Primera Sesión,
25 de setiembre de 2002,
9 a.m. a 1 p.m.
CASO 2. Testimoniante
Guisela Hilera Frías
La Comisión invita a la Sra. Guísela Hilera
Frías se aproxime para brindar su testimonio. El caso
que presentará la Sra. Guísela Hilera Frías
ocurrió en Huancabamba, Departamento de Piura.
Les pido
por favor de pie. Sra. Guísela Hilera Frías
usted va brindar su testimonio ante la Comisión de la
Verdad y Reconciliación y a través de ella dará ante
el país, promete usted solemnemente hacer su declaración
con honestidad y buena fe, y decir solo la verdad sobre los
hechos que nos va a relatar.
Si señor.
Muchas gracias,
Sra. Guísela Hilera Frías, queremos darle las
gracias por haber venido y por lo que significa este y entrar
a recordar los terrenos muy dolorosos, sobre todo cuando uno
no tiene soluciones claras. Pero sienta usted que esta haciendo
un bien al país, su testimonio lo necesitamos, porque
queremos saber la verdad, queremos saber lo que pasó en
nuestra tierra con nuestros hermanos peruanos, le invito pues
a comenzar a dar su testimonio.
Sra. Guisela Hilera:
Mi nombre es Herlandia Guísela
Hilera Frías, soy de la provincia de Huancabamba, del
Departamento de Piura, soy hija de un agricultor humilde, emprendedor,
laborioso, con deseos de superación por sus hijos, de
una profesora muy trabajadora, la razón por la que yo
estoy aquí presente es atendiendo la invitación
que me hace la Comisión de la Verdad, para dar mi testimonio
sobre lo ocurrido con mis señores padres.
Que es lo
que ha ocurrido con mis padres. El 10 de noviembre del año 1995, yo estaba terminando con el Regidor del
Consejo Distrital de Sondevillo mi hermano estaba postulando
para las nuevas elecciones en el Concejo Distrital de Sondo,
era el día 10 de noviembre, mi padre había regresado
de esta ciudad de Trujillo donde estudiaban mis menores hermanos
cinco de ellos en las universidades de aquí de Trujillo.
Mi padre regresó un día miércoles 8,
y fue al campo y el día viernes 10 de noviembre a las
5:30 de la mañana incursionaron 6 hombres, 4 varones
y 2 mujeres, tocando las puertas de mi casa, en busca de mi
señor padre, mi padre lejos de abrirles aseguró sus
puertas, pretendiendo él dar cara a ellos de alguna
manera; porque el día anterior ya lo habían visitado
y lo habían hecho saber que por nada del mundo debía
abandonar las tierras, porque era fija su muerte. Yo, el día
10, me fui con mi hermano apoyaron en el cierre de campaña
en Sondor eran las 5:00 de la tarde, y yo escuche a mi hermano
llorar, salí de la tienda de una tía, y mi hermano
estaba desesperado y me dijo. Gringa lo mataron a mi padre
y a mi madre, yo tenía a mi hijo a mi lado que estaba
llorando, lo abracé fuerte, le mire a mi hermano y le
dije no queda otra, que ira a recogerlo.
El Consejo de Sondor
me apoyó con la movilidad, solo
pude ir a mi casa a conseguir unos trapos y unas esponjas,
para poderlo limpiar a mi papá, ya que hace una semana
habían matado al Sr. Polo Meléndez un agricultor,
de Huancabamba. A las 5:30 salí de Huancabamba llegué a
las 9:30 de la noche llegue al campo, allí encontré a
mi hermano que ya había llegado, me dijo: Gringa efectivamente
lo mataron a mi papá, y a mi mamá.
Estaba destruido
su cara, me baje, lo bese, y le dije papá aquí estoy
contigo, luego vine a verlo a mi madre, estaba saliendo de
la puerta de la cocina, tirada en el piso, tenía roto
su cabeza, parecía que era un hachazo que le habían
dado. Tenía la bala en la nariz y tenía roto
todos sus dientes, su mano le habían cortado, los dedos
para poderse llevar su sortija que siempre guardo desde soltera,
y al verlos tirados a mis padres ahí, ordené que
calentaran agua. Mi hermano estaba desmoronado, le dije tienes
que ser valiente, mi padre nos ha criado fuertes, porque él
siempre decía, yo los he criado bien, ustedes van hacer
hombres fuertes.
Entonces le dije Orlando párate y ayúdame, yo
metí las manos en la cabeza de mi padre para levantarlo,
cuando mi padre todos sus huesitos sonaron, estaba todo desbaratado,
mi hermano y mis familiares lo cargaron, lo llevamos a una
mesa, ahí mi papá tendido, le dije papá te
voy a bañar para que no estés sucio, si bien
es cierto que te vas a ir, quiero que te vayas limpio como
siempre fuiste, cuando yo me disponía a poner el agua,
mi papacito abrió su mano fuerte y la volvió a
cerrar y le dije papá estas vivo.
Su ojo aún lo abrió lo moví estaba muerto,
cuando le dije papá si estas vivo dame otra señal
y si estas muerto también dímela, volvió abrir
la mano, y ahí pude ver su aro de oro, el que desde
joven me decía: Zamba el día que me muera solo
muerto te vas a llevar mi aro, le saque su aro, lo bañe
y buscando ropas del piso porque todo lo habían llevado.
Lo cambié y le puse en una cama, luego fui por mi madre
la recogí, la bañe, también hizo lo mismo,
me abrió su mano y su ojo, Mamacita estas viva, su cabello
parece que el viento lo levantara, le levanté el cabello
y tenía sus aretes colgados se los saqué lo bañe
también y lo cambié.
Luego todos estaba desordenado,
pusimos polos viejos, echamos kerosén, hicimos lamparines,
y empezamos a velar a nuestros padres, ahí estaba
la tropa, estaba la policía,
pero para eso, para poder levantarlos, tuve que hacerle frente
a un mayor Sequeiros de la Guardia Civil, quien llegó a
las 11:00 de la noche y le dijimos para levantar los cadáveres,
llegó le patió los pies a mi padre y dijo:
este es el muerto que amanezca hasta el otro día,
mi Jefe con mucho respeto le dije, pero en esta casa mando
yo, y si
usted ha venido a patear a mi padre, primero lo saco a patadas
de aquí, mi padre muerto, que muera cualquiera no
me interesa, porque es injusto, contra la voluntad de ellos
lo
levantamos, ahí estuvimos con mi hermano, nadie nos
acompañaba todos se habían corrido.
Al siguiente
día, nos tocaba trasladarlos a Huancabamba
con mi hermano hicimos como hamacas, cargábamos a mi
padre uno adelante y otro atrás, caminábamos
un trecho, lo poníamos al piso a mi padre y volvíamos
a caminar el otro trecho con mi madre, así caminábamos
como 3 horas descansando los dos, llevándolo hasta que
ya encontramos quien nos ayude. Lo llevamos a Huancabamba lo
sepultamos, y nosotros nos quedamos huérfanos, nos quedamos
10 hermanos, 5 hermanos estudiando aquí en la Universidad
de Trujillo, hicimos los trámites suficientes para que
mis hermanos siguieran estudiando.
Mi padre siempre quiso que
todos fuésemos profesionales,
a pesar de ser campesinos, siempre nos formó con miras
a un futuro, pedimos luchar para que a mi madre le dieran la
pensión de orfandad a mi hermano Luis Alberto quien
estudia aquí en la Universidad, nos dieron esa pensión,
mi hermano aún tenía 10 años, han transcurrido
10 años y mi hermano ha terminado secundaria. Nosotros
con la pensión que nos abonaba hemos ido apoyándolo
a mi hermanito, hasta que termino sus estudios secundarios,
y le tocó postular, en ese tiempo sale lo de la ley
sobre la ampliación de los huérfanos del terrorismo,
la pensión, entonces fui yo a la Fiscalía de
Huancabamba a ver los documentos.
La Fiscalía de Huancabamba al ver los documentos de
los atestados de mi padre, para ver las investigaciones y ver
que hacíamos, el Fiscal me dijo que no había
quien atendía, entonces yo le dije señor Fiscal,
míreme a los ojos y con responsabilidad le digo dame
la oportunidad de hacer de secretaria y buscar ese expediente
porque necesito, porque hay una ley que ampara y da ingreso
libre a los jóvenes hijos de las víctimas de
terrorismo.
Me pase mes y medio buscando los papeles y resulta
que el expediente de mi papá era el 99 existía el expediente
98, existía el otro expediente, pero el 99 se había
perdido, entonces le dije al Fiscal no hay el expediente, lo
buscamos, el Señor Secretario Marro dijo que se había
traspapelado, que lo fuera a buscar a la DINCOTE fui a ver
a la DINCOTE, también me dijeron que en el cambio de
la Policía de un lugar a otro se había traspapelado.
Al otro día fui, y había un expediente archivado
definitivamente, no me he quedado ahí, hemos presentado
el expediente a la Región, donde hemos sido atendidos
por el Sr. Remedio García y la Srta. Sisi Segarra Palacios,
en repetidas oportunidades nos ha respondido, que así presentemos
lo que presentemos que no nos corresponde y que ya nos conformemos
con lo que hemos tenido.
Entonces yo al estar aquí, quizá sea la última
vez que yo pueda comparecer. La vez pasada estuve con ustedes
en el llamado que hicieron en la provincia de Huancabamba,
dando pormenorizadamente todo lo sucedido, pero para mí es
un dolor inmenso tener que recordar lo acontecido, soy mujer,
pero a pesar de eso, soy valiente, porque mi padre al extenderme
su mano tengo la plena confianza que me dijo Gringa como el
me llamaba, hija no me dejes solo, no me abandones, si te han
permitido estar aquí, junto a mí, no te has muerto
todavía, como me decía en vida.
Por eso estoy
aquí, para invocar a los señores
de la Comisión de la Verdad que sean voceros, y mensajeros,
que no sólo esta invitación sea para escucharnos,
para vernos llorar, pero soy ser humano y yo he vivido las
cosas personalmente y me entristece y no quisiera que en repetidas
veces nosotros seamos llamados los que hemos sufrido este dolor
tan inmenso, para que solamente nos escuchen, para que solamente
el público diga pobre familia, fueron 2 esposos tantos
hijos tantos huérfanos. Yo les pido de todo corazón
que ustedes nos ayuden a solucionar en parte nuestra problemática,
yo con la frente levantada les digo, yo en representación
de mis hermanos menores que les he pedido que no miren la televisión
que no estén aquí, porque ellos solamente saben
el dolor de ver a mi padre muerto, pero no han vivido nada
de lo que a mí me ha tocado vivir.
Que ustedes pudieran
mediar para que al menos humildemente les pido que la ley sea
aplicado a mis familiares que se les
extienda esa pensión, como dice la ley que se les de
prórroga hasta los 21 años, nosotros no pedimos
esa pensión de orfandad para enriquecernos, tampoco
pedimos casas, muebles, reparaciones, solo pedimos que nos
asignen esa mensualidad para que mi hermano pueda concluir
sus estudios y que a los 21 años agradecido de Dios,
agradecido de la ley, pueda decir con el apoyo de mi madre
he terminado mi carrera, y se les pido de todo corazón
para el bien de ellos y para el bien de todos los peruanos,
porque esta estudiando Ingeniería de Sistemas y va revertir
lo que se invierta
Yo veo a mi gobierno como es que se apoya
a algunas personas de los que han sufrido estos atentados,
ya hubo unas grandes
cantidad, yo no lo envidió, sino que de esas tantas
oportunidades que da a una personas sea equitativo con cada
uno de nosotros, los que hemos sufrido y de alguna manera siquiera
nos ayuden a educar a nuestros hijos, porque eso es lo que
somos, yo soy profesora, mis hermanos están siendo otros,
y eso es lo que mi padre dejó sembrando en nosotros
el deseo de superación.
Yo les agradezco infinitamente
y les vuelvo los exhorto a que ustedes no apoyen si yo he sido
llamada es porque ustedes
han visto, habrán estudiado mi caso, habrán escuchado
los pormenores de todo lo que he datado, yo sinceramente estoy
en frente de autoridades, de policías del ejército
pero sinceramente no se que pensar, yo no sé que ver,
porque han sucedido tantos hechos después de muerto
mi papacito.
Yo bajaba acompañado de la tropa, yo solicitaba, en
aquel entonces estaba de Coronel Eduardo Arbulú Gonzáles, él
se ofreció apoyarnos hasta esclarecer la muerte de mi
padre, yo bajaba acompañada de la tropa, yo llegaba
a mi parcela, les mataba un toro para que comieran los días
que me acompañaban, pero ellos mataban a otros en el
río, mataban otro en Inverna, y así poco a poco
iban acabando con lo que teníamos.
Tenía leña a disposición por todo lado,
pero sin embargo con hachas rompían las puertas, con
esas puertas hacían su comida, en una oportunidad yo
baje con un Sub Oficial, Edilberto Tantaleán Vigo, de
la Zona era un soldadito yo iba al baño a todos lados
me seguían, yo vi al soldado que entró al baño
y me decía, doña Gringuita entre, yo les escuchaba
por apodos, no sabían quienes eran, pero entre antes
que el Sub Oficial me vea, yo entré al baño y
el soldadito me decía: señorita vaya al baño
pero porque, yo abrí la llave del baño y el soldadito
doña Gringuita tiene que irse, escápese porque
el Sub Oficial nos ha dicho que esta noche todos tienen que
pasar por usted, pero que primero va ir él, y mañana
usted va amanecer muerta, que van a decir que los subversivos
han vuelto, yo tuve que escaparme a las 5 de la tarde, me fui
a un caserío cercano, y volver al día siguiente
sin comentar nada a las autoridades del lugar.
Solamente les
dije que me acompañen cuando llegue,
pero se habían ido, cuando yo volví a Sondorio,
me habían indispuesto que no les había atendido,
que no les había dado de comer, pero no habían
comentado de la situación que planificaban para ese
día, yo esperé como 15 días que saliera
la baja de ese grupo, y ahí salió el soldadito,
después que salió el soldadito yo viaje a Piura.
Hablé con el Coronel y le comenté que era falso,
y al final me dijo que me creía y que le daban de baja,
pero en esa semana lo cambiaron y el sigue trabajando tan formal,
como si fuera una persona honesta, entonces yo empecé a
bajar sola, sigo atendiendo la parcela, para que ahí pueda
criar los animalitos y de ahí pueda educar a mis hermanos.
A veces yo relaciono la muerte de mi padre y lo digo así con
honestidad porque de repente por bocona que sea así el
término, pueden haber pasado tantas cosas, yo un tiempo
cuando estuve en Sondevio tenía a mis 2 hijos enfermos,
me quedé cuidándolos eran más o menos
la una de la mañana cuando la tropa salió, donde
estaba acantonada, yo me asomé a la ventana y el Teniente
de aquel entonces Atila, dicen pisen bajo, pisen bajo, y era
el ejército, se fueron al siguiente día muy temprano,
vino un campesino de un caserío cercano, que pasa hermano,
dijo patronita han llegado los terroristas y nos han quemado
la comida, a que hora ha sido hermano, más o menos a
la una patrona, esta seguro, si.
Voy a denunciar al Ejército, se fue, entonces yo escuchaba
al Teniente como es posible que estando tan cerca se atrevan
a venir, y yo le dije como es posible que habiendo salido ustedes
a la una de la mañana anoche, y justo en la misma zona
que ustedes han salido suceda esto, entonces me dijo que algún
día me voy a comer mis palabras por metiche. Entonces
le dije que me las coma, porque yo estoy segura que son ustedes
y no han sido los terroristas los que han llegado, y efectivamente
pasados unos meses, me tuve que comer mis lágrimas,
porque tuve que levantar a mi padre y a mi madre del suelo,
dado a muerte no sé por quien, si por los terroristas
en sí o enviados por ellos, no lo se, tengo duda, estoy
confundida pero los hechos vividos no los puedo callar.
Yo
sé que de alguna manera en algún instante
volveré a ser víctima como hoy dije temprano
por bocona, de repente por venir aquí, pero si eso llegaría
a pasarme que queda en el recuerdo de ustedes, que mis lágrimas,
que mi dolor solamente lo voy a ver realizado cuando se haya
hecho justicia, cuando al menos mis dos hermanos últimos
pueda recibirse, puedan ayudarse por esa pensión que
tanto necesitan. Yo estoy confiada que ustedes como personas
honorables, como sus caras se dibujan serias formadas con experiencias,
tan centrados hayan visto en mi cara el dolor, la sinceridad
y el deseo de esa justicia que toda una vida voy a seguir luchando.
Si bien es cierto, que yo por mi parte, he hecho averiguaciones
de quienes cooperaron con el tipo de muerte que tuvo mi padre,
y conozco de cerca verdades amargas, tengo en mi cara personas
que han participado directamente, he tenido la oportunidad
de coger un arma y matarles, pero yo le juré a mi padre
en el suelo que jamás mancharía mis manos matando
a nadie, que jamás lo haría, porque mis padres
ya están muertos, y si yo matase, lo único que
conseguiría es hacer una cadena de venganza y dejar
a mis hijos huérfanos.
Pero sino he de poder devolver
la vida a mis padres, sino he de poder vengar con mis propias
manos los actos hechos contra
los míos, al menos que pueda tener la comprensión
y el apoyo de ustedes en lo que yo les pido, que es poquísimo
lo que les estoy pidiendo. A mi hermano Leandro le han retirado
la pensión en el mes de junio, solamente les quedaría
2 años y medio para tener 21 años, y es bajo,
porque yo reconozco a mi padre nos hizo bien, quizá mi
papá me estará mirando, y dirá que rica
Gringa como puedes estar llorando haciendo saber mi dolor,
haciendo saber lo que a mí me han hecho, para que todo
el mundo se burle de ti, pero al mismo tiempo me dirá hija
te felicito porque no tienes miedo.
Como yo nunca tuve el temor
a ser muerto, porque él
dijo mientras no vea al último de mis hijos ser profesional
aunque me maten, pero de mi nunca llevarán un solo sol,
porque esto a mi me costo yo he sido un indio, de llanque,
un indio pobre y con el sudor de mi frente, he llegado a ser
otro para poderles dar a mis hijos lo mejor, y yo quisiera
que ustedes me ayuden a mí, les digo a mí, porque
yo soy la primera de ellos, yo perdí a mi madre a los
2 años y medio, he crecido con ella, he vivido como
hija de él.
He visto su sufrimiento, he trabajado con
ellos, y por eso estoy ahí pidiéndoles ayúdenme y ayúdenos
a todos los que hemos pasado por este tipo de casos y si de
veras hay malas autoridades, malos representantes, en la Policía
Nacional, en el Ejército sanciónese que no se
cubra, que no se diga lo he cambiado, que no se diga lo he
dado de baja, cuando en el fondo hacen cosas que desmerecen.
Con que moral se puede respetar a una persona que pretende,
asegura de estar acompañada por la justicia y pretenden
hacer pasar, haber vuelto, haber hecho una masacre que nunca
hubiese habido, que tal si el soldado no hubiera sido valiente,
yo hubiera tenido que caer nuevamente porque la lista que dejaron
después de mis padres seguía yo, hoy cada vez
que recibo amenazas, soy el único estorbo en ese lugar,
que muerta yo no habrá quien vaya, porque ya mis hermanos
se han retirado y quizá nunca regresen, para nosotros
no son significativas las cosas, las cosas las hacemos, las
trabajamos, las luchamos pero las vidas no las compramos.
Tampoco
podemos hacer de nosotros sobresalir cuando nos niegan el poco
apoyo que por derecho lo tenemos, y sinceramente yo
les agradezco infinitamente por la invitación que me
han hecho, he llorado pero me siento aliviada, he visto en
sus gestos, he visto en sus ojos, esa aceptación de
decir si podemos mediar, si podemos hacer y eso me hace sentir
más tranquila, y yo espero que un día no muy
lejano yo tenga una respuesta de ustedes que me digan profesora
Guísela usted ha sido atendida en lo poco que usted
ha solicitado. Gracias.
Muchas gracias Sra. Herlandia Guísela Hilera Frías,
muchas gracias por lo que significa su testimonio tan lleno
de valentía, y un profundo amor y agradecimiento a
sus padres, creo que esto es un ejemplo para mucha gente
que lo
necesita.
Sentimos mucho lo que le ha pasado, comprendemos
y nos sumamos a su dolor y nos espantamos de ese vía crucis que además
de haberle quitado a sus padres, haberle quitado la tranquilidad,
la paz durante mucho tiempo, eso es una cosa que es digna de
tomar en cuenta, y es también de que debe haber justicia,
nosotros escuchamos, pero escuchamos y nos comprometemos con
lo que escuchamos, por eso no solo es oír un testimonio,
no solo es hacer que la gente recuerde su doloroso pasado,
hay un compromiso nuestro con cada persona que da su testimonio
para que se solucione y se haga lo posible para aliviar ese
dolor y algo que en sí es irreparable.
La herida como
usted muy bien lo ha dicho no se pueden reparar, pero si se
puede reparar la situación en que han quedado,
por eso, yo le agradezco que haya puesto el tema, yo agradezco
que nos haya dicho también que se siente aliviada en
dar su testimonio, y nosotros nos quedamos con su dolor y con
el compromiso de trabajar por lo suyos. Muchas gracias.
Gracias.
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