ayacucho, porque él antes iba para... para Caminos del Inca, él siempre hacía todos los reportajes y con mi hijo el mayor le acompañaba, mis hijos; y así él una... una, eso ya me dijo ya meses antes que se vaya, me dijo, voy a ir y no te preocupes que yo sé que tú, si me pasa algo, yo sé que tú vas a... mis hijos van a quedar en buenas manos, porque tú tienes una clientela hecha y no van a sufrir mis hijos, y ya pues, él se fue... se fue al periódico, después ya me dijo, ese día no vino él a dormir, vino al día siguiente a las siete de la mañana, llegó y me dijo, ya está listo mi ropa. Y sí, yo le cosía a él sus conjuntos. Le gustaba mucho, ¿no?, esos safaris y él me dijo, me lo vas a terminar, yo quiero llevar mis tres conjuntos. Y yo me dediqué a eso y, bueno, se los llevó, y llega en la mañana y ya apurado, ya, pues, se despide de sus hijos, de mí también, ya, chau, chau, ni hubo tiempo ni siquiera de abrazarnos, todo; y yo le digo, cómo es posible, tú te vas y apareces recién, le digo, así no, le digo, así; y se fue, vuelta regresó a las dos horas, regresó, y le digo, oye qué pasó; no, el avión me dejó, así que ya al día siguiente voy a viajar. Y ese día ya se quedó.
Parece yo sentí un presentimiento, le dije a... yo tenía una señorita que me ayudaba en la costura, le dije, vamos a estar todos juntos, vamos almorzar todos juntos con mis hijos, mi esposo, todo. Me dediqué a él, a hacer, a atenderlo; y al día siguiente ya él a las seis de la mañana partió, sus dos hijos le acompañaron... le acompañaron en irse, y ellos mismos dos fueron a traerlos a su padre ya después de todo lo sucedido.
Ya él se fue, una semana estaba acá en Ayacucho, y no... no llegaba y ya la siguiente semana ya, yo sentía un presentimiento, soñé yo la masacre de ellos, soñé, tuve un sueño real y le dije a mi hijo, Jorge se llama mi hijo mayor, hijo, le he soñado a tu padre, que... questaban corriendo desesperados por unas alturas y aparecieron unos hombres de vestido de mancha con metralleta y lo mataron a tu padre, y ahí me recordé, y mi hijo me dice, no mami, me dice así, no te preocupes que mi padre sabe cuidarse, no le va pasar nada; pero todo eso fue un día veintiséis, para amanecer día miércoles.
Yo estaba... seguía trabajando y mi hijo me dice, mami ha pasado la noticia, pero dos están desaparecidos, pero no te preocupes mami, se pasó la semana ya, y ahí vino ya toda la comisión... del diario La República, Charito, todos ellos, y me asombré digo, qué raro que vienen a visi... yo no me enteré todavía en las noticias, porque mi trabajo yo estaba allí, pero el que vio las noticias, fue mi hijo, el menor. Estaba en la casa de unos amiguitos y él vio cuando lo desenterraron a su padre, todo; mi hijito nunca me dijo nada, pero después ya me enteré que él estaba enfermo se había traumado, porque él había visto, pero yo no lo había visto. Fue atroz cuando eso yo lo vi, después de muchos años, y ahí ya, yo no podía creer que él se haya pasado eso, no podía creer yo... yo me amanecí toda la noche sin dormir, al día siguiente quería ver. Le digo a mi hijo, cómprate todos los diarios, para saber; pero ya la noticia ya se sabía, y así fue muy duro para mí durante tantos años.
Yo lo que ahora yo pido que se haga justicia y que sean castigados los verdaderos... los verdaderos asesinos, que hasta la fecha estarán ellos gozando de todo, mientras los familiares, las madres, las esposas, los hijos estamos abandonados. Yo quiero ahora que esta Comisión que se ha formado, que se haga y que se investigue bien que sean castigados los verdaderos culpables. Eso es para mí ¿no?, y mis hijos tamién eso dicen, sí mami, me dicen.
Así, ojalá que se encuentren los culpables, que sean castigados y si no se... y si no hay justicia; ante la ley... algún día se hará justicia, pero la justicia de Dios, eso nunca... ahí nadie... nadie se pierde, porque Dios esta viendo todo, Dios ve todo gracias a Dios yo lo saqué adelante a mis hijos y mis hijos ya son jóvenes, vivo con mis hijos, para qué, terminaron, luché duro, duro, yo no tuve ayuda de nadies.
Sólo él único que nos dieron el gobierno fue una casa; solamente la casa. No es eso, tenemos hijos menores, que estaban estudiando... ya eso lo que yo ahora, yo quiero, más reclamo que... que se descubra la verdad. A eso he venido, para que se haga justicia y que sean castigados los verdaderos asesinos de la masacre de todos los... y que no hayga otra masacre más. Eso yo ruego, que no se repita otra masacre más, otra, tantas matanzas, tanto desaparecidos. Eso es, gracias.

Señora Eudocia Reynoso viuda de Gavilán.
Bueno, yo vengo a nombre de las otras viudas, mis compañeras, como lo digo yo, soy esposa de Félix Gavilán Huamán, me llamo Eudocia Reynoso, viuda de Gavilán. Bueno, señores, yo aquella vez vivía en Ayacucho con mi esposo. El, nosotros éramos muy jóvenes y conversábamos todo lo que hacía él de día, todo lo que pasaba, entonces un día él me dijo, el veinticuatro de enero, me dijo, mira, Chola vamos hacer un viaje hacía Uchuraccay. Estamos yendo a pedir permiso al general Noel, regresó en la tarde. Que no, no, no se ha podido, no nos ha dado. Al día siguiente han insistido, otro día han insistido otra vuelta, entonces, bueno, total, tenemos que sacar... lo que es la verdad, porque esa matanza que hicieron a esos cinco niños en Huaychau, no han matado los campesinos, sino eso lo han hecho los militares, porque mi esposo era un muchacho muy inteligente, él ha estudiado agronomía, él era agrónomo, ha sido periodista, era un padre muy dedicado a sus hijos, era un hombre muy amoroso, me amaba a mí y amaba a sus hijos.
Entonces el veintiséis de enero, la desgracia para mí, un día, un mal recuerdo, un día, una desgracia para mí, entonces, ese día, yo dije, que no vaya pero me dijo, sí Chola, tengo que cumplir con mi deber. Bueno, yo le llevé hasta la puerta del hostal Santa Rosa... (sollozando) yo le llevé, me despedí de él, me dijo, voy a volver en la tarde, cocíname lo que me gusta. Bueno, pasó ese día, se fue, me quedé llorando, me tomé foto. En eso, dijo Pedro Sánchez, dijo, yo cuánto quisiera que mi esposa esté... esté, esté así conmigo, pero está tan lejos; nos hemos despedido, él se... que como eran ocho personas el carro era demasiado chico, se sentó en rodilla de uno de los periodistas se sentó, me hizo así de la puerta del carro. Adelante estaba sentado, encima alguno de los periodistas, me dolió, pero yo presentía.
Pasó eso, el veintisiete me soñé mal, dije a mi vecina, me soñé mal. Entonces el veintisiete, ya para eso, ya... ya los militares sabían... ya sabían, entonces, ya incluso ese día mismo el veintisiete, Caretas ya había llegado a Huaychán, y había tomado foto a los siete supuestos senderistas, y de paso se habían enterado que habían llegado unos periodistas hacia... hacia Uchuraccay. Eso se refería a los mártires que ahora están muertos, el veintiocho yo ya buscaba por qué no llegaba mi esposo, me fui a preguntar a Luis Morales Ortega, aquella vez, que estaba en vida, oiga, don Lucho, qué pasó, por qué no aparece mi esposo. Me hace una broma muy fea, le dije, yo tengo mis hijos, señor, para que usted me hiciera esa broma, tengo mis hijos, tengo tres hijos y soy demasiada joven para quedarme viuda. Es una broma.
Entonces siguía buscando, el veintiocho en la noche, este, salí igual y entonces me dice, este, ¿no? en hostal Santa Rosa me enteré que han sido atacados, desaparecidos y atacados, pero dos nomás están muertos, parece que Pedro Sánchez y Mendívil. Entonces van a llegar ahorita en helicóptero, van a llegar al hospital de Huamanga. Me fui corriendo al hospital de Huamanga, llegué y pregunté a las enfermeras, dice que sí, han dicho que sí, pero es mentira no sé; pero díganme la verdad. Estaba hasta las ocho de la noche en el hospital, en Emergencia, pero no llegaba.
El veintinueve, en la noche, ya no dormía, lloraba. ¿Qué voy hacer, qué va a ser de mi vida con mis tres hijos? Era tan joven, quedé a los veintiséis años. Qué va ser de mí con tres niños pequeños. El veintinueve ya en la noche me toca la puerta y me asusté. Era un muchacho, señora, usted es la señora Gavilán, sí, señora soy fulano de tal, y era José Argumedo, la... el hermano de Juana Lidia Argumedo. Entonces le digo, qué ha pasado. Señora, tu esposo y sus amigos, todos, están muertos.
Me desmayé ahí, me desperté y el chico me dice, tienes que acompañarme al hostal Santa Rosa a avisar a otros periodistas, que han matado a todos, pero, quiénes han mataron, según mi hermana, que me contó, ellos ha ido habían ido el veintisiete mismo, habían ido a Uchuraccay, les han matado este los... los comuneros. Pero mi hermana ha estado, ha ido con mi mamá y mi cuñada, han ido a Uchuraccay. Ellas también estaban presos, les ha tomau presos y allí han constatado que hay hombres vestidos de campesinos, pero que no... hablaban perfectamente el castellano, que no eran... que no eran del lugar, porque los campesinos hablan su castellano, pero no hablan como... como hablamos nosotros. Hablan su castellano, pero, como se dice, medio mascado. Entonces me fui al hostal con él, no quisieron darme noticia a mí, porque ya sabían, ya. Yo llorando ya esa noche, empecé a velar su ropa. Sola llegó una prima.
El treinta me levanté bien... muy temprano, mis hijos llorando, bebes. Me trempraté, me levanté demasiado temprano, entonces me fi a hostal Santa Rosa, me dice, señora tenemos quir porque del cuartel... de ahí vamos a ir todos a Uchuraccay, al levantamiento del cadáver... (inaudible)... Le dije, señora, a... ayúdenos, ojalá, como usted es mujer y madre, que... que haga todo de este caso salga la verdad y qué somos tantas madres, esposas, hijos así como mis hijos están sufriendo, necesitan educación superior, necesitan estudiar, necesitan trabajo.
Ya nosotros hemos quedado con niños pequeños, ya ahora esos niños son jóvenes, ya no son niños. Necesitan estudios superior, son niños inteligentes. Si mi esposo hubiera estado vivo, un hombre preparado, un hombre profesional; acá, el doctor Morote habrá conocido a mi esposo, ere un muchacho muy preparado, muy precoz. Incluso ha ido Europa, ha ido a capacitarse en audiovisual. Era un hombre demasiado preparado. Yo sé que mis hijos, si él hubiera estado vivo, y también como los otros hijos, también, de mis amigas, de mis amigas, de mis compañeras de dolor, así yo lo digo, ellos sus hijos, también horita hubieran sido buenos profesionales como lo querían sus padres, tanto para ellos como para mis hijos, ¿no? y, entonces, yo quiero, de parte de ustedes que se haga justicia. Que, por favor, que no se olviden de nosotros estamos en total abandono.
Nosotros hemos pedido educación para los hijos, la universidad. He ido, incluso, a tantas instituciones. Yo me acoplé pensando que me iban a apoyar, yo fi, ahorita me olvidé con nervios, los nombres de las instituciones, entonces yo pensé (inaudible) que los hijos de los policías, de los hijos de los alcaldes tienen previlegio de entrar... entrada libre a las universidades. Entonces, yo pensé que en la medida, en la forma de pensar, pensé que también mis hijos iban a entrar así, pero yo me fi... me fi... mandé a mi hija a averiguar a la San Marcos; no, es que ese caso Uchuraccay no ha sido juzgado, es por esa razón que no pertenece a ustedes esa entrada a la universidad. Entonces, señores, cómo quedan los hijos. ¿No quedan traumados? Que... queremos que se haga justicia, que se acuerden de nosotros, por favor, gracias.

Señora Gloria Trelles de Mendívil
Les doy mi cordial saludo a cada uno de los señores comisionados y al público en general por acompañarnos aquí, mi nombre es Gloria Trelles de Mendívil, soy madre de Jorge Luis Mendívil Trelles, el más joven de todos los periodistas, de los ocho periodistas asesinados en Uchuraccay, quiero... yo sé que a todos nos duele perder un ser querido, pero creo que el dolor de perder a un hijo en la circunstancias que yo he perdido al mío es muy diferente, es atroz. Solamente Dios, gracias a Dios, yo no pierdo la fe, él me puede dar la fortaleza para poder estar aquí todavía.
Yo... mi hijo sufrió mucho, desde el momento del parto, casi nació ahogado y la obstetriz tavía me decía, señora, apúrese, apúrese porque su hijo se muere y usted tiene la culpa. Después tuvo una serie de enfermedades, tenía problemas renales desde muy pequeñito, no ha llevado una... una... no llevó una niñez normal. Había que cargarlo para subirlo, para bajarlo. El tenía... perdía sangre, proteínas, por la orina. Era, sufría de bronquitis asmatiforme, sufrió mucho, mucho, mucho cuando ha sufrido de... desde dos meses, ha sufrido muchas... con una forunculosis que le dio tremenda. Eran... cada... de esta zona, la cabeza. Eran treinta forúnculos que le contaba cada día, eso era a los dos meses, era muy gordito y después, con los bronquitis. Yo he luchado mucho para arrancárselo a mi hijo de los brazos de la muerte, yo he luchado a brazo partido. Por eso, mi hijo recién ha sido un niño normal a los diez años. El ha podido recién subir y bajar escaleras. Quiero también que se pongan un momentito en mi lugar, que piensen cómo yo he visto salir a mi hijo caminando por la puerta de mi casa, y que me lo devuelvan después en un cajón, sellado y soldado, donde ni siquiera he podido verle su rostro cuando ya estaba muerto, no se imaginan todo el dolor que ha significado para mí.
Yo, noche a noche, soñaba con él. El venía, me... abrazábamos y mi esposo me despertaba porque yo todas las noches estaba llorando. Imagínense, todo este dolor para qué, cuántos años de lucha.
Con la señora Gilma Barreto hemos caminado diez años, primero aquí en Ayacucho, y luego en Lima, nombró el gobierno de Belaunde a esa comisión investigadora, que el verdadero nombre ha debido ser encubridora, porque ellos no se interesaron por averiguar nada. Ellos han estado en la comunidad y ¿qué iban a averiguar? La primera vez que han venido, acompañados por una, por una fuerte dotación... de armada que les había dado Noel, han estado solamente cuatro horas en Uchuraccay y luego la investigación policial con el Juez Flores Rojas. Aquí, un juez instructor de acá, de Huanta, solamente dura veinticuatro horas. Este Juez, tiene una, una... no encuentro la palabra, una actitud pasiva. El no, no tiene... Inclusive llega él, el once de febrero, llega él a Uchuraccay y tiene presentes a todos los comuneros, tiene presente a la Comisión Vargas Llosa y no les pregunta, ni siquiera se interesa por pedir la identificación de cada uno de... de los comuneros, de los que estaban ahí, este, no, no hace nada, este señor parece que aquí, tal parece que aquí, no solamente en Huanta en todo el departamento de Ayacucho, la única, la única autoridad que ellos respetaban y que le temían era a Noel, porque no se hace nada.
Luego cuando empieza la investigación judicial, el general, el general Noel también era el que parecía que él dictaba todo, porque, recibían las órdenes del juez, para detener o capturar a tal o cual persona y él no lo permitía. Todo está lleno de vicios y de irregularidades. No se les da ninguna facilidad, este, este juez lo hemos tenido que recusar... (cambio de lado de cassette) (inaudible) ...Nosotros no hemos tenido audiencias ¿por qué?, porque el fiscal se desaparecía, ese fiscal Guerrero Morante. De repente estaba ahí el doctor Ventura Huayhua, pero no había audiencia porque no estaba el fiscal. ¿Por qué no estaba?, porque escondido se iba a Lima, a Lima a ponerse de acuerdo con, con el fiscal de la Nación de ese entonces, que era Elejalde y cuando él, después, antes de este viaje, él había pedido ya veinticinco años de prisión para cada uno de solamente tres comuneros que, que detuvieron.
Y después cuando viene de Lima después de haber conversado con el fiscal Elejalde, él llega y luego ya éste retira, retira la acusación y recusa al juez y, bueno, el juicio llega a fojas cero y hemos tenido que luchar con (inaudible) caminando de un lado a otro en donde el fiscal supremo, que luego después ya cambió con el doctor Méndez Jurado para... porque el juicio volvió a fojas cero, para volver a reiniciar el juicio en Lima. Pero en Lima, igual en Lima, claro había un poco más de... no teníamos la misma atención, que habíamos llevado acá, pero en Lima ya era visto que por la forma como habían actuado desde el comienzo el juez Flores Rojas el... el todo... inclusive allá en Lima. Este tribunal que ve... el octavo tribunal, conformado por el doctor Luis Serpa Segura, que como premio recibió después ser jefe, presidente de la Corte Suprema, luego ha sido presidente del Jurado Nacional de Elecciones y luego ya sabemos que terminó como un fujimontesinista más, porque él está también, es uno de los miembros de esa mafia.
Luego el otro vocal era el doctor César Tineo Cabrera que también creo que deben recordar que también él estuvo, estuvo en problemas con la justicia por el caso del NOVOTEX, el único de los... el otro vocal es el doctor Arsenio Oré Guardia que, bueno, hasta ahora sigue, sigue, este, ejerciendo su labor de... de abogado. Yo he ido en Lima, he ido a buscar al doctor Mario Rodríguez Hurtado, que era el abogado de Sedano, para pedirle que nos ayudará con el expediente, que nos dé algunas luces para ver cómo dábamos este testimonio, ¿no? El nos dijo, no se preocupe, señora, que estoy trabajando con el doctor Arsenio Oré y él lo tiene todo, le voy avisar para que usted venga; hasta ahora me está avisando, días antes de venir lo he vuelto a llamar. Tampoco nada; entonces, prácticamente, yo estoy diciendo acá, solamente mi sentir, lo que he vivido en esto diez años, porque mi vida cambió, diecinueve años son ya vamos para casi veinte años, mi vida cambió. Cambió completamente, este tribunal especial, que, conformado por los doctores que antes les nombré, da una sentencia solamente castigando a los tres comuneros a Dionisio Morales Pérez, a Simeón Aucatoma Quispe, que muere en la prisión y el otro Mariano Concepción Jasani Gonzáles, que sale de la prisión, pero de nuevo está porque mató a la persona que ya vivía con su esposa, ¿no? Y aparte de esto, bueno ellos que ya están libres, los... Jasani está en la cárcel, Dionisio Morales Pérez sigue, sigue... está libre; pero nunca por más que nosotros le pedimos que nos dijera la verdad por lo menos a nosotros, que íbamos a pedir protección para su vida en Lima, nunca nos quiso decir la verdad. Porque Aucatoma, en el mismo juicio, él dijo que cuando estuvo en Huanta le dijeron, tienes que decir lo que no es verdad, porque si tú dices la verdad, vas a amanecer muerto tú y tu familia.
Y luego, en Lima, cuando hemos visto unos videos donde él estaba, él decía que no era él, él se veía en el video, se veía en las fotos y decía que no era él, al punto de que su abogado le decía, si tú no te reconoces en esta foto, yo no te voy a seguir defendiendo. Pero él negaba y negaba y negaba, y todo esto, a qué nos lleva, a pensar que todo había sido una cosa preparada, concertada para que todo, uno a otro, se apoye y que el crimen no quede resuelto nunca, como que ha quedado impune, el... este, este tribunal también de Lima, tampoco, ni siquiera.
El rechaza el pedido de que se le abra un juicio a Belaunde, que en ese entonces era presidente de la República. Y, creo yo, que desde el comienzo, ha estado él enterado de los hechos. Ni siquiera se le llama para que dé su testimonio, ahí en Lima. Se le limpia de todo, como se dice vulgarmente de polvo y paja.
¡Ah! también se... se le (inaudible) no se le implica en nada al general Noel, solamente se le dice que lo van a acusar por delitos de... a él, a un capitán de la armada peruana, Ismael Bravo, y luego a seis miembros de la policía nacional, pero solamente por... por delitos de deberes de... de función y abuso de autoridad. Nada más, pero eso yo nunca conozco con que se haya castigado, porque nunca lo he visto. Y... y, bueno, todo aquí nos da a comprender que esto ha sido una cosa concertada tanto por los militares, por... por todo el poder, el gobierno y el Poder Judicial que, que, bueno, ha tenido... ha colaborado con ellos, porque si el Poder Judicial se hubiera puesto, se hubiera puesto, como se dice en sus trece, fuerte y hubiera cumplido con el deber, como les corresponde, como poder autónomo, no hubiéramos terminado en lo que hemos terminado.
Para mí el crimen sigue impune, para mí todo está igual que el veintiséis de enero, y yo solamente quiero pedir, como madre, que se haga justicia. Que esto, para mí, era la última luz que se nos prendía, que ésta es la última oportunidad que tengo. Yo soy una persona que, la verdad, estoy haciendo un esfuerzo sobrenatural, estoy bastante delicada de salud, he venido contra la opinión de mis médicos, pero espero, Dios me da fuerzas y espero que este esfuerzo no sea otro esfuerzo vano, que no tenga otra decepción más, que se castigue a los verdaderos responsables, tanto a los materiales como, sobre todo, a los intelectuales. Porque hemos visto que para el general Noel se le dio un premio y se le creó un puesto especial de una... de un cargo como agregado militar en Estados Unidos, con un gran sueldo en dólares. No sé si este general, de repente en los primeros días, después de haber... porque él es el que ordenó el crimen, haya podido dormir tranquilos. Muchas gracias, creo que con esto, la verdad, mi dolor de madre, me impide seguir hablando, porque es un hijo lo que yo he perdido. Yo siento como que si me hubieran quitado parte de mí, ¿no? Inclusive he llegado al extremo de que uno de mis hijos me ha dicho, mami, son seis hijos que yo he tenido... mami, parece que solamente tú hubieras tenido a Jorge, tú te olvidas que nos tienes a nosotros también y que te necesitamos, pero yo les he dicho, a ustedes los tengo, a mi hijo ya no lo tengo, y creo que ésta es la última oportunidad que me queda y espero en Dios y en la Virgen Santísima que se haga justicia, que se castigue a los verdaderos responsables. Muchas gracias.

Voz de una comisionada
Gracias señoras, sólo quiero, volver agradecerles el que hayan compartido con todos nosotros y, como les dije al principio, también con todos esos jóvenes que probablemente no conocieron de este caso y que este testimonio que ustedes han presentado esta mañana nos haga reflexionar sobre lo que ustedes vivieron y lo que muchos otros peruanos también vivieron. Queremos reiterarles, la Comisión de la Verdad y Reconciliación, nuestro compromiso de revisar el caso de Uchuraccay. Estamos con todo el compromiso de al final de nuestro trabajo poder encontrar la verdad, y que ustedes puedan encontrar la justicia para poder reconciliar al país. Gracias, nuevamente.
Señora Gloria Trelles de Mendívil. Lo único que me olvidé de decir es que para encontrar la reconciliación primero tenemos que encontrar la justicia, pero una justicia con paz, gracias.


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