Audiencias Públicas
de Casos en Huamanga
Tercera Sesión,
11 de abril de 2002,
9 a.m. a 1 p.m.
Caso 15. Testimonio
de Gustavo Jáuregui Montero
Doctor Salomón Lerner Febres.
Invitamos al señor Gustavo Jáuregui se aproxime
para rendir su testimonio.
De pie por favor.
Señor Gustavo Jáuregui Montero. ¿Formulan
usted promesa solemne de que su declaración la hará
con honestidad y buena fe y que por tanto expresará
sólo la verdad en relación a los hechos que
relate?
Voz del señor Gustavo Jáuregui
Montero.
Sí, prometo.
Doctor Salomón Lerner Febres.
Gracias, podemos tomar asiento.
Comisionado.
Señor Gustavo Jáuregui a nombre de la Comisión
de la Verdad, le agradecemos su presencia aquí, porque
es nuestra tarea... que se esclarezcan los hechos de violencia
que afectaron también de manera cruel a autoridades
democráticamente electas de diferentes tiendas políticas
e independientes y que constituyó de esa manera un
capítulo triste y doloroso de nuestra historia... En
esa medida, siendo usted hijo del señor Jorge Jáuregui,
Alcalde de Huamanga le damos, pues, la bienvenida de nuestra
parte y esperamos su testimonio.
Voz del señor Gustavo Jáuregui
Montero.
Bueno, ante todo, este, muy buenos días con todos,
señores de la Comisión muy buenos días,
yo soy... este, mi nombre es Gustavo Jáuregui Montero,
soy hijo del ex alcalde de Huamanga Víctor Jorge Jáuregui
Mejía. Quisiera, pues, empezar haciendo una remembranza
de lo que fue la vida de mi padre.
Mi padre llegó a la ciudad de Ayacucho, allá
por los años 60, ¿no?... llegó acá.
El es natural de Ica, llegó a la ciudad de Ayacucho
por los años 60, formó una empresa ¿no?
Representaciones Jáuregui, dedicada a la comercialización
de artefactos electrodomésticos, rubro en el cual él
destacó, ¿no?, asumiendo liderazgo en muy pocos
años. Primero el liderazgo departamental, luego el
liderazgo regional. Tal, así, que en los años
70, este, es invitado a participar en el Club de Leones de
Ayacucho. No sin pasar un año, ya mi padre era Presidente
del Club de Leones de Ayacucho. Luego sus ánimos de
servir, su vocación de servicio al pueblo, hace que
él... en él nazca entrar en política,
es así como ingresa a la militancia de Acción
Popular y muy rápidamente es nombrado secretario general
del departamento; luego de ello es nombrado candidato a la
alcaldía por la década... por... por el período
de 1980–1983. Mi padre gana las elecciones limpiamente,
es elegido democráticamente por el pueblo y asume su
cargo en el año 1980. Mi padre comenzó su mandato
haciendo obra, pueden dar fe de ello, la gente antigua de
Huamanga, la gente que está acá, que lo conoce
y sabe del trabajo de mi padre.
En 1981 aparecen grupos subversivos, aparecieron mucho antes,
quizás, pero en 1981 empiezan a tomar notoriedad, más
aún para mi familia. En 1981 empiezan a llegar amenazas
contra la vida de mi padre, mi padre es amenazado de muerte,
es invitado a renunciar a su cargo político, a su cargo
público, situación que él no acepta.
Le piden cupos económicos, vistos que él tenía
una empresa muy próspera, mi padre negó cupos
a ellos porque él consideró que esa lucha no
era la adecuada, que el derramamiento de sangre no era adecuado
y jamás, jamás, participó de ella; tal
es así que en el mismo año de 1981, mi vivienda,
el hogar de mi familia, comienza a recibir atentados terroristas,
los dinamitazos eran muy frecuentes, una vez por mes, quizás,
no exagero. Yo era muy niño, tenía ocho años...
tenía siete años. Llegaban dinamitazos a mi
casa... nosotros poníamos los roperos, poníamos
las cómodas en las ventanas para que no nos salpicara
el vidrio porque ya sabíamos que en cualquier momento
nos podían... llegar un ataque subversivo.
Dormíamos en la sala, en el primer piso. Yo recuerdo
mucho la Navidad del 81, la pasamos con... visto que los atentados
eran cada vez más frecuentes nos... nos asignaron vigilancia
policial; me acuerdo, la Navidad, la Navidad la pasamos con
efectivos policiales, yo era un niño, yo quería
el revólver del policía que dormía en
mi habitación, que dormía al lado de mi habitación,
cuidando y vigilando que no haya otro ataque subversivo.
Invitamos a mi padre a renunciar, yo no, mis hermanos mayores,
invitaron a mi padre a renunciar, le suplicaron que por favor
deje ya la política, porque su vida peligraba. Mi padre,
su vocación política, su declaración
de servicio no se lo permitió, no quiso renunciar.
En el año de 1982, a mediados, hubo otro atentado contra
mi domicilio, esta vez una bomba incendiaria, encendió
en llamas el depósito en el cual mi padre, tenía
toda su mercadería o no toda, tenía parte de
la mercadería que él recibía, la llevaba
al depósito y de ahí la trasladaba a la tienda
para exhibirla, una bomba incendiaria explotó ahí...
me acuerdo que se encendió, en esa época no
había bomberos en Ayacucho, tocaron las puertas mis
hermanos mayores, tocaron las puertas de los vecinos y los
vecinos nos supieron ayudar con baldes, con ollas, con lo
que tenían a la mano, para ayudar a apagar el incendio.
Yo tenía siete años, vi mi triciclo a un costado
y dije, necesito ayuda, porque mi familia estaba preocupada
por apagar el incendio, y no sabían que yo... de repente
que era el menor, soy el menor, estaba descuidado, estaba
ahí que quería ayudar, pero no podía,
no me dejaban, agarré mi triciclo y me fui hasta Magdalena,
que es, pues, más o menos a un kilómetro de
donde fue el incendio, agarré mi triciclo y me fui
a buscar ayuda a los compadres de mi madre, fui los llamé,
ellos preocupadísimos fueron a bu... a sus vecinos,
también los trajeron y fueron a ayudar a apagar el
incendio, se logró salvar parte de la mercadería,
otra parte no, fue incinerada, fue quemada.
En el mismo año, el once de diciembre de 1982, mi padre
estaba inaugurando una posta médica en el... en el
barrio de Santa Bertha, hoy Jesús de Nazareno, distrito
de Jesús de Nazareno, estaba inaugurando una... una
posta médica. Dos sujetos... bajaron raudamente de
una motocicleta, arremetieron contra mi padre, le dispararon
cinco veces, tres tiros dieron en la cabeza, mi padre cayó,
fue inmediatamente trasladado al Hospital de apoyo Huamanga,
en el Hospital de Huamanga no se contaba con los instrumentales
necesarios para realizar una operación. El gobierno
presidido en ese entonces por el arquitecto Fernando Belaunde
Terry, dio las facilidades para que se trasladara a mi padre
a la ciudad de Lima, y ahí se le sometiera a una alta
cirugía. El doctor Esteban Roca hasta el día
de hoy, mi familia en pleno, está agradecida por haberle
salvado la vida a mi padre. Mi padre está vivo, después
de su atentado, después de recibir tres balas en la
cabeza, aún está vivo; pero él no quedó
igual, él no quedó bien...
Mi padre es un hombre muy fuerte, muy tenaz, de principios
y valores muy recalcados, mi padre se recuperó parcialmente
muy rápido, al sexto mes, quería volverse a
Ayacucho, yo he sido elegido hasta el 83, hijos, no he sido
elegido hasta el 82, dijo él, mi hermana lloró,
dijo, papá no te vayas, mi madre lloró, no vayas
Jorge, quédate acá con tu familia, tu vida peligra,
mi padre dijo, yo fui elegido por el pueblo, yo me debo a
ellos, yo tengo que cumplir mi mandato, y se vino, se vino
a completar su mandato. Vino. Los titulares me acuerdo yo
mucho... si tengo que morir, moriré, pero a mi pueblo
no lo dejo, titulares en diarios prestigiosos como Caretas,
Oiga, en diarios y revistas, Comercio, tomando la manifestación
de mi padre porque él quería seguir sirviendo
al pueblo. Volvió y siguió haciendo obras. Mucha
gente acá en Ayacucho sabe la calidad de obras que
hizo para el desarrollo de Ayacucho, mi padre hizo muy grandes
obras, en realidad no me alcanzan los dedos para contar las
obras de mi padre, el pueblo sabe; lo dejamos que él
se viniera, nosotros nos quedamos en Lima.
En 1987, un nuevo atentado contra mi padre, mi hermana mayor
se casaba en la ciudad de Lima, mi padre fue, para celebrar
el... el matrimonio de mi hermana. El negocio cada día
estaba peor, mi padre ya no era el mismo, ya no tenía
las aptitudes comerciales que lo llevaron a cons... a constituirse
en un líder, pese a que las empresas con las que trabajaba,
a las cuales representaba, las empresas National, Panasonic,
Philips, Singer, Honda, entre otras, le dijeron, sabes qué,
Jorge, sigue trabajando nosotros te vamos a ayudar. Pero su...
su habilidad ya no era la misma, su empuje, su desempeño
ya no era el mismo, él fue... él fue salido
del hospital con incapacidad parcial, salió de la sca...
de la universidad con discapacidad parcial, perdón.
El negocio iba cada día peor, nosotros teníamos
miedo, pero, pero Jorge no, Jorge no tenía miedo. Yo
era niño, ya tenía trece años quizás,
pe, tenía miedo de venir a Ayacucho, pero mi padre
vivía acá. El no tenía miedo, y a mí
me extrañaba eso, él quería seguir viviendo
acá. El negocio cada día fue peor.
Mi hermana se casaba en Lima, mi padre fue... al matrimonio;
al día siguiente... a los dos días del matrimonio
llega acá a Ayacucho y encuentra a su tienda... robada,
un nuevo atentado contra mi padre, esta vez un robo; robaron
la tienda, la tienda comercial, le robaron dinero en efectivo,
le robaron joyas, le robaron todo lo que pudieron cargarse
de la tienda, mi padre sentó la denuncia policial,
se hizo las pesquisas necesarias, jamás se halló
al culpable, jamás, igual que en el primer atentado,
nunca hubo un culpable, nunca; en esa época nosotros
teníamos mucho miedo, demasiado, no queríamos
ni siquiera saber quién era porque teníamos
miedo que nos mate, pero ahora queremos saber, ya basta...
Robaron la tienda de mi padre, no hubo otro, no hubo un culpable,
siguió trabajando, tratando de reflotar la tienda;
pero no podía, las letras lo agobiaban, el tiempo lo
vencía y poco a poco fue resbrajándose, mi padre
estaba pensando en abrir una tienda en Huancayo, una tienda
más y distribuirse, en ese tiempo mi padre competía
un poquito en ventas, un poquito, una... una pizquita nada
más de lo que era Hiraoka. Mi padre estaba ahí
compitiendo, tratando de comprar más que él,
porque los dos compraban de las mismas empresas, mi padre
no tenía ya la capacidad para hacer eso, mi padre no
compraba ya lo que compraba Hiraoka, ni lo que compraba nadie,
mi padre quebró.
En 1990, mi padre estaba totalmente quebrado, perdió
su dignidad, quién le va a dar su justicia, quién
le va a dar su dignidad, quién nos va devolver al padre
que nosotros teníamos, quién nos va a devolver
a ese padre amoroso, cariñoso, luchador que nosotros
teníamos. ¿Alguien nos puede devolver él?
Mi padre está ahí, invalidez permanente, invalidez
física y mental permanente; no puede hablar como hablamos
nosotros, él hablaba mejor que muchos; él no
puede pensar como pensamos nosotros, él pensaba mejor
que muchos; y ahora está ahí. Mi padre tiene
67 años, él aparenta tener 80 por las secuelas,
por las secuelas del atentado; lo único que mi familia
pide es justicia, es justicia y dignidad para mi padre y para
todos los que fueron atentados, para todos los que fueron
víctimas de esta guerra social inexplicable que no
tiene sentido; mi familia quiere que esto... que nosotros
hemos vivido, no lo viva nadie, que lo que nosotros tenemos
aquí adentro y ese resentimiento que nosotros tenemos,
por habernos frustrado, no lo sienta nadie.
Quiero terminar diciéndole a mi padre. Padre, tus hijos,
tus nietos, vamos a vivir orgullosos de ti, de tu trayectoria
para toda la vida padre mío, te amo.
Comisionado.
Muchísimas gracias Gustavo por tu testimonio y también
al señor Jorge Jáuregui aquí presente,
creo que el testimonio, además de doloroso, nos muestra
cómo en Ayacucho y en todo el Perú, hubieron
también en esos años dolorosos, muestras de
coraje y quiero referirme especialmente a muestras de coraje
de autoridades democráticamente electas, de autoridades
comunales, de líderes sociales... (aplausos) que sin
distinción política supieron defender los cargos
para los cuales habían sido elegidos. Muchísimas
gracias... y por supuesto la Comisión tratará
de encontrar la verdad y la justicia que usted y su familia
reclaman. Gracias.
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