Audiencias Públicas
de Casos en Huamanga
Segunda Sesión,
8 de abril de 2002,
2 p.m. a 7 p.m.
Caso 6. Testimonio
de señora Alicia Castillo
Doctor Salomón Lerner Febres.
Reiniciamos esta audiencia
pública, estamos en la segunda
sesión, vamos a solicitar la presencia de la señora
Alicia Castillo Vílchez para que rinda su testimonio.
Doctor Salomón Lerner Febres:
Ruego a los señores
presentes ponerse de pie.
Señora Alicia Castillo Vílchez. ¿Formula
usted promesa solemne de que su declaración la hará con
honestidad y buena fe y que por tanto expresará sólo
la verdad en relación a los hechos relatados?
Voz casi inaudible de la señora
Alicia Castillo
Sí.
Dr. Salomón Lerner.
Muchas gracias, tome asiento.
Comisionado
Señora Alicia sea Ud. bienvenida a este recinto, su
presencia aquí precisamente nos da ánimos para
continuar trabajando en esta misión difícil,
yo creo que Ud. debe sentirse tranquila y segura porque aquí vamos
a recibir el testimonio suyo, que ciertamente va a ser muy
difícil para Ud. y muy duro, pero le animo a que con ánimo
generoso haga nomás y descargue todo lo que tiene adentro
sobre lo que ha sufrido en esos años de violencia, comience
señora.
Señora Alicia Castillo
Primeramente, muy buenas tardes
con todos, muchas gracias a la Comisión por haberme brindado esta oportunidad
para poder yo vertir toda la verdad sobre mi detención
en Casa Rosada y otros. Bien, un día para mí es
una coincidencia del mes y la fecha, fue un día doce
de abril del año 1984, fue detenida en las horas doce
de la noche... doce de la noche, por personas desconocidos,
quienes entervinieron la casa donde yo vivía por jirón
La Mar, en San Juan Bautista. Bueno, allanaron la casa y nos
levantamos de la cama, nos pidieron la dentificación,
les mostré mi documento, dijo, ya, me voy contigo, me
quitó mi hijito que aquel entonces tenía años
dos meses, y bueno, nos vamos contigo. Me sacaron, mi criatura
me quitaron de mis brazos, lo tiró a mi... este, la
cama. Al sacarme de la casa me conducieron hacia Capillapata
de San Juan Bautista, donde estaba estacionada una camioneta
marca Chevrolet, color azul oscuro, me suben al carro, luego
me cobrieron con una toldera y de allí ya no pude distinguir
adónde me llevaban, a qué sitio ¿no?,
bueno, me hicieron llegar ¿ya? con la cabeza cubierta
con un... trapo rojo, luego me tenían sentada en la
silla y yo intuí que alguien en midelante taba sentado
y luego ordenó a uno de los señores, alguien
del fondo, ¿no? Me dice, sácate todas las sortijas,
me dice, me saqué todas las sortijas, luego me pusieron
las esposas, luego de una hora y media posible, estaba sentada
en la silla, en eso estaba soñando con mi hijito que
se estaba cayendo, me desperté en eso, luego después
de eso me llevaron a un cuarto, no podía distinguir
si habrá sio cocina, no sé qué habitación,
pero había un colchón donde me tiraron al suelo...
al piso; estaba allí, ya a las seis de la mañana,
un jovencito, voz de jovencito se escuchaba, me movió los
pies. Quién eres, cómo te llamas, dónde
vives. Yo le di rápido mis datos, no sé si ese
jovencito habrá salido, le habrá dado noticias
a mi mamá, a mi papá porque ellos aquella vez
estaba conmigo. Luego a las diez de la mañana me llevan
con dirección desconocido no sé tampoco no podía
destinguir; lejos de esa casa me llevan y por intuición,
por... saqué mi deducción, ¿no? que era
un canchón, escuchaba el... este, cacareo de las gallinas,
pavo, luego me dice, este, ya párate bien, me paré y
me amarraron la vista, cierra los ojos, me dijo, cerré los
ojos y con una cinta me amarraron la vista, y me dice, ya ahora,
sácate toda la ropa, disvístite, me dice, me
desvistí toda la ropa, luego mis brazos me amarraron
para atrás y me tenían la primera... la primera
me alzaron poco al aire, luego una lista de nombres me preguntaba
y yo dije, yo no sé, no conozco, no sé nada,
no conozco, no conozco, me negué; la segunda vez igual,
un poco más alto, tampoco; la tercera vez, me sube ya
más alto, ahí sí ya no pude aguantar por
el peso de mi cuerpo, grité fuerte, fuerte, lleno de
ambiente grité. En eso, unos datos de muchas personas
me pregunta; si yo no conozco, cómo yo voy a afirmar
una cosa que no conozco ¿no? y me bajaron, luego...
y ahí es lo que me han luxado el brazo. Después
de bajarme, dice, una mierda son los serranos, dijo, porque
no ha podido realmente... yo quíba dar, qué resultado
iba a dar, porque yo aquella vez fue una persona inocente sin
ninguna prueba alguna a mí me han detenido. En esta
detención mi padre, mi madre han estado corriendo a
Derechos Humanos, a la Fiscalía, al Colegio de Abogados,
acá tengo todos los documentos, aquella vez que presentamos
a la Fiscalía, al cuartel, al Colegio de Abogados todo,
mi mamá llorando con mi criatura en la mano, con el
taxi pacá, pallá, porque aquella vez el papá de
mi hijo se encontraba en la provincia Cangallo, quien tenía
que ver en este asunto. Mi padre lo puso en los... en apuro
al señor, usted me tiene que hacer aparecer a mi hija,
porque usted es el responsable. Esto pasó por cuestiones
sentimentales, por celos.
Para salir absuelta de esta detención de Casa Rosada,
mi padre se comunica con el papá hacia Cangallo por
teléfono, y el señor padre de mi hijo, intercede
con el comandante del Cuartel de Cangallo. Aquella vez el cuartel
estaba en Cangallo, hace, cuatro... ocho años recién,
se encuentra... el cuartel de Pampa Cangallo, se han trasladado
de Cangallo de la provincia Cangallo acá a Pampa Cangallo;
y por entervención de él y por gracias a un comandante
que estaba aquél entonces en el cuartel de Cangallo,
por entermedio de él salí absuelta después
de tres noches haber pasado en Casa Rosada, me sacan a las
once de la noche, rumbo hacia mi domicilio, te vamos a soltar
esta noche, y mucho recuerdo la fecha, era para amanecida día
Domingo Ramos de acá de Semana Santa, me sacan con la
camioneta hasta vario... Leonpampa, al costado del Colegio
San Juan, se paran y me dicen, bájate, me voltea para
arriba carajo, si te volteas te matamos, me puso con esas lenguajes,
tiesa, parada ahí, y me sacan la capucha que me bían
puesto y las esposas, no te voltees hasta que nosotros desaparezcamos;
las instrucciones yo tenía que seguir de ellos. bueno,
seguí caminando, solo en la calle aquella vez Ayacucho
estaba con toque de queda, nadies caminaba altas horas, desde
las seis de tarde hasta las seis de la mañana, nadies
transitaba en las calles de Huamanga, sólo se escuchaba
el aullido, el ladrido de los perros. bueno me fui, por encima
del colegio hay una calle, llegué a la casa, estaba
cerrada, y el cuarto donde vivíamos era al fondo, ni
modo que mi mamá, mi papá iba a escuchar, tuve
que trepar, me puse a trepar la puerta, el portón, entré de
sorpresa. Llegué y mi mamá, mi papá se
pusieron de pie a llorar por mi presencia. Eso fue la primera
detención, el año 84.
El año 85 faltando, una semana para las elecciones
del 85, nuevamente fue detenida ya por el SIN de la Novena
Comandancia. A las ocho de la noche yo me encontraba en la
calle, regresé y ya la policía estaban rodeados
mi cuarto y dije ¿no? Qué cosa tengo, qué cosa
tengo para que me tanto me persiguen, tanto para que me estén
haciendo este problema, dije, sólo así pude reaccionar.
Allí estaba con una hermana menor y mi hijito, nuevamente
me llevan, le dejé a mi niño con mi hermana menor.
Bueno, me hicieron llegar a la comisaría Novena Comandancia
aquella vez, ahí estuve sentada en la silla hasta la
amanecida, al día siguiente la doctora Elvira Barrios
se presenta las dos de la tarde, por intervención de
ella, salí absuelta nuevamente, allí me acusa
de que yo habíay planeado un croquis para un asalto
a la Guardia Republicana, falso.
Después... después el año 86... a mi
trabajo viajaba por Cangallo... fue en mes de julio, ya retornando
para medio año de vacaciones, subí a Empresa
Libertadores para venir un poco más temprano y llegar
a Huamanga ¿no?, a la hora; llegamos a Macro, al control
de Macro, y allí nos obligaron, allá nos obligaron
a todos los pasajeros a bajarse, a controlarse, los soldados,
me bajé y ya en culumna de uno, ¿no? Antes que
me pedieran mi identidad me pedieron mi documento, yo ya habíay
visto la lista y estaba mi nombre Alicia Castillo, fue una
sorpresa tremenda para mí, como yo tengo dos nombres,
por mi primer nombre no han podido hacerme quedar en el puente
Macro, y dije, Dios mío, qué me pasa que, y yo
lo vi muchos datos de muchas personas, hasta el momento no
se los he dicho porque no quiero preocuparles, ¿no?
Hey guardado en el selencio todo. Después me faltó pasos
para llegar al carro, subí y el carro pasó por
Pampa Cangallo, allí se encontraba hermano de papá de
mi hijo, me subí al segundo piso al Concejo, le dije.
Esto me pasa, sépalo que tu hermano no sé hasta
dónde me va a permitir que me haga estas cosas; llego
a Huamanga, acá a Huamanga, ¿no?; al papá de
mi hijo le puse en conocimiento, luego viajamos de cuatro días
nuevamente, presentamos primero un escrito a la suprefectura
para... pidiendo garantías de mi persona, en compañía
de él viajamos a Cangallo, donde conversamos con el
capitán del ejército, me dice, usted cada vez
que pasa a su centro de labor, contrólose acá en
el cuartel, cuando vuelva de allá contrólese.
Bueno, ya no volví desde esa fecha, por Cangallo ya
no viajaba a mi trabajo, ya tuve que viajar por otra ruta,
por herradura. Y última vez de mi viaje, mi padre me
acompañó, en mes de agosto, después de
medio año de vacaciones. Mi padre sorprendido regresó,
porque era un día de viaje con carro y dos días
de caminata a mi centro de labores... ya ni más de ahí llegué a
Cangallo, porque tenía miedo, porque consecutivamente
yo estaba perseguido como si yo fuera verdadero subversivo,
o subversiva, ¿no?. En conclusión, digo, señores,
para esta detención fui la única persona quien
ha buscado por todo medio hacerme matar con los militares,
porque ella tenía un negocio, cerca de la PIP un restaurante,
posiblemente cuál habrá sido su ofrecimiento
para hacerme matar a mi persona. Tal vez Dios no habrá permitido
esté de pie con vida, la persona quien hizo esta maldad
con mi persona ya dejó de existir, que Dios le perdone
por todo. Y ojalá, digo, ¿no?, que no se vuelva
a repetir, siquecá en Ayacucho no había respeto
a la persona, no valía la persona, no tenía precio.
Aparecía muerto por acá, muerto por allá.
Era algo trágico, triste vivir acá en Ayacucho.
Si yo no me fui a otro sitio, a otro departamento, un ayacuchano
era marginado en cualquier otro departamento. Ayacuchano terruco,
decía, te cerraban las puertas, no te daban trabajo.
Yo acá consecutivamente en Huamanga me encontraba porque
estaba gestionando mi nombramiento como profesora, lo logré el
año 85, un cuatro de julio. Desde aquella vez, ya yo
permanentemente estaba en mi trabajo en mi centro de labores,
casi poco paraba acá en Huamanga, venía a cobrar,
regresaba, así. Fue así mi detención,
ahora quiero pasar a caso de Pomatambo y Parcco.
En el pueblo
de Pomatambo estaba un pueblo (espacio en blanco, por cambio
de lado en cassette) a carro es 25 minutos. Mi padre,
mi madre habían viajado el año 86 a Vilcashuamán
a Pomatambo, porque teníamos algunos quehaceres que
ver, ¿no? Mi padre de haber hecho un trabajo, de haber
realizado un trabajo... del campo había retornado a
la casa a Pomatambo, ¿no? y algunas autoridades han
hecho una actividad pro recaudación de fondos para hacer
este... para concluir con Casa Comunal que hacía falta
a la comunidad y había unos autoridades comisionados
para preparar chicha de jora y otros señores que han
sido víctimas estaban en sus casas, tal que... de Vilcas
el camino que sigue a Poma... de Vilcas a Pomatambo y Huaccaña-Parcco,
o sea prácticamente por el medio de la plaza está saliendo
el camino hacia Huaccaña-Parcco; para Vilcas, tanto
para la quebrada río Pampas, ¿no?. Bueno, tranquilos,
los señores stán, bueno, haciendo su trabajo
programado de noche, ¿no? A las seis, siete, en eso
entran los militares y para tal caso, los senderos, gente de
sendero venía de río Pampas con la dirección
a Vilcashuamán para cumplir sus acciones, tal que ha
sido la mala suerte de todas las autoridades, todos han sido
detenidos en ese momento y se destribuyeron casa en casa, todos
los soldados lo han sacado ya prácticamente de sus camas
a muchos personas, luego les ha tirado en la plaza a todas
las personas detenidas y los ha amarrado de uno... de uno,
en uno como en una cadena, luego les ha condocido hacia Parcco,
aproximadamente a las once de la noche, la balacera por todas
partes corría, no podían salir ni a defender
ni a pedir auxilio, lo ha cerrado las casas de algunas señoras,
loan amarrado y no podían por dónde salir, para
ver qué pasaba, adónde se los llevaba, y hay
un camino que pasa para Huaccaña–Parcco, por tras
de mi casa, mi padre la única palabra que pudo decir
a mi mamá se despidió. Mi mamá se había
desmayado, ¿no? Estaba con mis dos hermanas menores,
le dice, (llorando) Aquilina cuida nuestras hijas, sólo
pudo decir esas dos palabras mi padre. Llegan a las... aproximadamente
tres a cuatro de la mañana, ya habían pasado
Parcco, ya había... llegan al lugar y la gente con susto
de Parcco no han podido ni salir de sus casas, llegan a la
plaza principal de Parcco, los ha puesto al rincón de
la plaza, hay un molle, allí al pie del molle a todos
así en fila. Allí murieron dos ancianos, su hijo
y sus dos nietos del señor, prácticamente allí murieron
doce personas, siete personas de Pomatambo entre autoridades
y de Parcco otros cinco.
Después de matarlos, a la cinco de la mañana,
porque ya hay testigos en Parcco ¿no? las señoras
de las casas de por la ventana estaban mirando, después
de matarlos les ha llevado a una chacra donde había
chalas en un árbol ¿no? uno por uno les ha arrastrado
al campo, los ha quemado; la gente de Parcco no ha podido salir,
se han permanecido en sus casas observando qué hacían,
en ese rato las doce del día llega helicóptero
llevando sus provisiones a los soldados. Después vuelve
el helicóptero empiezan traer a todos los muertos sin
cabeza, prácticamente no se podía distinguir...
los ha tirado por todo el camino regados y aquella vez la gente
de Huaccaña pastean ahí en esas partes sus ovejas,
sus ganados, no querían contar a los familiares de Pomatambo.
Los familiares de Pomatambo se encontraban consternado por
el hecho, todos de duelo, ñiños lloraban, señoras
lloraban, padres lloraban... todos (llorando), era una desesperación;
porque todos son personas inocentes que han muerto, si tuvieran
realmente... ¿no?, si fueran los verdaderamente como
dicen los militares terrucos, yo lo admito, pero son personas
inocentes que han muerto, han dejado seis hijos, cinco hijos,
ocho hijos, todos huérfanos han quedado, viudas mayor
cantidad. Por eso que en pueblo de Pomatambo no se puede hacer
ningún desarrollo porque hay mayor cantidad de viudas
que varones.
Bueno, mi mamá con mis hermanos menores tenía
que venirse acá a Huamanga. Yo aquella vez ya trabajaba,
tuve que apoyarle a mi mamá hasta... hasta el momento,
hasta ahora. Gracias a Dios tuve que poner fuerza, valor, voluntad;
sacar adelante a mis hermanos. Todos son estudiantes, profesionales,
quedan tres menores estudiantes, ¿no?
A través de esta Comisión pediría un
apoyo para mi hermana menor, quién está estudiando
en la Universidad Federico Villarreal, pido, ¿no? al
señor rector que le apoye en todo lo que es necesario,
y lo mismo al señor rector de la Universidad de San
Cristóbal, tengo dos hermanos que están estudiando
acá. Lo único que pediría para mis hermanos
es un apoyo en lo que se pueda, ¿no?
Comisionado:
Señora Lucila (Alicia) en nombre de la Comisión
de la Verdad, le agradezco sinceramente todas esas hermosas
y dolorosas palabras que usted ha dicho y que ciertamente las
tomamos muy en cuenta, el Perú entero la ha escuchado,
la va a escuchar. Reconocemos su verdad, agradecemos su valentía
y le expresamos nuestra más profunda solidaridad, gracias
señora.
Voz casi inaudible de la señora
Alicia.
Muchas gracias...
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