Audiencias Públicas
de Casos en Huamanga
Cuarta Sesión, 9 de abril de 2002, 2 p.m. a 7 p.m.
Caso 18. Testimonio
de Edgar Arotoma Oré,
Aurea Palomino Ayala y R.P. Moisés Cruz Morales
Doctor Salomón Lerner Febres
Vamos a reanudar esta audiencia con la cuarta y última
sesión, invitamos a los señores Edgar Arotoma
Oré, Aurea de Huamaní y al padre Moisés
Cruz Morales acercarse para prestar su testimonio.
Por favor. ¿Nos ponemos de
pie?
Reverendo padre Moisés Cruz Morales, señora
Aurea de Huamaní, señores Edgar Arotoma. ¿Formulan
ustedes promesa solemne de que su declaración la harán
con honestidad y buena fe y que por tanto expresarán
sólo la verdad en relación a los hechos relatados?
Voces en conjunto.
Sí prometo.
Doctor Salomón Lerner Febres.
Gracias, tomen asiento.
Comisionado.
Buenas tardes señor Arotoma, señora Aurea Huamán,
padre Moisés Cruz, buenas tardes, bienvenidos a esta
audiencia que continúa la... las mismas que venimos
teniendo desde el día de ayer y como los otros casos
queremos decirles que la Comisión de la Verdad y Reconciliación
está aquí para escucharlos, para a nombre del
país decirles que lo que ustedes sufrieron, aquello
lo que fueron testigos, está en un momento de ser conocido
por mucha gente, hay transmisiones que llevan esto a todo
el país y quisiéramos que... junto con los que
estamos aquí en la sala y con la Comisión, todos
pudieran escuchar lo que ustedes vivieron, y todos pudiéramos
enriquecernos por más doloroso que haya sido con la
verdad, entonces los invitamos con toda libertad a expresarse
como lo deseen sobre los hechos.
Voz de Edgar Arotoma Oré.
Muy amable, distinguidos autoridades de la Comisión
de la Verdad... yo soy Edgar Arotoma Oré y segundo
hijo mayor de Julio Arotoma Caqueñahuaray y la señora
Honorata Oré de Arotoma... he venido justamente para
decir toda la verdad, los hechos que ha pasado... para mí,
recordar cómo hemos vivido ese tiempo es totalmente
difícil, pero lo vo hacerlo, de repente si me escapan
las lágrimas, me sabrán a disculpar... con todo
dolor... he vuelto a recordar pa dicir toda la verdad, cuando
es aquellos tiempos del 91 hemos pasado, se imaginarán,
yo como hermano mayor al ver que los menores hijos que dos
años de edad ha deaju última mi hermanita al
no llorar inclusive me causado mal del corazón inclusive,
porque, qué pasa, si yo lloraba, todos lloraban, gritaban
sin llanto, bien efectivamente mi papá Julio Arotoma
Capiñahuaray en aquel entonces de 1991 era... desempeñaba
el cargo como director de la USE Fajardo, de la misma también
era uno de los simpatizantes de Izquierda Unida, como profesor
del distrito de Huancaraclla que después por motivos
se encontraba en Huancapi.
El día, un día diecinueve abril, el quién
habla estaba junto con mis padres en Huancapi, sin embargo
esa tarde, un diecinueve de abril, pues, mi padre junto a
los profesores Zenón Huamaní, Honofredo y otros
siete que desaparecieron, injustamente, pues salieron ¿no?
caminar en las... con motivos de iscribirse con la lista,
como candidatos, ¿no?, pero sin embargo mis padre no...
no era candidato, sino como... como simpatizante de ese grupo,
efectivamente ya en horas de la noche, aproximadamente casi
cerca a las diez de la tarde... de la noche, too el grupo
que han desaparecido, vinieron junto con ellos a mi casa,
donde el quien habla estuve presente y más mi madre,
donde se despidieron como vía normal y con los siete
restos desaparecidos, pues, se fueron los restos, y mi papá
dentró a descansar, ya efectivamente se encontraba
descansando casi un lapso de trenta minutos, media hora, en
donde, ya posiblemente, cuando ya estaban retirando lo restos
de los profesores a sus domicilios, pues habían sido
recluidos por los militares, en donde pues, los profesores
pensaron de repente porque... puesto, deque mi papá
era una autoridad educativa, pensaron deque si vamos a pedir
auxilio a él, de repente nos va salvar; pero no fue
así lamentablemente, y lo gritaron fuerte, en la puerta
de mi casa, y al escuchar las voces de sus compañeros,
quines estaban caminando, efectivamente mi padre salió
inmediatamente de la casa, cuando ya estaba descansando, en
eso, tamién mi madre sigue los pasos, en eso ya casi
con mi madre ya sencontraban, ya casi junto ya con los militares,
yo también me animé de salir... tres, o sea
el tercer lugar de mis padres, tonces cuando, ya salí,
ya estaban ya recluidos junto a los restos de los profesores,
yo aquel entonces tenía veinte años de edad,
dudaba de acercarme más, puesto de que a veces, pensaba
pensé yo, si va acercarme, me van a tomar otra represalia
a mí; en esos instantes efectivamente los militares
estaban, pues, los que estaban destacado en la base militar
de Huancapi, estaban, efectivamente todos disfrazados tal
como es militar, ¿no?, con su uniforme con sus... todo
con su armas ¿no? un aproximado de veinti efectivos;
ya caminaban con dirección hacia la base militar, ya,
en el transcurso del camino, pues, llevaban a malas brutalmente,
inclusive golpeándolos, pegándoles, gritándoles
de todo, efectivamente al escuchar esos ruidos, voces, inclusive
los vecinos, veían por la ventana, algo por ahí
me sentía, a lo... a lo aproximadamente casi una cuadra,
yo seguía los pasos, donde qui iban, pero siempre con
las dudas, a veces me animaba de juntarme, pero no podía.
Llegamos, llegué allá a la zona restringida,
al portón de la base militar y ahí sí
ya no pude caminar más, efectivamente; en tal sentido,
pues, casi cerca de la base, faltando una cuadra, pues, efectivamente,
uno de ellos, a mi madre, pues, lamentablemente que en aquel
entonces, mi madre se encontraba ya con ocho años de
gestación, ocho meses, perdón, de gestación
y a punto de dar a luz, en esos instantes a una cuadra ya
de la base, de la zona restringida, pues, uno dellos, veo,
que han tomado pues una fuerza mayor, eneso mi mamá
se cayó al suelo, entonces uno de ellos, no se quién,
uno de ellos de los detenidos pues se ha resbalau un poco,
¿no?, al verle ese acción y también brutalmente
fue golpeado, en eso, lamentablemente llegamos y más
allá no pude caminar a la zona restringida; (prac)ticamente
regresé, yo pensé de repente que, ese... esa
represalia que habían tomau de repente era como cualquier
detención, siempre lo han hecho, que siempre lo detenían
y al día siguiente lo soltaban, como cualquier detención;
pero sin embargo esta pues no ha sido así, de momento
que se llevaron, hasta el momento nada, la verdad nosotros
pues, yo como hermano mayor, vuelvo a repetir, con dolor he
vuelto a recordar, puesto deque hasta el momento vivimos pues
un momento difícil, yo me siento horita como padre,
frente a mis hermanos menores que se quedaron huérfanos.
En conclusión pido, a fin que haya justicia, nosotros
como seres... como todos seres humanos, esperamos ver su tumba
de mis padres, que hasta la fecha (entre lágrimas)
se lo llevado el viento y casi todos nosotros tenemos derecho,
pues, a llorar en la tumba, y no así esperando; y nosotros
conocemos quiénes han hecho eso, los militares, encabezados
por el sub teniente Centauro y con el teniente Morgan aquel
entonces hasta de todo nos ha hecho, hasta amenazas, hasta
de muerte nos ha dicho; inclusive pues lamentable hecho...
hemos sido inclusive saqueados por los desconocidos... para
querernos frustrarnos de que todos nosotros debíamos
dejar, abandonar esa tierra, lamentablemente no fue así;
tonces más bien pues para terminar, quiero una justicia
justa; esperamos, sé que ese señor, ahorita
se encuentra en actividad, ahorita se encuentra, pues, vivo
aún. Que venga y que nos avise, por qué han
hecho eso, qué culpa nosotros hemos tenido, qué
culpa mis hermanos menores, hasta un niño de dos años
ha tenido para que pague esa culpa ajena, y que nos digue
pues, esperamos hasta el momento, nos encontramos pues sin
luz en la oscuridad; esperamos que haya justicia y que nos
diga el señor, que dónde está eso muertos
o están vivos, no sé; tueso nada más,
gracias más bien por la... disculpe por la...
Voz de comisionado.
Señor Arotoma, si la señora Aurea o el padre,
quisieran agregar alguna información. ¿Quisieran
agregar ustedes?
Voz de Aurea Palomino Ayala.
Me llamo Aurea Palomino Ayala viuda de Huamaní, (sollozante)
esposa del quien en vida fue don Eusebio Huamaní Chuchón,
madre de nueve hijos, mi esposo era dirictor del Centro Educativo
di Huancaraclla, miembro di la Comisión Revisora di
gistiones... di gistiones administrativa, tambien pertenecía
al grupo de partido como regidor de izquierda unida, in el
mominto del suceso, no estuvi presente, yo vivo en San José,
de San José, mi esposo ha salido con dirección
a Huancapi, para hacer sus papeles, sus documentos de su trabajo,
de su comisión, dijo, (llorando) terminando hacer mis
papeles, rápido, voy a regresar, así si ha despedido
de sus hijos.
In vista que no volvía, yo fui en busca, (llora) cuando
llegué a Huancapi, me avisaron que mi esposo, había
estado detenido con otros, el día viernes diecinueve,
por los militares, también me dicían que, ¿no?,
ha hecho desaparecer a tu esposo, yo tomaba cosa simple, yo
no creía, cómo a varios va hacer desaparecer,
a solo haría desaparecer, a varios no creo.
Me fui a la base a preguntar, averiguar, ahí estaban
los militares, bien armado, no mi dejó entrar, cuando
exigía, empizó disparar bala al aire, hasta
quería darme patadas. Ahí, recién me
sentí mal, me vi mal, como en mi sueño, no podía
cómo hacer; he ido averiguar a los familiares de los
detenidos, qué estaban haciendo, ya ellos ya estaban
movilizando, ya habían presentado denuncias a Fiscalía
y otras autoridades, yo no podía hacer nada, tenía
que comunicar a mis hijos mayores que estudiaban aquí
en Ayacucho, haciendo saber qué pasaba con su padre.
Una de mis hijas, tomaba interés, priocupados, al resto
no le había contado todavía a sus menores, la
mayor es lo que sabía inmediatamente no podía
contar a sus menores, había ido a llamar a la base
de Huancapi, había contestado el teniente, diciendo
que su padre está trasladado a Cangallo, y a Cangallo
fuimos, ahí nos nigó, aquí no está
ningún detenido, se habrá confondido con Pampa
Cangallo, ya pa Pampa Cangallo seguimos, ahí con mi
hija, ahí también no nos dejó entrar,
nos negó, aquí no está nadies, con tanta
exigencia, a mi hija le dijo, voy a llamar a la base de Vilcas,
di poco rato vino, le dijo a mi hija, tu papá está
en Vilcas, como ranchero está; así nos confindia,
porque así hemos ido a Vilcas acompañado con
mis familias, ya, ahí también igual nos nigó,
ahí, también impezó a dispararnos bala
al aire, de ahí los otros familiares en Huancapi, están
insistiendo con apoyo del padre Moisés que está
presente, y como no himos encontrado la justicia, algunos
familiares hemos viajado a Lima, con apoyo de APRODEH, a la
Presidencia, al Congreso para hacer escuchar nivel nacional
e internacional, y de los países llegaba carta para
el Presidente Fojimori, pidiendo libertad de los siete detenidos.
De todas maneras nada nemos conseguido, no hemos encontrado
la josticia.
Mientras que estuve en Lima, allanaron mi casa en San José,
a mi perro dejé encargao a mi vicino, ahí lo
mataron. Encontrado todo destrozado mi casa, y servicio de
inteligencia atrás de nosotros, nos hacía imposibli,
nos dejaba nota en la casa, obligando para dejar ese trámite,
si en caso contrario, mi casa, quedaba en polvo, así...
nos... así hemos dejado de miedo. A consecuencia eso,
mis hijos, todos han quedau afectados o sea enfermos, traumados,
paralíticos. Ono de ellos casi perdió su habla,
hasta yo soy nerviosa, mal di corazón, di cabeza; así
todos mis hijos sienten su cabeza y corazón; y se han
atrasado di sus estudios, sino hubiese pasado este caso, normalmente
mis hijos hubiesen terminado sus estudios, hobieran logrado
sus nombramientos, ahora como sí han terminado, que
he sacado profesionales, de qué sirve que son profesionales,
que no hay trabajo, ni contrata, así que sólo
pido a los señores autoridades de la Comisión
de la Verdad, que nos apoye, pido este apoyo.
Quiero ver sus resto de mi esposo, para tener su tumba siquiera
para que... para llevar flores, para que esté tranquilo
mis hijos, todos mis hijos es lo que sufre, eso les rogaría
señores autoridades de la Comisión de la Verdad,
es todo.
Comisionado.
Muchas gracias señora Aurea, como estamos escuchando
y además de los familiares directos, como el señor
Arotoma y la señora Aurea de Huamán, el pueblo
hizo muchas gestiones y entiendo que el padre Moisés
Cruz puede añadir, si lo desea, alguna información,
lo escucharemos con mucha atención.
Voz del Padre Moisés Cruz.
Dignas autoridades de la Comisión de la Verdad, queridos
amigos, ante todo deseo a ustedes en esta magna reunión
con esa ansia de encontrar la justicia, no quede solamente
en palabras, pongan justicia; es un pedido especial a cada
uno de ustedes en especial a mi pastor monseñor Antúnez.
Sería muy triste exponer todo. Si escribiera todo el
hecho que he visto, habría tomos y tomos de libros
de lo que he visto Ayacucho.
Primeramente diré, Ayacucho, como cuna de la religiosidad
popular, se apartaron de Dios, tanto ayacuchanos, tanto militares,
yo ido trabajar Huancapi por un pedido especial de mi madre,
yo iba... iba aspirar o tenía posibilidades de alcanzar
unos niveles más en mi carrera; pero mi madre me pidió
que fuera allá, y solamente por un año, pero,
me quedau, al ver tanto sufrimiento, tanto dolor de mi pueblo,
a los pueblos que visitaba encontraba una madre anciana, abrazado
a su hijo muerto, como La Virgen María abrazado en
la Cruz a su hijo, llorando hasta desmayada, abandonado por
la población, cortaron el cuello de su hijo profesor,
en medio de los alumnos en la sala de clases, niñas
descuartizada, estoy hablando de Sendero Luminoso y facultad
de Abimael; y esto no conoce el mundo, no conoce el Perú,
niña de doce años catorce años las más
bonitas, coleccionadas para su diversión, y nunca he
escuchado un periodista hablar de estos actos funestos, ordenaba
como para que... en esos hermanos disvirtuados, que han dejado
la facultad del hombre, porque no cabe en un ser racional
las actitudes que hacían.
Iniciaban pa... cortando las uñitas, la cara, pedacito
por pedacito, se devertían así, en ese flagelo
de esas niñas, hasta de mi propia familia de mi sobrina,
Sendero Luminoso, y esta misma copia sacarán algunos
militares, porque he venido a salvar la figura de algunos
hombres que representan a la Nación, no son todos dentro
de cien serán pues cuarenta o cincuenta o de repente
un poco menos, ellos se jugaban con la vida, cuando pasabas
por el control militar, tenías que estar mirando abajo,
tenías que bajar la mirada, algo de algo que notaba
que estabas con furia, con ira, a ver, a ver, ven qué
te está pasando, lo metían al cuartel y ya desaparecía.
Y el caso de los diez o siete desaparecidos, eran persona
tan dignas, que sabían desenvolverse como maestros,
como autoridades, en el sitial que ha tocado, pero no merecían
este acto, pero sepan señores de la Comisión,
los amigos que la nación ha confiado llevar el uniforme,
no han sabido controlar sus actitudes, llevados por instintos
bajos, se valía, para terminar o mejor dicho, se acababa
con terminar la vida de inocentes.
De repente los familiares de los siete, no saben, incluso
en esta desaparición, hay al parecer, ya ustedes encontraran
la verdad, participación civil, de sus propios hermanos,
de su propios compoblanos y esta realidad de que nos ha tocado
vivir, era para el que tiene dinero, hablemos así,
era la vida, por decir, yo soy jefe de Sendero, oye suéltame,
toma te pago cinco mil dólares y ya está, y
libre se iba. Por qué digo esto, una vez a mi me detenieron,
estoy acompañando a los uniformados, chocamos con un
grupo de sideciosos armados... me dejaron en un lugar, después
arreglaron, después, como que no pasó nada,
se despidieron y dejaron, y cuántos jueces metidos
en esto, han cogido a los grandes asesinos que deben cien,
cincuenta, sesenta vidas y a poco tiempo, está libre,
no hay cárcel y los inocentes... son terroristas, son
acompañantes de los terroristas, los que están
presos, no son mayoría delos que está en las
cárceles, de repente hay mereciu como tal, no son pues,
este, son pues, personas libres, y ahora van camino libre
que no pasó nada, pero a ustedes señores de
la Comisión lo voy a rogar, esos señores que
ha confiado la Nación para ser nuestros padres, nuestros
defensores, que restituya siquiera parte, por qué digo
esto, ¡duele!, yo no tenía ni un sol, pero esos
niños necesitaban, lloraban pan, lloraban vestido,
no teníamos con qué vestir, gracias a los pastores
de la iglesia de Ayacucho, me apoyaban al... son veintiocho,
con veinticuatro niños de estos siete, veinticuatro
niños abandonados, niños de dos años,
tres años, cuatro años, cinco años, y
cuando alguien dice mamá, cómo lloraban esos
niños.
Será imposible que restituye, ni con todos los dólares
del mundo podrá devolver la vida, de por lo menos del
haber que tiene, que separe para los gastos, esos niños
abandonados. Eso sería la justicia, por lo menos por
principio de justicia, que vea, la forma de reemplazar, la
mínima parte que sus padres podría haber dado
a esos niños huérfanos, porque yo tenía
en mi mano, treinta niños huérfanos y cómo
yo sufría al ver esos niños cuando alguien decía
¿mamá?, un familiar venía, ¿mamá?
lloraban esos niños y sus familiares, ahora mismo estaban
por contener, pero fíjense, escapa las lágrimas,
yo le voy a rogar a ustedes, que ya no se busque pues a la
paloma seise patas, esos señores son autores, que no
diga Sendero ha venido, ha llevado.
Nosotros podemos distinguir esa luz que nos alumbra de una
linterna de mano, a pilas, facilito es, las huellas del militar
o las huellas de Sendero, se conoce, entonces que no diga
pues, que, que no somos. A mí me arrojó propagandas,
libros, ahitá, nosotros hemos hecho con pruebas, ahistá
pues diciéndome, me ha tirado con los libros, con las
propagandas, el responsable de la ba... de esa base militar,
cuando he reclamado a los siete profesores, a los siete desaparecidos,
es más, en la puerta a unos metros del cuartel, será
pues cien metros al ingreso del estadio, ahí había
muestras de sangre que mucho tiempo que esa sangre no se borraba,
y al parecer era la sangre de la madre de este profesor, y
así en muchos lugares, la sangre derramada es sangre
humana, no se borra... va, puede pasar, cinco meses, cuatro
meses y todavía sigue, mientras eches sangre de cualquier
animal, para dos días, ya no, ya no hay, pero la sangre
humana, ahí permanece y así estaba regado todos
los pueblos.
La confianza hubiera sido bonito, ahí está militar,
nuestro protector; pero no era así, venía para
practicar su sadismo, su criminalismo, hasta en vano, una
señora atajaba su chanchito, hasta embarazada, lo metía
bala en Colca, en mi pueblo, lo metía bala; pero, sí,
sepan, en la hora de los hechos, discúlpenme, eran
unos maricones, aquel que tenía armamento, señor,
mire está atacando, salgan por favor, yo he ido a pedir...
(cambio de cassette)... solamente eran prepotentes, tenían
valentía para gente inocente, pero para aquellos verdaderamente
que estaban bien armados, venían igual que los militares,
no salían. En Vilcashuamán se cerraron el cuartel,
no salían, al día siguiente salen, cogen inocentes,
cuando ellos ya se han ido.
En Cayara... todos esos sidiciosos ya se marcharon, dirección
Accomarca. A los pobres que están en el pueblo, inocentemente,
lo matan, ahí está el señor Alan García,
autorizando todas esas cosas, ¡ah!, y la nación
reconoce, todavía, como un hombre digno; pero no es
en forma así, cuántas matanzas, cuántas
muertes. Si pudo haber arreglado otra forma; si algunos...
algunas personas, no hubieran colaborado con el gobierno,
no hubiera llegado la paz, gracias al pueblo, el pueblo formando
sus rondas campesinas y exactamente quiénes son, lo
cogían y lo entregaban a los militares y cuando a veces
le convenía, lo soltaban, a costa de qué; pero
gracias a nuestro gobierno anterior, dejó todas las
cosas, todos los interese personales, tenía que enjaular
al... al camarada Gonzalo, ahí recién, todo
ese el pueblo sentía alegría, porque Sendero
y militares, no todos, un grupo, estaba... estaban atropellando,
no podíamos respirar, no podíamos hablar.
Por qué yo tenía que hacerme frente, porque
me ha encargado al Ministerio Sacerdotal y el Ministerio Sacerdotal
como su nombre indica, es algo sagrado, algo divino y dentro
de eso de ese Ministerio está, pues, hacer respetar
la vida, hacer respetar la justicia, en la medida de mis posibilidades,
durante los nueve años que estao en Huancapi, no he
permetido, auque me he arriesgado, he sido detenido, pero
no hey permetido, pero Dios es grande, aunque intentaban a
mi matarme, pero había personas que me ha salvado,
y no han podido; pero gracias a la ayuda de algunos militares
también; me tenían mucha hambre, me detenían
en un cuartel, en otro cuartel; pero otros militares, ven,
vamos arreglar esto, váyate, dejo ahí, cuídate,
esto está pasando, me comentaban y así pude
haber participado durante nueve años en mi pueblo de
Huancapi.
El dolor destos hermanos nuestros, me llamaban dos de la mañana,
está pasando esto, esto, tenía que levantar
y salvar la vida, algunas veces hasta he encontrado, yastaba
listo, ya incluso habían abierto las fosas para matar,
pero yo he salvado, ya de las puertas de la muerte, a algunos
hermanos míos, cuando yo ido a Lima por unos días,
a mi regreso ya no encontré a los siete amigos que
sé que eran muy buenos, buenos, buenas personas, que
merecían respeto.
El profesor Arotoma era de respeto, confianza de todo Fajardo;
pero ellos no han tomado en cuenta eso, no le importaba la
vida, y esta Comisión que se esfuerce, que esos señores
sepan que están en el nivel humano, de repente sienten
que están en otra naturaleza, pero no, que se den cuenta
que están dentro de los miembros de los seres racionales
y por tanto no debían hacer estas cosas.
Claro quién no puede justificar, sí, ellos en
un enfrentamiento, se defienden su vida y dan muerte, eso
lo normal, puede pasar, pero no, pues, sacar de sus casas,
por intereses particulares y acaben con la vida de inocentes,
me hubiera gustado también por lo menos detén
a todos los culpables, pero no es así, incluso las
indemnizaciones que están recibiendo, algunos no son
aquellos, aquellas personas que han sido agraviados inocentemente,
sino que dieron por dicir, quinci muertes y su propio partido
ya condenaron con evidencias, lo dieron muerte, ahí
están gozando, pero ellos deben muchas vidas, han dejado
tantas... tanta orfandad pero aquellas que no, que han sido
víctimas inocentemente no.
Por decir del señor Félix García de Cayara,
quieren hacer pasar, este, que ha sido Sendero, no es Sendero,
si ahitá un grupo de ejércitos, más allacito
comunicando a cada rato, y más allá lo dinamitan.
El carro acá en Tocto, yo venía en ese carro;
entonces señores, lo pido, por levantar la dignidad
de la mayoría de nuestros miembros de la fuerzas armada,
no son todos, sino los culpables son unos cuantos y equivocadamente,
por qué digo esto, hasta en una borrachera se aclaraban,
tú has matado inocentemente, tú has matado esto
por sacar plata, tú has matado, tú has matado
esto porque no te dejó violar, tal cual en borrachera
se sacaban cara, a veces entre ellos se mataban y echaban
la culpa al pueblo. Sendero ha sido. No es Sendero, cuando
viene Sendero, se escapaban se escondían.
Entonces señores miembros de la Comisión de
la Verdad, voa terminar mi palabra deseándolo que tenga
todos los esfuerzos posibles, aquellos hombres que lloran
están traumados, ya no son, realmente ya no tienen
sentido cabal, hasta jóvenes, hasta profesionales por
haber visto todo ese desorden, todo ese atropello. Veo personas
que han presenciado la muerte de sus padre, personas que han
presenciado la muerte de su madre, de su pueblo, no son cabales,
sufren y por lo menos repare todo ese daño, cuántos
niños, saque la estadística.
Pienso durante estos años el consuelo más grande
era su Dios, su religión, ahí se refugiaban,
porque nadie decía nada, lo vua decir, hasta estos...
los familiares de esos siete hasta me han abandonado, yo he
presentado una denuncia a la Fiscalía con la reverenda
Madre Victoria Pella, Ana Victoria Pella; pero a los otros
amenazaba... a nosotros no nos amenazaba; pero a ellos sí,
uno por uno lo amenazaron.
Entonces señores lo pido que los responsables de inmediato,
que vean la forma de restituir tanto daño que han hecho,
entonces ustedes que están dentro de esta verdad, sí
van a poder, yo estoy tan seguro, ese en el anhelo de nuestra
conciencia, ese es el anhelo de la... del Perú y envestigan
desde su raíz, desde su raíz, por favor, lo
voy a rogar y que no disvirtúe a muchas personas dignas,
tonces, deseo mucho éxito, deseo justicia, verdad a
cada uno de ustedes, y cualquier rato que requieren, estaré
aportando, he visto todo ese dolor, no es un caso, son cientos
de casos.
Voz de comisionado.
Queremos agradecer muchísimo al padre Moisés
Cruz por la...
Voz del público.
Morales Cruz.
Voz de comisionado.
Perdón Moisés,
Voz del público.
Morales...
Voz de comisionado.
Cruz Morales, perdone, agradecerle por la valentía,
por el cuidado que él tiene al contar lo que ha vivido
y distinguir, tratar de distinguir culpables, inocentes, vamos
a necesitar mucho en la Comisión de personas como usted,
para que nos ayuden, sin la ayuda de ustedes nosotros no podremos
llegar a todo lo quisiéramos, y queremos agradecer
mucho al señor Edgar Arotoma a la señora Aurea
de Huamán, también por su testimonio, porque
así como esta mañana hemos tenido ejemplos de
valentía y de dignidad cívica de familiares,
de autoridades asesinadas, aquí tenemos el caso de
candidatos, profesores que eran candidatos para participar
en una elección democrática y fueron desaparecidos,
entonces a nombre de la Comisión, muchas gracias por
lo que han hecho ahora, buenas tardes.
Caso 18Caso
19Caso
20Caso
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