Primera Sesión,
25 de setiembre de 2002,
9 a.m. a 1 p.m.
CASO 7. Testimoniante
Arles Sandoval Larrea
La comisión invita al señor Arles Sandoval Larrea
se aproxime para brindar su testimonio. El caso que nos relatará el
señor Sandoval es el Distrito de Chulucanas, Distrito
de Morropón Departamento de Piura, le ruego se pongan
de pie.
Señor Arles Sandoval Larrea, se apresta usted a brindar
su testimonio ante la Comisión de la Verdad y la Reconciliación,
también lo va hacer ante el país, formula usted
solemnemente promesa de actuar con honestidad y buena fe y
decirnos solo la verdad en torno a los sucesos que relate?
Lo prometo
Muchas gracias.
Pueden tomar asiento.
Señor Arles Sandoval, muchísimas gracias por
estar con nosotros, por haber aceptado en darnos su testimonio,
es difícil pero va ser muy importante para los comisionados
como también para todo el país, lo que usted
nos va a relatar, entonces lo invito a que usted empiece con
tranquilidad.
Gracias.
Testimoniante:
Respetables autoridades de la Comisión de la Verdad
y la Reconciliación, respetable público que me
escucha y público en general oyentes de todo el Perú y
porque no decirlo a nivel internacional. El que habla es nada
menos que un profesor de un caserío insignificante,
del Distrito de Chulucanas, Provincia de Morropon, Departamento
de Piura.
Mi vida con una descendencia muy humilde mis padres,
una madre que es un tesoro para mí, nací en ese hogar de
padres campesinos, pero al largo de ese doctrinaje y buenos
ejemplos de mi madre, tuve la inclinación vocacional
de ser sacerdote, estuve en el Seminario San Carlos y San Marcelo
de este Departamento de Trujillo, formándome para ser
sacerdote el día de mañana, estuve 5 años
con una vida espiritual, donde hoy día mis compañeros
de estudio, la gran mayoría sacerdotes, con un conocimiento
de mi persona hacia los demás.
Proyectándome con una vida pastoral hacia mi prójimo,
aquí en Trujillo estuve en varios Colegios dando la
espiritualidad y formando a niños y adolescentes, por
razones personales, abandone la carrera de ser sacerdote de
servir a Cristo, pero eso lo hice con una convicción
mis padres, antes había mencionado que mis padres eran
campesinos, no tenían ningún apoyo material y
la única salida era ingresar al Magisterio para darles
lo material, lo que es propiamente dicho su alimentación.
Ingresé al Magisterio y quería servir en el
campo a los maestros desposeídos a la gente donde no
llega prácticamente ni los primeros servicios, ahí estuve,
en ese pueblo de Chulucanas, en un caserío de Chulucanas
me hice profesor, mis primeros años como docente los
hice con ejemplo con honestidad con respeto y con proyección
a la comunidad, era Coordinador Zonal en lo Espiritual en la
Iglesia Sagrada Familia de Chulucanas.
Como docente en medio
del trabajo conocí profesores
con tendencias con ideas políticas y extremistas, uno
de ellos al quien me refiero con nombre propio es el sindicado
con el 0065093 me refiero al Sr. Javier Carrion Ojeda arrepentido
un delincuente, un senderista, la cual me llevó a tener
contratiempos, me llevo a luchar por una permanencia en Magisterio
y enfrentarme totalmente con este individuo en esos tiempos
de violencia, en esos tiempos de persecución política,
en esos tiempos donde el país vivía, la violencia
encarnada en todos los sitios del Perú.
Yo desde mi ángulo de profesor luchaba, me enfrente
cara a cara con él, mi vida corría peligro desde
ese instante, mi familia también, pero sentí el
apoyo moral, espiritual de mi gente, me refiero a los del campo,
a los padres de familia de dicha comunidad que en todo momento
me apoyaron, me decían Prof., siga para adelante. Comencé a
denunciar a nivel del Magisterio denuncias, que prácticamente
llegaron al tacho y nunca se hizo nada, un grupo codicioso
senderista con pretensiones en las ciudades de Chulucanas ya
alarmaba a la población por Radio o por Televisión
y por medios escritos se mencionaba uno que otro pecado.
El
pueblo conocía de donde venía, yo denunciaba,
y prácticamente no era escuchado, cuando un buen día,
el señor Carrión Ojeda fue al pueblo a sacarme
porque yo ocupaba la dirección del plantel de ese Centro
Educativo, fue a sacarme por la fuerza, lo denuncie ante el
Teniente Gobernador de ese pueblo, pero la denuncia no hizo
eco.
Los días transcurrían, Chulucanas se volvía
violenta, hemos visto de que madres de familia, profesores,
padres de familia están dando su testimonio de todos
estos hechos, yo estuve enfrentado con este arrepentido, pero
gracia a Dios mi vida protegido, quizás por el manto
de la Virgen María, pero yo me enfrenté.
Un buen
día, un 22 de Noviembre del año 1993,
el señor Carrión Ojeda, fue capturado y otro
más, fue abaleado y muerto en el acto por tirar un petardo
de dinamita, quizás hasta ahí pensé que
terminaría mi cruz, quizás hasta ahí pensé que
mi vida ya estaba protegida, pero lamentablemente me equivoque,
digo me equivoque porque después.
Por la Ley del
Fujimorismo se puso a disposición del
Juez, y él entró en el arrepentimiento, pero
este señor Juez, hay que denunciarlo drásticamente,
me refiero al Señor Jorge Sollier este señor
hizo mucho daño le pidió al arrepentido entregar
a todos sus enemigos, para él en esos momentos era lo
más valioso fue entregando uno a uno, después
de unos meses cuando yo escuche mi nombre por la radio y por
el periódico que salía con un alias.
Profesor
denunciado, buscado por presunto terrorista, imagínense
el pueblo se sorprendió porque me conocía, el
pueblo me apoyo en ese instante, comenzó a hacer un
memorial de respaldo hacia mi persona, inmediatamente converse
con un amigo que es el Reverendo Padre Gerardo Calle, al cual
le dije desde el primer instante, Padre, este señor
me ha calumniado, soy inocente usted lo sabe muy bien, y él
hizo una carta avalándome me dijo Arles no te preocupes
yo voy hablar con el Juez, lo hizo, pero el Juez no hizo caso.
Señores hasta ese momento, por mi pensamiento no pasaba
solamente pasaba, el ser inocente, y quise entregarme le dije,
me voy a entregar porque soy inocente y si hay justicia, la
justicia será positiva, la verdad vencerá con
documentos en la mano de que yo había denunciado anteriormente
en la índole del Magisterio, de todos los acontecimientos
que me pasaban, yo prácticamente cegado quería
presentarme. Me fui a Diaconia, converse con el Padre, el Padre
Paco Muguero, y él realmente me dijo yo voy a conversar
con el Juez, se agotó todas las vías que habían,
se agotó todo lo que es legalidad.
Yo le dije a mi madre,
llorando, le dijo llorando madre tu me conoces soy inocente,
el corazón de madre fue agobiarse
fue a arrodillarse ante el Juez y le dijo señor Juez,
mire el expediente de mi hijo, aquí esta las pruebas,
el Juez dijo no. El señor tiene que ser capturado es
un delincuente es un terrorista y con los terroristas nosotros
no tenemos ni siquiera nada en condiciones humanas, el señor
Jorge Solier en ese entonces Juez, preparó mi persecución,
preparó esa persecución de capturarme, había
un seguimiento ya, yo laboraba en el pueblo porque era inocente,
pero por terceras personas un buen policía me dijo,
llego al pueblo y me dijo, Arles mañana vienen a llevarte,
sal de este pueblo, yo salí en la noche y a las 7:30
de la mañana el señor Juez, entraba con más
de 100 policías al pueblo, lo primero que fue es a buscarme
a la casa donde vivía, maltrataron a mis hijos, a mi
esposa entraron de un sitio a otro en el pueblo, buscándome
amenazando encapuchados con el señor Carrión
Ojeda arrepentido, todos encapuchado buscándome pero
yo gracias a Dios, unas horas antes había escapado,
me puse a disposición de la Diaconia de Derechos Humanos,
converse con la Doctora Jacqueline Sarmiento, no pudo hacer
nada.
Clandestino requisitoriado me despedí de mi esposa
que tenía 3 meses de embarazada, y prácticamente
la deje embarazada y me fui a Lima. En Lima solo sin familia
en contacto con los Derechos Humanos, la Coordinadora de Derechos
Humanos en esos momentos tomó mi caso y de él
se hizo presente y yo abogue le dije Doctor quiero presentarme.
El doctor me dijo vamos a ver las condiciones que esta viviendo
el país no es oportuno te metería a la cárcel
estarías unos años a la cárcel, pero porque
doctor si soy inocente, porque no se hace justicia, si hay
pruebas suficientes, porque no investigan en el pueblo donde
estuve yo, porque es tan drástica la justicia, porque
están drástica las leyes.
Tienes que tener paciencia,
la paciencia la tuve señores,
la paciente la tuve muchos años sobreviviendo en Lima
sin documentos perseguido, cuando veía a un patrullero
me daba terror, tenía una psicosis terrible, no podía
ver a mi familia, no podía llamarlos porque en mi casa
después me entero que mi familia había sido amenazada,
mis hermanos prácticamente seguidos, no conseguían
trabajo, mi madre enferma, salía con sus carteles pidiendo
justicia por su hijo, pero nadie lo escuchaba, nadie, yo solo,
contra el mundo, solamente Dios lo que he padecido y la tremenda
injusticia que quizás no va reparar este daño
moral de tantos inocentes que hoy día gritan en estos
micrófonos, pero la injusticia se vio.
Estos 9 años que han pasado para mí ha sido
una tragedia dejar a mi esposa embarazada de 3 meses, a pesar
de eso camino, pero aún más después que
logre verla, años después cuando mi hija estuvo
grande, prácticamente no conocía a su padre,
fue sorprendente mi hija ya esta grande, sin el cariño
de un padre en su tierna edad, ese cariño paternal que
todos los hijos recibimos de los padres no lo recibió ella,
recibió a un desconocido que no estaba presente en su
vida desde sus primeros años.
A pesar de eso, mi esposa
me cuenta que había sido
ultrajada, chantajeada por un delincuente un hombre del ZIN
que se creía que era la perfección, ese señor
la ultrajó, la chantajeó y vivió con ella, él
la amenazaba a ella y le decía, yo sé dónde
esta tu marido, yo sé dónde está tu esposo,
lo quieres ver en la cárcel, si no haces lo que te digo
lo veáas en la cárcel, vivió con ella,
a pesar de todo eso un gobierno corrupto un gobierno injusto
en la década pasada.
He tratado de redimir todo esto,
pero es imposible señores,
los recuerdos llegan a mi mente, todos los problemas que se
ha suscitado en los 9 años, mi familia, mis hermanos,
mi esposa y mis hijos toda una destrucción familiar,
a raíz de una calumnia, a raíz de una mala administración
de justicia, de un Juez corrupto que no quiso investigar en
su debido tiempo, y por estas y por todas las razones, me encuentro
aquí presente para evocar todo este sentimiento de angustia,
para que no vuelva a suceder lo que a mi me ha sucedido.
Señores como es posible que en la década pasada
al arrepentido se le daban glorias, como es posible que ese
arrepentido viva bien, hoy día me enterado que ocupa
un lugar en un Consejo, en una Alcaldía, como es posible
que un arrepentido un delincuente uno que ha hecho tanto daño
a la sociedad, puede dárseles esas facilidades, como
es posible señores que la justicia en la década
pasada haya hecho esto. De matar a cientos de personas inocentes
y detrás de ellas a sus familias, sin futuro, tratamos
de reconciliar tratamos de reconstruir nuestros hogares, pero
hasta el momento lo tratamos, como es posible señores
que la Comisión de la Verdad que no sea patente todo
esto.
Y que se nos castigue aquellos autores principales, me
refiero al Señor Jorge SOLIER en ese entonces Juez, y parte
principal de aquellas víctimas nosotros los inocentes,
como es posible que no se castigue al verdadero señalador
a este Judas traidor como es el Señor Javier Carrión
Ojeda, como es posible que todavía no se haga nada,
por reparar el daño que a tantos hogares inocentes.
El estado en estos momentos no ha hecho nada o no hace nada
por reparar a tantos hogares nuestros, que en final de cuentas
nosotros hemos sido las víctimas de aquel triunfo de
Fujimori.
Señores, el daño moral, el daño espiritual
esta hecho, estoy aquí simple y llanamente para que
no vuelva a suceder y también reclamar la investigación
de aquellos hermanos nuestros que están todavía
en las cárceles de aquellos hermanos nuestros que están
perseguidos, requisitoriados que vea una profunda investigación
y que esta Comisión de la Verdad, haga la verdadera
investigación y la verdadera reparación de los
hogares, porque los testimonios se dan, porque los testimonios
son patentes, cientos de hogares destruidos uno de ellos el
Distrito de Chulucanas vive con una psicosis terrible, que
han pasado 10 años y hasta el momento todavía
algunos siguen con esas psicosis.
Señores en estos momentos, de reflexión en estos
momentos que tratamos de ver que es la verdad yo pediría
a la Comisión de la Verdad una verdadera investigación
principalmente a este señor Juez, que aquel entonces
Sr. Jorge Soller que debería vulgarmente pagar por todos
nosotros víctimas de aquel arrepentido, pediría
también a las Organizaciones de Derechos Humanos apoyar
fehacientemente a toda persona humana, sea cual sea su religión
o su raza. Sea cual sea su condición económica
sobre todo trabajar por la dignidad de la persona, pues esa
gran dignidad que lleva innata en cada uno de nosotros y que
concientemente permanezcamos alertas a las leyes y otra petición
que haría es flexibilizar las leyes que dejó el
Fujimorismo.
Leyes drásticas que deben ser corregidas en la Constitución
del Estado, leyes que remarcan prácticamente se involucran
o echan el saco a todos sin diferenciar inocentes con culpables,
eso es lo que yo pediría yo a esta Comisión de
la Verdad hacer eco de flexibilizar las leyes, que no sean
tan tajantes y por esa razón investigar a aquellos que
realmente son inocentes, y que salgan los inocentes por esta
comisión de la Verdad.
Saludo abiertamente y agradezco
esta oportunidad a toda esta audiencia que me ha escuchado
testimoniar mi caso, para eso
hay que llenarse de energías y decir la verdad, termino
diciendo que la verdad siempre triunfa, por eso el título
de la Comisión de la Verdad que tienen que enfocar desde
todo ángulo un testimonio verdadero, un testimonio que
vaya acorde con la inocencia de todo ser humano. Gracias.
Gracias señor Arles, un momentito tome asiento.
Muchísimas gracias, esta mañana hemos recibido
muchos testimonios de maestros y lo que fue la vida de los
maestros en esos años, también varios de los
testimonios al igual que el suyo nos ha mencionado que como
funcionaba la justicia y como no se hizo justicia.
La Comisión de la Verdad y la Reconciliación
piensa que con estas audiencias públicas a lo mejor
no es necesario esperar a nuestro informe final el próximo
año y que todas las instituciones del Estado están
siendo mencionados en cada uno de estos testimonios, puedan
reflexionar también sobre estos testimonios y proceder
a sus propias correcciones y reformas, sin esperar que la Comisión
de la Verdad y la Reconciliación termine su mandato
el próximo año sobre la legislación se
esta discutiendo en este momento en el Congreso. El cambio
de la ley antiterrorista y seguramente la Comisión de
la Verdad y la Reconciliación tendrá algo que
decir en ese momento, le agradezco muchísimo señor
Arles.
Gracias.
Con este testimonio hemos concluido la primera sesión
de esta Audiencia Pública, yo deseo agradecer profundamente
a todos los presentes, por su comportamiento respetuoso que
ha dado marco digno a los testimonios que hemos escuchado,
reiniciaremos la Audiencia Pública con una segunda sesión
esta tarde, la sesión comenzará a las 3:00 en
punto.
Yo ruego aquellos que vayan a venir lo hagan con algo
de anticipación
y se encuentren antes de las 3:00 a diez para las tres. Muchas
gracias.
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