Segunda Sesión,
27 de agosto de 2002,
3 p.m. a 6 p.m.
Caso 7. Testimonio
del señor Oscar Tello Molina
Sofia Macher:
Empezamos con el testimonio del señor
Oscar Tello Molina. En el año ochentisiete la señora
Hermelinda Tello, hermana del señor Oscar acusado de
terrorismo, fue detenido por efectivos, fue asesinada por Sendero
Luminoso y posteriormente en el ochentinueve el señor
Tello fue acusado de terrorismo, por lo que fue detenido por
el ejército. El señor Tello ha sido Juez de Paz
y gobernador de Sañayca. Nos ponemos de pie por favor.
Señor Oscar Tello Molina, formula usted promesa solemne
de que su declaración la hace con honestidad y buena
fe y que por tanto expresará sólo la verdad en
relación a los hechos que nos va a relatar.
Sí.
Gracias.
Carlos Tapia:
Señor Oscar Tello, buenas tardes muchísimas
gracias por venir a testimoniar a esta audiencia de la Comisión
de la Verdad y Reconciliación, estamos seguros de que
su testimonio va ser de mucha importancia para nosotros y para
los que acá están presentes, para los medios
de comunicación y por intermedio de ellos, para todo
el Perú. Puede usted dar su testimonio sintiéndose
cómodo y lo invito a dar inicio a su testimonio.
Oscar Tello:
Gracias, señores de la Comisión
Verdad, muy buenas tardes. Mi nombre es... Señores
de la Comisión de la Verdad muy buenas tardes, tengan
presente. Mi nombre es Oscar Tello Molina, del distrito de
Sañayca, de la provincia de Aymaraes, Chalhuanca, Apurímac.
Soy casado, con María Concepción Buitrón,
tengo cinco hijos menores Magaly, María, Herlinda, Julio
y Gladys. Pongo mi testimonio de mi hermana Hermelinda Tello,
quién lo asesinada, ocurrido el tres, dos de enero de
mil novecientos ochentisiete. Ella es víctima. Un día
tres de enero en mi casa en Sañayca, donde entraron
dos personas desconocidos con arma. Nos llevaron a una distancia
de un kilómetro. Juntamente conmigo, de hay mi hermana
ya no regresó. Me dijo que regrese a tu casa. Si alguien
pasas, pasas la voz, te vamos a matar a toda tu familia. Por
temor yo me regresé, mi hermana lo llevaron a una distancia
de cinco kilómetros. Al tercer día encontramos
todo muerta. Ahí estaba ensangrentada, tapado con manta.
Entonces, al tercer día llamamos en auxilio a la, a
mis compoblanos. Entonces, con mi hermano con mi hermano Amrio
Justo Tello y mi hermano Seferino Nayses, quiénes encontramos
en monte, ahí estaba todo sangrentado, masacrado, tapado
con manta. Al segundo día, a la población traemos,
en donde mi hermana se veló y nos puso una carta anónima,
a nadie va a dar parte a las autoridades. Nos amenazó de
muerte. Ese día al siguiente enterramos tranquilo. Entonces,
ese a una distancia de un kilómetro había un
grupo de armados senderistas con bandera. A una distancia,
más o menos un kilómetro, en dónde cerca
del cementerio vimos personas desconocidos. Por ese temor no
hemos dado parte a ninguna de las autoridades. Porque nos amenazó de
muerte.
En segundo lugar, mi hermana era jubilada ya de correo.
Deja cinco hijos menores Reynaldo, Edgar, Nayser, Víctor,
Nancy, quiénes son menores, estaba al sostén
de nosotros. Menores a la fecha ellos han quedado traumados
porque nos ha cerrado una casa. Ellos menores llorando, no
dejó de salir. Porque por temor que estaban armados,
nos volucró, nos torturaba. De hay, al día siguiente
se enterró. Ahí públicamente nosotros,
por temor no hemos podido dar, acudir a la autoridad competente.
Nos amenazó de muerte a toda la familia. Enseguida,
esos tiempos también a dos mis paisanos, León
y Lucio Yachua, a quiénes también en una capilla
de Pucahuasi, a dos también lo han matado los senderistas.
En un vía pública, en un anexo de Sañayca,
en el distrito, pertenece a Sañayca, en Pucahuasi. Donde
a dos personas lo han victimado los terroristas.
Enseguida
en el año mil novecientos ochentinueve, yo
también he sido torturado malamente por la policía,
por los militares en donde entraron de capea a los militares,
a cinco personas lo ha llevado a Chalhuanca, con engaños,
pidiendo nuestra libreta, documentos personales. Entonces,
nosotros fuimos y nos entemete a la base, donde nos maltrató ciegamente,
sigue incomunicados. Y mi esposa María Concepción,
en busca de nosotros llegó a la base. Entonces dijo,
esos dos borrachos, esos se habrán ido al, se habrán
caído a la orilla del río, vayan buscar. Uno
de los tenientes nos dijo así malamente, contestó falso.
Entonces, nosotros inocentemente estamos adentro, maltratados,
torturados, hasta la dentadura me han sacado, tres dentaduras
en donde que me han masacreado cruelmente. Estuve encapuchados,
incomunicados. En eso mi hija menor, Herlinda, donde entretanto
llorar a los tres, cuatro días que estuvió, dentro,
en la base. Una menor inocente, consciente era uno de los soldados,
a un costado nomás mi hija, reciben reconociendo a los
cinco días, recién pasó la voz a mis familiares.
Estabamos después, estuve cinco días maltratados
con mis paisanos Toribio Casablanca. Ahí estabamos Justo
Arpe, Justo Palomino y otras personas. A nosotros nos maltrataron
duramente, cruelmente. Eres terruco, inocentes estuvo allí,
sin tener ni un apoyo. Después de eso nos pasó encapuchados,
de noche nos llevó a Santa Rosa.
En Santa Rosa, estabamos
cinco días. También
maltratados. Después de Santa Rosa, nos pasa a la base
de Abancay. En Abancay estuve quince días. Ahí nos
llevaron incomunicados, estamos a un costado en la mesa, en
pasadizo, amarrados, ojos vendado, maltratados, arrodillados
y nos daba orines. Hasta pedíamos dice, algunos eran
conscientes los señores, los soldados, nos daba aguita.
Hasta orines, tomabamos, nos maltratan, nos dician tú eres
terrucos, muere. Avisa, yo dije -yo soy padre de familia, tengo
varios hijos-. De los cuales, yo dije -primero mátame
a mí pero que estén presente, yo no tengo ni
una culpa, soy inocente-. Sin culpa dice mi dijo,!tú eres
terruco¡. A mi edad yo no he sido ninguno. No han encontrado
ninguna prueba en mi casa, ni un arma. Yo soy inocente. Soy
padre de familia de varios hijos.
Ni siquiera haciendo caso,
más nos maltrataba. Después
nos pasó a la PIP. En la PIP estabamos cinco días,
de la PIP, se ha comunicado diferentes sitios, que yo no tenía
ningún antecedente. En ese caso, entonces se ha publicado.
Entonces, recién me dio libertad. El señor Alonso
Pozo, que era de derechos Humanos, un representante por eso
también nos dio parte a la Fiscalía. Todo se
ha publicado. Mediante eso, recién me han dado la libertad.
Y señores, pido también apoyo, mis garantías,
que yo también vivo a una distancia de venticinco kilómetros
de la, del distrito Sañayca, la provincia de Aymaraes.
Aislado a veces mis familias, te soy padre de familia de varios
hijos y mi esposa, nosotros carecemos económicos, tantas
cosas en el pueblo, de distrito Sañayca. A una, otra
competentes también a la policía correspondiente,
a las autoridades que tenga su conciencia, que nos de ese apoyo,
las garantías correspondientes. A veces pasa en mi vida,
cualquier accidente, cualquier cosa. Mi vida corre en riesgo,
en peligro. Por dos cosas que también yo estoy volucrado
por eso señores autoridades, señores Comisión
de la Verdad, pido una justicia, una garantía que nos
de apoyo a favor de mi persona y mis familias. A veces somos
padres de varios hijos. Gracias.
Carlos Tapia:
Gracias a usted señor Oscar Tello, su
relato ha sido patético porque es un ejemplo de cómo
los perpetradores de estos crímenes y violaciones de
los Derechos Humanos, se encubren tras el anonimato y quieren
amedrentar a las víctimas para que nunca se sepa. Lo
que usted está haciendo ahora después de quince
años, es dar cuenta al país entero de lo que
sucedió y por lo tanto ha llegado la hora de la verdad
y usted está contribuyendo a eso. Muchísimas
gracias por haber venido y por dar su valiente testimonio.
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