Cuarta Sesión,
26 de setiembre de 2002,
9 a.m. a 1 p.m.
CASO 21. Testimoniante
Plácido Alvarado, Víctor Morales y Gilberto Vásquez
Invitamos a los señores Plácido Alvarado Campos,
Víctor Morales Lavan y Gilberto Vásquez Vásquez
que se aproximen para rendir su testimonio. El caso que ellos
nos van a narrar acaecido en el Distrito de Namballe Provincia
de San Ignacio Departamento de Cajamarca.
De pie por favor,
señor Plácido Alvarado Campos,
señor Víctor Morales Lavan, señor Gilberto
Vásquez Vásquez van ustedes brindar su testimonio
ante la Comisión de la Verdad y Reconciliación,
asimismo lo harán ante el país, prometen hacer
su declaración con honestidad, buena fe, y decirnos
la verdad sobre los hechos que van a relatar. Muchas gracias,
pueden tomar asiento.
Señor Plácido Alvarado Campos, señor
Víctor Morales Lavan, señor Gilberto Vásquez
Vásquez muchísimas gracias por venir acá a
la Comisión de la Verdad a dar su testimonio no solamente
la Audiencia acá presente, sino todo el país
por los medios de comunicación van escucharlo, los invitamos
a que den inicio a su testimonio.
Testimoniante Plácido Alvarado
Campos:
Señores de esta gloriosa comisión vamos a dar
nuestro testimonio de las masacres que hemos tenido la Guardia
Civil, pero yo les voy a contar el principio cuando un Alcalde
traidor que se puede decir de nuestra provincia se vino al
Departamento de Chachapoyas, ahí se encontró con
los Ingenieros de la COMPAÑÍA INCAPOL S.A. he
hizo por decir un regalo a la Empresa Plan de Cerveza, todo
esto lo había hecho a costillas del pueblo, después
que regresó de Chachapoyas a San Ignacio y reúne
a la gente para hacer un Cabildo abierto y nombrar al Comité de
Defensa, en ese tiempo yo era Presidente de las Federación
Provincial de Rondas Campesinas y Urbanas, por ese motivo me
comprometieron a que sea componente de esta comité.
Hemos luchado arduamente con la compañía de
Incapor, la Compañía iba a Lima hacer su contrato
y nosotros íbamos con la bendición del señor
avanzamos anular ese contrato, el Ministro de Agricultura de
Lima paso ese expediente a la RENON de Chiclayo, ahí también
ganamos el juicio, a 15 días que estuvimos en Chiclayo
aparecieron 2 obreritos muertos en el Campamento de Incapor
S.A. Estos muertos no inculparon a nosotros, que nosotros habíamos
ido a matarlos o intelectualmente les habíamos mandado
a victimarlos nosotros, en ese entonces yo estaba saliendo
a organizar otra ronda hacia los Distritos de Tabaconas y la
Coypa pertenecientes al Distrito de San Ignacio, a las salida
de la ciudad encontramos un policía, esta combi no sale
al puesto vamos y nos llevaron. Yo supuse que habría
habido un robo en la noche, por eso detuvieron a la combi,
nos hicieron bajar en el puesto policial y vino un Policía
vestido de paisano usted es Plácido Alvarado señor,
si, yo soy. Lo llaman adentro me dijo. Y yo estaba conversando
con un amigo conversando.
Voy enseguida estoy ocupadito, pasó un minuto y me
volvió a llamar drásticamente, lo llaman adentro
que pasa, perdón hermano voy a ir a ver que tienen conmigo,
entre adentro y habían como cinco policías vestidos
de civil, y me preguntan usted es Plácido Alvarado Campos,
si Jefe yo soy, tú eres el viejo, el viejo que ha matado
o has mandado a matar a esos pobres obreros. Yo proteste, le
digo señor, usted me conoce que yo soy matón,
yo no lo conozco a usted, será Policía o nó,
porque al decirme eso me indigné, entonces agarró un
poco de agua y me tiro a la cara, viejo péndejo me dijo.
Yo no hecho nada señor, porque me hablan de esa manera.
Yo le dije no tengo ni pulgas en mi cama para matar ahora y
menos para matar a un humano.
Pase al calabozo me dijeron,
ya adentro pasaron 5 minutos yo soy testigo de que los agarraban
a empeñotes y a
patadas uno por uno, ahí recién digo que pasa,
yo soy inocente, cuando había un Policía amigo
mío, le digo ven, ven, que pasa, y me dice que hay dos
muertos en el campamento, en Incafor en el bosque y ustedes
son los que los han mandado matar, si señor esto es
lo que sucede, entonces de ahí empezaron castigarnos,
nos ponían las manos atrás y salíamos
al canchón, nos torturaban drásticamente, nos
masacraban a todos, nos tenían en el suelo y nos pateaban
y nos insultaban, había un mayor de la Policía
Coquis, y el daba la orden, nosotros queríamos hablar
y nos callaban. Entonces nos tiraban al suelo y ahí nos
pateaban hasta perder la razón, cuando volvíamos
a recuperar el conocimiento seguíamos tirados en el
canchón y ellos nos pisaban, y nos seguían maltratando,
por eso varios hemos salido con las cosquillas quebradas, otros
con la pierna encogida, 15 días de masacre, noche y
día nos maltrataban, entonces venían nuestras
esposas trayéndonos comida y estos se comían
lo mejor y nos mandaban el arroz puro, incomunicados que ninguna
familia se acerque ante nosotros.
Había un policía de nombre Capitán Terry
y otro Vides y otro Villacrez que hasta ahora esta en San Ignacio,
y cuando nos ve se sonríe, y a nosotros nos duele señores
porque lo que nos han hecho no es poco, y les pediría
a ustedes de que cambien a ese Policía, porque no queremos
verlo, hemos sufrido en carne propia los maltratos de este
señor. Lo que nos indigna a nosotros es que cuando nos
ve se sonríe y nos duele porque hemos sufrido en carne
propia y por el estilo. Nos preguntaban con quien, a que hora
y como los han matado, y nos golpeaban nosotros no habíamos
hecho nada, a los 3 días nos querían hacer firmar
un acta reconociendo de que nosotros éramos terroristas,
a pesar de que se nos seguían golpeando, maltratando
no firmamos, porque no habíamos hecho. Pero ellos arreglaron
a su manera los documentos a los 15 días nos pasaron
a Chiclayo enmarrocados con la cabeza abajo que no alcemos
a mirar, llegamos a la DINCOTE, la DINCOTE nos mandó a
un cuartito estrecho, hemos dormido en un trapito sin fresada,
un baño sin agua al frente y sin comer completamente
nada, 3 días hemos estado así, hasta el SUTEP
de Chiclayo acá el señor Profesor Vásquez,
había sabido que estábamos presos detenidos,
y vino trayéndonos un balde de comida y otro refresco,
recién volvimos a probar algo de alimento, teníamos
hambre, de ahí nos pasaron al Penal de Picsi ahí nos
recibieron, y nos empezaron a torturar, gracias a Dios había
un Capitán Donato Jaime que se había casado con
una San Ignacina había estado de servicio ahí y
cuando me ve me dice Don Plácido ha venido de visita,
ahora estoy tildado de terruco. Y le dice no lo creo don Plácido.
Yo he gobernado 22 años como Teniente Gobernador en
mi caserío llamado Marisagua de la Provincia de San
Ignacio, yo renunciaba y la comunidad me volvía a pedir,
y así trabajé por tanto tiempo, así fue
nuestra tragedia esta es la secuela que me ha quedado el Parkinson
desgraciadamente para esta enfermedad no hay curación,
yo solamente estoy esperando la muerte y estuve aquí en
Trujillo 2 meses buscando sanarme de igual manera fui a Lima
buscando sanarme y no hay cura para esta enfermedad. Señores
yo no he sido un hombre de la calle, mafioso, yo he trabajado
arduamente en la agricultura para criar a mis hijos y educarlos
y he sido hombre sano, pero ahora me siento inválido
y esto es lo que soy un viejo, inválido, pobre y enfermo,
aquí van hablar mis compañeros para que les continúen
con estas torturas que nos ha tocado vivir.
Señores de la Comisión de la Verdad, agradezco
la invitación que nos han hecho para relatar nuestro
testimonio de lo que la vida y el infortunio en algunos tiempos
nos toco vivir, muchas gracias por esa invitación, va
ser un relato más de los que se vienen escuchando y
hacemos voto porque estas palabras no se las lleve el viento,
sino para que sirvan de ejemplo para nuestro país y
tomen otro rumbo y se mejore la situación. Sabemos que
hasta la fecha no hay justicia verdadera, la justicia es indeleble
porque si hubiera justicia las personas que han cometido estos
abusos y atropellos ante nosotros y ante los demás ciudadanos
que han antecedido en sus testimonios, no seguirían
en sus cargos, no les hubieran dado unos galones de gasolina,
no les hubieran puesto en mejores puestos como es el caso de
los Policías que nos han torturado que han fabricado
esta forma de terrorismo, que en el mayor de los casos ha tenido
culpa la fuerza armada y la policía nacional, lo que
yo voy a relatar es algunos pasos, de lo que en mi aconteció,
en nuestro proceso judicial somos 16 encarcelados, hemos sido
11 de los once estamos todos presentes, hemos venido a presentar
nuestro testimonio y a decirles como ha sido la tortura y las
capturas que nosotros hemos tenido que ser víctimas
de la violencia, de esta guerra antisubversiva contra insurgentes
de la dictadura del gobierno anterior.
Testimoniante Víctor Morales:
Cuando yo estoy en mi
centro de trabajo a las 8 de la noche se presentan 2 policías en una camioneta de la Compañía
Incafor S.A. y a empujones me sacan de mi trabajo, me vendan
los ojos, y me invitan a que aborde la camioneta y a bajar
la cabeza abajo del asiento para que la gente que estaba ahí en
el centro del mercadillo comercial no me viera. En aquel entonces
el Guardia Oscar Villacrez, quien esta en San Ignacio haciendo
servicio este mal hombre me invitó a que yo me agachara
y me dieron golpes en el cerebro, cuando llegue a la Dependencia
Policial, me encontré con el Capitán Benavides
Samalvides y con el Sub Oficial de Investigaciones que apellida
Terry, estos señores se ansañaron conmigo, me
hicieron unas preguntas con palabras reñidas a la moral
y a las buenas costumbres y me aislaron por un espacio de 2
horas.
En ese tiempo también me tiraron boca abajo sin levantar
la cabeza, ni mirar ningún momento y cuando ya estábamos
cansados y nos movíamos un poquito nos agarraban a patadas,
recuerdo que un compañero de los que estaban presos
ahí, Samuel Huamán, dijo que era un abuso que
no deberían de hacernos esto, y por decir estas palabras
le dieron varias palabras en el cerebro y en el estómago
que le rompieron varias costillas según el certificado
de salud emitido por el médico legista.
En ese sentido
nosotros permanecidos hasta las 8 de la noche, nos llevaban
a golpes a puñetes y a puntapiés
a un cuarto donde nos desnudaban y nos vendaban y nos empaquetaban
en una tabla amarrarnos bien del estómago y nos introducían
a un cilindro de agua sucia, ahí hasta que nos velan
que ya nos moríamos recién nos sacaban y luego
nos decían que nos auto culpemos que digamos que nosotros
somos los que habíamos matado a estos señores
y que si éramos terroristas y entonces vamos a salir
libres. Ese es la escena donde nos han torturado noche tras,
noche a todos nuestros compañeros, recuerdo que aún
compañero lo colgaron y cuando estaba colgado se desmayo,
al ver que se desmayó este compañero, los policías
un poco que se compadecieron y se asustaron porque yo escuche
que dijeron se nos fue, y lo bajaron y lo hicieron sentar ahí,
entonces yo recuerdo también que ya me invitaron a ponerme
sin ropa sin nada otra vez al cuarto boca abajo y así íbamos
pasando todos los compañeros y nos seguían torturando,
luego recuerdo que el guardia Villacres con el Mayor Coquis
Cox, ellos dirigían la tortura habían en el cuarto
corriente eléctrica, habían gises, y habían
vendas para torturarnos ya casi sin sentido me dejaron después
del agua, no se que abre declarado pero si recuerdo que recobré el
conocimiento y ya todo estaba en silencio y a todos nos habían
dejado en la Sala para que descansemos eran más o menos
las 11 de la noche que terminó la tortura por ese día.
Estos casos iban repitiéndose noche tras noche, un
tercer día llegó un efectivo policial a querer
hacernos firmar una papeleta donde nos notificaba donde nosotros
estábamos presos por terrorismo, así como estaba
sucedido afuera la población se estaba movilizando y
nuestros familiares pusieron un recurso de Habeas Corpus al
Juez Emiliano Pérez Azuña, entonces el Juez se
condujo al puesto Policial con 2 Médicos Legistas y
llegan a este Puesto Policial los encuentra fabricando las
pruebas, estaban haciendo las actas y bien claro le hemos escuchado
cuando les dijo: pero estas actas de incautación es
en el momento de captura, y ahora porque lo están haciendo
recién, entonces la discusión se generó con
el Mayor Coqui Scoz de ese entonces, y bueno fue alturada la
discusión que el Mayor lo amenazó que se retire
y lo iban a mandar a balazos.
El Juez salió, los médicos detenidos por lapso
de una hora, tampoco los dejó que nos vieran como estábamos
nosotros, los Jueces salieron y fueron amenazados también,
después de 8 días más o menos ya nos trataron
de hacer firmar unas actas y que firmemos, en las cuales en
algunos habían mechas de dinamita en otros había
banderas de sendero luminoso y en otros había fulminantes
de dinamita, nosotros no hemos firmado esas actas, aunque nos
maten hemos dicho nos vamos a firmar esas actas. Pero nos hemos
dado cuenta de que la coyma en ese puesto policial por parte
del Jefe era tal, en ese momento que nos han capturado éramos
cerca de 18 personas, pero las iban sacando cuando les iban
pagando S/.100.00 a S/.200.00 Nuevos Soles y S/.300.00 y entonces
robaban todas las huellas que les habían sembrado, de
igual forma a nosotros nos pidieron dinero nos dijeron que
les pidamos a nuestros familiares y salíamos porque
ellos sabían que nosotros no éramos culpables.
Primero nos inculpan y luego nos piden dinero a cambio de nuestra
libertad y como no podemos reunir ese dinero y no nos
podíamos comunicar con nuestros familiares la comida
nos alcanzaba la familia después de una revisión,
nosotros nos hemos reunido el dinero, pero si recuerdo que
un compañero que tenía dinero, y él les
dió el dinero para salir y resulta que tampoco les dieron
su libertad. Así se ha vivido en nuestro distrito de
San Ignacio. Yo quiero aquí terminar, y quiero cederle
la palabra al Profesor que también estuvo con nosotros
para que concluya o refuerce algún paso que nosotros
nos hemos olvidado.
Testimoniante Gilberto Vásquez
Señores integrantes de la Comisión de la Verdad,
público que asiste a este Auditorio, mi nombre es Gilberto
Vásquez Vásquez, profesor de profesión.
En el año 1991 y 1992 ocupé el cargo de Vice
Presidente del Comité de Defensa de Los Bosques de San
Ignacio, los bosques de Banberillo ubicados en el Santuario
Nacional Tabacona Nanvalle de la Provincia de San Ignacio,
estos hechos que el pueblo nos encargó en una fecha
pública un 12 de Mayo con motivo del Aniversario de
la Provincia de San Ignacio nos encargó a un grupo de
personas hacer las gestiones correspondientes ante el Ministerio
de Agricultura la presidencia de la República y todas
las entidades ecologías del Congreso, para gestionar
la defensa del Santuario Nacional de Tabaconas Lanvalle que
tiene especies de flora y fauna en peligro de extinción,
tal es el caso de Gomerillo conocido como Polo Carpus y también
en cuanto a fauna el Oso de Anteojos, que tenemos en el Santuario
que es una joya para la Provincia de San Ignacio y la Región
del país.
Esos actos de gestiones estos reclamos que
la población
a través de nuestro comité de defensa hemos realizado
generó prácticamente con la Empresa Incafor una
seuda empresa que se celebró contratos en el Ministerio
de Agricultura, pero en forma fraudulenta, no han demostrado
ellos ser una empresa sino que se juntaron personas para transgredir
la ley y decían que tenían contractos por lo
menos de 1,000 hectáreas, creo que ese reclamo que hemos
tenido generó por parte de la empresa un acto de venganza
contra quienes estábamos gestionando este reclamo que
el Pueblo de San Ignacio nos encargó y todos también
participaban a través de varias movilizaciones e incluso
hasta Recursos de Amparo que hemos presentado en defensa de
la naturaleza ambiental del Valle de Tabaconas Lamballe, el
cual fue amparado por el Juez.
Para que ustedes vean el nivel
de abuso que se cometían
por encima de las autoridades judiciales tampoco se hacían
caso, nosotros estábamos prácticamente indefensos,
ocurre el 25 de junio del año 1992 mi persona igual
que 10 personas fuimos detenidos en forma arbitraria sin mandato
judicial, sin presencia de ningún Fiscal, solamente
estuvo presente la Policía y una Camioneta de la Compañía
Incafor, era visto el accionar, la venganza la patraña
que se estaba tramando contra nosotros. Entonces e procedió de
esta manera arbitraria a la captura en mi caso fui sacado de
mi domicilio en presencia de mis hijos, pero fui sacado en
forma violenta, sin embargo fuimos llevados al puesto policial
de San Ignacio, a mi se me decía que era pasajero, pero
fui obligado a subir a la Camioneta de la compañía
Incafor, al llegar grande fue mi sorpresa porque sin ninguna
explicación ellos me decían que llegando al puesto
querían conversar conmigo porque soy una persona conocida
tengo varios años trabajando como profesor, en esa ciudad
de San Ignacio, entonces llegando solamente con mis documentos
personales, nunca registraron mi casa, pero si aparecieron
por parte de la policía fabricando supuestas pruebas,
no.
Un personal policial se encargaba de eso, como lo llaman
ellos sembrar pruebas a todos nosotros para demostrar nuestra
detención,
no había ningún hecho que sustente una investigación
la detención, entonces se dedicaron a sembrar pruebas,
y mi se me encontró con un pedazo de dinamita un cartucho
de dinamita en estos términos que nosotros jamás
hemos conocido este tipo de artefactos. Entonces en el puesto
policial hemos sido sujetos a fuertes torturas psicológicas
y físicas metiéndonos a los tanques de agua,
patadas por diferentes partes del cuerpo, por el cerebro y
creo que fueron 14 días de grandes sufrimientos que
lo hemos tenido nosotros guardados porque esto no se comenta
cuando vamos al Poder Judicial, eso no se pregunta, y hoy creo
que es la oportunidad para testimoniar delante de ustedes este
tipo de violaciones que se han dado seguramente con otras personas
a nivel nacional, nosotros hemos sido un caso.
Luego de esos
15 días de detención a los 4 días
nuestros familiares presentaron un Recurso de Habeas Corpus
porque tampoco se dejaban vernos ni se nos visite, ahí fue
cuando el Juez el Dr. Emiliano Pérez Acuña acoge
este recurso y se dirige al Puesto Policial y justamente ahí los
encuentra elaborando varias actas poniéndose de acuerdo
que le ponen a cada uno de los detenidos que le ponemos que
artefacto le ponemos acá, el Sub Oficial Terry, el Mayor
César Coquis Cox en el puesto policial de San Ignacio,
es eso que al Juez le causo furia al mayor, para nosotros era
una defensa que el Juez haya aceptado por lo menos irse a constatar.
Sin embargo en ese proceso fue obligado el Juez, tuvieron un
intercambio de palabras y el Mayor decía que le esta
interrumpiendo en su investigación, sin embargo el Juez
dijo que él estaba en la facultad como Juez de hacer
esa inspección hacia nuestras personas. Sin embargo
el Juez fue amenazado por el Mayor Coquis Cox, imagínense
un Juez con su investidura que tiene fuera amenazado por un
policía, de igual manera los médicos legistas
tampoco fueron permitidos a realizar un examen médico
para nosotros, más bien fueron detenidos por un espacio
de media hora y luego fueron obligados a retirarse.
Entonces
no se produjo la evaluación hacia nosotros
porque teníamos fuertes torturas en ese momento que
eran palpables que ahora quedan secuelas de esas torturas,
también debo indicar y por este motivo el Juez fue objeto
a una serie de quejas por parte de la Policía del Fiscal,
era una patraña que era encabezada por la Empresa Incafor.
Estaba el Fiscal, estaba el Mayor estaba también el
Ejército inclusive el Alcalde en ese entonces estaba
con nosotros pero cambio de opinión y se puso con intereses
a la Empresa. Después de pasado los 14 días fuimos
derivados a la DINCOTE a Chiclayo en una Camioneta abierta
en altas horas de la noche sin ningún tipo de protección
estábamos enmarrocados en este frío que hacía
por el cerro de Porcuya hemos pasado por allí y al llegar
a Chiclayo fuimos depositados en un local de la Ex Policía
de Investigaciones donde fuimos sometidos a 5 días sin
alimentos como ya se dijo acá, y sin ningún tipo
de servicio para nosotros, luego fuimos pasados al Penal de
Picsi, parece que la consigna seguía, o era una estrategia
de que todos estábamos acusados de estos actos delictivos
se nos tratar así, en el Penal de Picsi fue mi persona
que recibió la mayor cantidad de golpes, torturas, porque
se me decía que soy maestro, era ideólogo era
un delito ser maestro en ese entonces.
Y creo que hemos sacado
fuerzas hemos resistido ahí a
tanto maltrato, y fuimos ingresados al Penal, en la etapa judicial
realmente en el Penal nuestros familiares estaban desesperados
por cuanto éramos inocentes había que hacer una
serie de gastos para buscar abogados, ustedes saben en ese
tiempo casi nadie quería asumir la defensa, a nosotros
el Fiscal Superior nos imputó una pena privativa de
30 años de libertad. Por el simple hecho de escuchar
esto, nos causa daño psicológico a nosotros mismos
y a nuestras familias, a nuestros hijos al ser tratados como
tales y con tales penas de tantos años, sin embargo
nosotros teníamos la esperanza de que en cualquier momento
teníamos que lograr la libertad, el caso fue sonando
mucho y fue llegando a las instituciones de Derechos Humanos
a nivel Nacional e Internacional y que realmente jugó un
papel muy importante todos los organismos de Derechos Humanos
en el Perú fueron varios que tomaron nuestro caso y
en especial merece también la participación de
nuestro Monseñor José Manuel Isusquiza Obispo
en esa época de la ciudad de Jaén.
Quien tuvo
que dirigirse al Presidente de la República
con una carta y dar cuenta nuestras cualidades de personas
inocentes y la injusticia que se estaba cometiendo, se hizo
todo eso y el Obispo nos acompaño siempre. Nuestras
familias se encontraban lejos desde San Ignacio para Chiclayo
para poder visitarnos, sin embargo el Monseñor se tomó personalmente
ese sacrificio de llevar a nuestros familiares para que nos
visiten, sin embargo la visita era difícil y era por
locutorio, cada mes teníamos espacio por medio de una
luna donde conversábamos con nuestras familias sin poder
darnos un abrazo ni la mano por lo menos. Eso hemos pasado
en el tiempo de nuestra detención en el Penal, donde
los familiares que nos visitaban más se pasaban llorando
que conversar porque era triste encontrar a una persona aislada
una media hora al mes y solamente podían pasar 2 familiares
al mes, padre o madre o hermano más no podían
pasar, hemos pasado todo este proceso, este acompañamiento
de nuestro Obispo de la Iglesia Católica realmente fue
importante para nosotros y la solidaridad internacional de
otros organismos de afuera del país, que obligaron prácticamente
a las autoridades a tomar nuestro caso.
Es así que el proceso judicial demostramos ante la
Juez nuestra inocencia no había ninguna prueba que sustente
el mayor examen científico que se podía hacer,
como dije al comienzo se ponían unas actas y no sabían
que cosa ponernos ni siquiera sabían tildarnos a que
movimiento pertenecíamos, no había nada ningún
volante, ninguna bandera. Ellos no sabían que hacer
con nosotros estas personas inventaron nombres de un nuevo
movimiento que no tenía ninguna razón ni sustento
para acusarnos. Finalmente creo que la etapa de los jueces
sin rostro fuimos al juicio oral y hemos tenido que estar con
jueces sin rostros, fueron a través de lunas, pero teníamos
la confianza y ahí nuestros Abogados que fueron puestos
por los Derechos Humanos que nos apoyaron porque estábamos
sin dinero para pagar y hasta la fecha. Pero ahí supimos
demostrar nuestra inocencia.
Gracias a dios el 5 de Marzo de
1993 después de 9 meses
de injusta encarcelaría, torturas obtuvimos nuestra
libertad, esos meses perdimos nuestro trabajo, yo como maestro
no me pagaban los meses que estuve en el penal a pesar de los
escritos que presente luego de la sentencia para que me reponer
mis haberes y a muchos de nuestros amigos que tenían
trabajo independiente perdieron su trabajo y están ahora
pasando momentos muy difíciles. Después de esta
libertad tan precisa lo recobramos pero gracias a esa intervención
de los Derechos Humanos caso contrario estuviéramos
purgando todavía esta condena de 30 años a la
cual se nos quería imponer a nosotros como dirigentes
que exigimos una casa justa para San Ignacio que la defensa
de nuestros Recursos Humanos para el Pueblo de Tabacunas Namballe,
luego y quiero que el pueblo de San Ignacio nos dió y
esto fue lo más satisfactorio para mi persona y para
todos los que hemos estado un recibimiento grandioso de parte
de la población porque el pueblo sabía que éramos
inocentes y gracias señores de la Comisión de
la Verdad que el pueblo sabía de nuestra inocencia y
ellos se movilizaban porque caso contrario nos iban a matar
en el trayecto de San Ignacio a Chiclayo pero como el pueblo
esta organizado habían un movimiento que quizás
limitó a que se nos matara.
Entonces yo quiero indicar
que pasados nuestra etapa de inocencia demostrados ante el
Tribunal sin rostro sin embargo no han
cesado en algunos de nuestros amigos nuestros no han cesado
algunos de los hostigamientos las detenciones, el año
2000 un amigo que esta presente aquí fue detenido por
el mismo caso 3 o 4 personas fueron detenidas por el mismo
caso porque tenemos todavía. Esperamos que a través
de la Comisión de la Verdad también se tenga
que sugerir y se pueda corregir porque tenemos una Resolución
Absolutoria y no merecemos ser detenidos en cualquier oportunidad
que viajemos por cualquier lugar de nuestro país. Igualmente
yo quiero concluir mi intervención señores de
la Comisión de la Verdad agradeciendo este espacio que
nos han brindado para que ustedes sean testigos de vejámenes
de estas torturas que hemos tenido y el Perú entero
conozca quizás la parte desconocida porque nunca se
cuenta esto, uno se lo guarda.
Pero en esta es la oportunidad
hemos hecho un esfuerzo de lo que hemos vivido y lo que vivirán mucha gente inocente
en el país, y sugiero que se sancione ejemplarmente
a los responsables de estos actos, para su mayor conocimiento
el Mayor Coquis Cox estuvo siendo procesado por abuso de autoridad
cuando salimos en libertad, porque se estaba comprobando de
estos abusos, pero ellos se acogieron a la ley de amnistía,
esa ley para nosotros ha sido una ley para tapar y dejar impune
cualquier acto que ha sucedido en nuestro país de violación
de derechos humanos y ellos se acogieron a esta ley.
El Coqui
Cox esta de General según tengo conocimiento
en el Ministerio del Interior no le ha pasado nada, porque
se acogió a la ley de amnistía, esto es injusto
para una sociedad como la nuestra que reclama justicia, yo
quiero agradecer a todos ustedes y al país también
por el testimonio que hemos dado y por esta oportunidad que
nos han dado y que ojalá se reparen los daños
que se nos han causado tanto físico, psicológico,
y económicos a nuestras personas y a nuestras familias
y a nuestros hijos quienes son los que tienen secuelas psicológicas
porque ellos vieron nuestra detención han vivido varios
meses estas imputaciones de estos delitos que nunca hemos cometido.
Muchas gracias a todos ustedes por haberme escuchado.
Bien,
amigos pobladores de los Bosques de San Ignacio, hemos escuchado
su testimonio hay una primera parte en la que ustedes
con justa razón han mostrado el dolor y el sufrimiento
con que padecieron las torturas el avasallamiento la indignación
el querer quebrarles la dignidad sobre la base del engaño
del poder oculto de una empresa que manejaba los hilos del
verdadero poder en San Ignacio.
Pero hay otra parte que es
la parte de la gran victoria de la reivindicación de ustedes y en estos momentos en
todo el país, por canal de la televisión Nacional
se ha escuchado que personas como ustedes han salido por encima
de todo mantener su dignidad, defender la verdad y darnos una
gran lección a todos los peruanos, si todos los peruanos
tuviéramos la fortaleza que ustedes han sabido demostrar
en esta lucha, seguramente que el Perú se construiría
por otros caminos. Muchísimas gracias por sus testimonios
y muchísimas gracias por su ejemplo.
Gracias a ustedes.
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