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Tercera Sesión, 9 de agosto de 2002

Caso 20. Testimonio de la señora Margot Vásquez Paredes y Loander Pezo Acuña

Rolando Ames:
La comisión invita a la señora Margot Vásquez Paredes y Loander Pezo Acuña para que se acerquen a declarar, ellos van hablarnos del caso del señor Tercero Pezo Acuña, detenido arbitrariamente el ochentiocho. El fue un recluta del ejército que participó en diversos enfrentamientos con subversivos, pero luego fue detenido y acusado de integrar una columna senderista. Nos preparamos a escuchar ese testimonio, nos ponemos de pie.
Señora Margot Vásquez Paredes, señor Loander Pezo Acuña, formulan ustedes promesa solemne de que su declaración la hacen con honestidad y buena fe y que por tanto expresarán sólo la verdad en relación a los hechos que van a relatar.

Sí, juro.

Gracias.

Carlos Tapia:
Señora Margot, señor Loander, muchas gracias por haber venido a esta audiencia pública y a dar su testimonio, estamos seguro que lo que ustedes nos van a relatar nos va a permitir esclarecer parte de lo que viene sucediendo con todas estas audiencias, que vamos lo que sucedió en el país durante esos años de la violencia política, por favor, hagan uso de su tiempo convenientemente y estamos atentos a escuchar su relato.

Margot Vásquez:
Gracias, este muy buenos días señores autoridades de la Comisión de la Verdad, este estoy desde la ciudad de Tarapoto. Vengo este, a este Tingo María para defender un derecho que es de mi cuñado Tercero Pezo Acuña.
El es ahorita en la cárcel en Chachapoyas, Huanca. El es acusado por el sendero injustamente. A él le han agarrado el ejército el ventidos de setiembre a las ocho de la noche. Entonces, cuando al segundo día, día ventitres me fui yo este a campamento del Ejército a preguntar ¿por qué es que le han traído al campamento?, me dijieron este un oficial de guardia, -señora tu familiar no está acá-. ¿Cómo que no está?, sí aquí está, acá tengo la placa que le he anotado, que este carro está adentro. Acá está el carro.
Acá está la placa. No, no está. Sí acá está. Entonces, yo perseguía, perseguía. Entonces, le dijo, ya acá está señora. Espérame dentro de una hora para avisar a este oficial Tercero, de su Ricardo era su chapa. Comandante Ricardo en la G cinco. Entonces, me voy allá del comandante Ricardo, a la G cinco. Me dijeron -espérate señora un ratito-. Un ratito eran las tres de la tarde. Entonces, cansando de estar sentada ahí le digo -señor yo quiero ver a mi cuñado que le han traído ayer-. Señora, ¿es tu familia?, me dice. Sí porque. El es un sicario pagado.
¿En qué forma puede ser sicario pagado?, le digo. El es señora, este incomunicado ¿Cómo, cómo puedes decir que está incomunicado?, él ha matado a varias personas ¿has visto?, ¿has tenido prueba?, digo. Mira ve señor, él no mata ni una gallina, peor un chancho, le digo. El es inocente, estás acusando digo. Para eso ha servido su patria. El ha ido al ejército voluntariamente para que te sirva, para que te resguarde a ti, ha ido al ejército de dieciseis años, ha sido dado de baja de dieciocho años, ¿qué es su paso?, ¿esto es su pago?, ¿esto ha ganado su mérito?, ¿para que entones le han dado buena conducta? Tiene tres méritos, que tiene este buena cuñada este muchacho.
Para que usted, con este le pagas, con esta venganza. No señora me dice, más que ya te he dicho yo, no vengas a fastidiarme. Muy bine, no te voy a fastidiar. Yo voy a seguir, voy a mover cielo y tierra para sacar mi muchacho que estás poniendo ahí. Entonces, a los trece días yo me voy otra vez. Yo seguía yendo todos los días, me dice otro día venir. No está acá, ya lo hemos sacado. Entonces, fue a buscar todo Tarapoto, buscar, buscar, lo hecho en la Dinconte.
¿Cómo le he hallado?, era bien masacrado, con unos chichones acá, por acá, todo su cuerpo y una cadena por acá, que conectaba a su mano atrás. Y esa cadena conectaba a su pie. Entonces, de su pie conectaba a la silla, que era una silla grande para cuando no pueda levantar. Hoy le digo, señor le digo, discúlpame la molestia le digo -me parece que este muchacho no ha matado a nadies, quiero por favor que me le saques la cadena, que me las desatas, y yo te puedo aceptar solamente con una sola mano que le pongas en la silla, el resto no-.
Ya señora, me ha hecho caso ese señor, le ha desatado. Me dice él, sabes que cuñada no puedo parar, ¿por qué son tus piernas así?, porque me han amarrado de mi pierna, me han colgado por arriba y me han dado palos hasta haciéndome decir, diga sí, diga sí. Que tú has hecho, tú eres este, tú eres este. El decía ¿cómo?, ¿cómo voy a decir lo que no soy nada?
Entonces, sino dices eso, te vamos a meter la aguja por el dedo. Métele, también que es lo que haga. Otra vez le masacraron ahí, Eso era el ejército. Todo esas cosas, cuñada me han hecho, por eso estoy así, estoy chancado las costillas, los riñones, no aguanto. Traigo una cápsula y como nosotros no teníamos plata, yo tenía que ir hasta sacar de la farmacia así, crédito para pagar así poco a poco. He tenido que dar las pastillas.
En esto le digo yo, este sabes que le digo, no importa que te han hecho aquí esto. Cuñada, me van a volver otra vez al ejército. Muy bien, le digo. Yo voy a hacer los papeles que tengo este para sacarte de este, de este acusaciones que te hacen, le digo. Entonces, yo me fui a hacer un pueblito los papeles, regresé de ahí, ningún papel ha ingresado.
Me voy otra vez a, cuando falta dos horas para que en cuarenitocho días que le han capturado, le han dado treinta años de cárcel. Entonces, eso apela él. Porque momento que le han dado treinta años de cárcel él no tenía quién le va a defender porque no querían que ningún familiar se ingresa a defenderle a él, a decir señor acá está este papel, este esta. Y me decía un oficial de guardia, me decía -sabes que señora a est chanchito travieso, ni tata Dios le va a salvar porque él ya no-. Y este juez que es en Tarapoto, acá él ha servido su patria aquí en Tocache en ciento quince contra subversivo.
Entonces, ahí le tenía cuando está haciendo patrullaje le ha capturado a un este terrorismo que es Atahualpa. Entonces, ese señor se había arrepentido, se ha reenganchado al ejército y siempre le llevaba bronca. Entonces, le decía algún día, hoy Roca, roca era su chapa. Algún día su roca hasta salir de aquí. De aquí cuando sales ahí vas a ver quién soy yo. Había dicho este Atahualpa. Y ese juez, también era mayor acá en Tarapoto, aquí en Tocache ha ido a Tarapoto a ser juez.
Porque acá era este, era creo, tenía un cargo acá en Tocache. Entonces, Tarapoto se fue a ser juez ya. A él también lo tenía bronca. Algún día vas a salir, le dijo. Ahí vas a ver quién soy. No va a ser ni para nadies tú. Le dijo él con un odio y de veras, preciso de veras ha salido del ejército a los noventa días que salió le capturan de la casa donde que vivíamos nosotros y entonces, le digo este tú ya no vas a poder estar nadies aquí le digo, voy a seguir tu caso, no vas a ver.
Entonces, me voy cuando falta dos horitas para que les hagan la audiencia y me dice, no ingresé yo. No podía ingresar porque este oficial de guardia le había dado un papel, que me dio los Derechos Humanos, que era el doctor Rubén Bartra. Me dijo, señora con este papel va a poder ingresar porque yo no conocía los Derechos Humanos y tenía un abogado particular que le había pagado para que me ayude a defender y este abogado me había plantado. Entonces, cuando me ha plantado así me dijo - esta solicitud te lo voy a hacer pa que se presentas y tengas este, pa que puedas entrar.
Entonces, el oficial de guardia me recibe papel, se me empieza a romper, este rompiendo me dice -este para el baño-. Ya muy bien gracias. Entonces, conmigo, yo voy a ver, publicar este. Me fui a la prensa de radio Tropical, a publicarle que incorrecto que están haciendo, una cosa que, un crimen, que están sentenciando a un muchacho de dieciocho años, que no ha hecho nada. Entonces, cuando yo he publicado ese, el general se fue otra vez a contradecirme ante la prensa que él es un muchacho sicario que ha matado a varias personas.
Le han culpado la muerte del teniente Abelardo, le han culpado de la muerte del alcalde de Saposoa y en ese momento nosotros estabamos en la chacra. Entonces, yo cuando ya he llegado para que la sentencia, no entraba ningún papel. Solito han hecho lo que ellos han querido. Ese papel es, le tenemos aquí nosotros. Entonces, mi esposo le va, tiene las perversa en este momento.

Loander Pezo:
Bueno este señores, señores autoridades de la Comisión de la Verdad, buenas tardes, este también a los señores acompañantes aquí este en este auditorio, como ya le dijo mi señora, nosotros venimos de Tarapoto, por un caso suscitado por una injusticia, ¿no?
Yo en ese año lo llamaba injusticia militar del año noventiocho. Este mi hermano, que se llama Tercero Pezo Acuña, que se encuentra recluido en el penal de máxima seguridad Chachapoyas Huancas, ha prestado su servicio militar en forma voluntaria a la edad de dieciseis años y se dio de baja, le agarró baja general de un año y ocho meses. Ganándose tres certificados condecorados, de buena conducta por tener este, por buscar la pacificación nacional, tenía muchos enfrentamientos en esa año con la subversión y se ha ganado sus tres certificados condecorados.
Y posteriormente, él se dio de baja cuando yo tenía cinco hectáreas de maizal por la zona del Bombonajillo, comprensión de la provincia de Picota. En esos meses, nosotros entramos a la cosecha del maíz, que fue en el mes de agosto. En plena cosecha que estábamos, escuchamos por la noticia sobre la muerte de un alcalde en Saposoa. Y posteriormente, al tercer día de esto, el ejército hace un rastrillaje de la situación que ha sucedido, vuelto en ese trance el ejército se enfrentó con un grupo subversivo. Ahí mi hermano tenía un, sus soldados menos antiguos y ese soldado fue él quién dice lo reconoció a mi hermano a una distancia de cincuenta metros que fue atrás de una piedra, que le dio muerte al teniente del ejército.
En ese momento, nosotros estamos sin cosechas. Pero que, que este inteligencia que ha metido el ejército, ¿por qué en ese momento que ha sucedido el caso?, desde ese momento mi hermano ya estaba buscado, ya estaba culpado. Menos buscado. Cuando uno se ingresa al ejército, se dejan otra identidad personal. Por varias veces ¿de donde se está?, ¿quiénes son nuestros padres?, ¿cuántos hermanos tenemos?, pero el ejército ¿dónde estaba su servicio de inteligencia para que desde luego sea acusado él?, se vayan al caserío donde él vive a preguntar a mis padres ¿dónde se encuentra tal fulano?, ¿dónde se encuentra tu hijo?
Si se iba el ejército así, ¿dónde estaba el servicio de inteligencia?, ¿la G dos?, lo que solamente servían ellos, en ese tiempo. De ahí, de aniquilar cualquier subversivo inocente o culpable que agarraban ¿Dónde estaba ellos para que le sigue una investigación en cuánto era él culpable?, ¿por qué no se han dio al pueblo dónde él vivía a preguntar dónde se encuentra?
Si ellos se hubiesen ido allá, entonces lo dirían, lo hubiese dijo el pueblo, mi papá, lo hubiese dicho que está en la cosecha de maíz, que figuraba yo como patrón de él y posteriormente nosotros terminamos la cosecha, salimos de la chacra en la fecha más o menos, veinte, veintiocho de agosto, para setiembre, ya. Casi al mes y medio viene su..
En esos meses estaba en un cuarto alquilado en Tarapoto, en la Leoncio Prado cuadra quince. De ahí lo capturaron a horas, de las ocho de la noche; haciendo su captura con su respectiva justicia militar del ejército, que eran un fiscal militar un juez militar, un juez militar, los dos con el grado de mayor. Donde fue apresado, levantado al carro, golpeado y posteriormente fue este, incomunicado. A los quince días le sacan a la Dincote, la Dincote lo hacía un seguimiento de su caso, la Dincote no le encontraba pruebas contundentes. Lo entregaron otra vez ante el ejército, casi de una semana de investigación que le tomaba la Dincote.
No le encontraba pruebas contundentes. Todo eso lo que la Dincote lo hizo, la investigación llegando al ejército, esos papeles que hizo la Dincote, todito lo ponían a fojas cero. Y posteriormente, casi a los cuarenta, cuarentidos días, o los trentiseis días lo hacen la sentencia de treinta años de cárcel. Con esa pena de treinta años de cárcel, era para que se va a cumplir su sentencia en Yanamayo, en Puno. Pero él, apeló con esa sentencia.
Y apeló y le viene otra nueva sentencia que le van a botar porque nunca él, era culpable de lo que lo están acusando. Venía, viene opinado a cadena perpetua y con esa sentencia de cadena perpetua es para que se va a cumplir en el establecimiento penal de máxima seguridad en Chachapalca, en Tacna. Y por la suerte digo yo de Dios y de algunos miembros donde tienen su expedientes en diferentes organizaciones de Lima. En la Comisión de Derechos Humanos, en la defensoría del Pueblo, en el Instituto de Defensa Legal, por eso él no es ahorita en Chachapalca, sino él estuviese ahí y también nosotros no contábamos con recursos económicos para, se trabajaba solamente para, para llamar teléfonos, para pagar de teléfonos y para ir a verle en el penal, llevarle sus útiles.
Y posteriormente, a él le acusaba un, de que dio muerte, fue equivocado por un miembro militar que su nombre del soldado en ese momento era Payva Ruiz Méndez. El vive en el caserío de Víveres, provincia de Juanjui. Entonces, el, dónde que le hacia acusar el ejército en cada momento, pero presionado ofreciendo si en caso de que no lo sigue acusando en cada momento, de que él tenía que quedar en reemplazo de Tercero.
Mi hermano, Tercero Pezo Acuña, cuando estaba en el ejército usaba un nombre o seudónimo que era su chapa de combate Roca y con esa chapa de combate que él, que le dejó en el ejercito, en la vida civil, nadies lo llamaba ya de camarada Roca, nadie lo llamaba. Y el ejército lo agarró con esa este, con ese nombre, seudónimo le embarran en sus expedientes. En sus expedientes de Roca, donde esta chapamos un, un este, por fax, un atestado del Consejo Supremo de Justicia Militar, todo lo que es un embarro acá en contra de Tercero Pezo Acuña, lo cual aquí hay testigos inocentes solamente por escrito, no es por manifestación, que el ejército lo ha tomado manifestación a cada testigo.
Solamente había una persona con quién lo han hecho acusar, se ha careado en la Justicia Militar, Tercero Pezo. Entonces, nosotros esperamos recurrir a los Derechos Humanos de Tarapoto, donde el joven que lo acusó a mi hermano todavía era militar, le faltaba seis meses que se va de baja. Entonces, el centro Pastoral de Tarapoto, me decía que hay que esperar que se da de baja el muchacho. Entonces, a los seis meses se da el baja el joven Méndez Paiva Ruiz, donde cuando nos vamos acompañado por un padre de Janjui y me da una declaración jurada a favor de Tercero, que él fue presionado en cada momento por la justicia militar.
Este memorial, este declaración jurada me dio él, en favor de Peza Acuña, Tercero, es legalizado también por un notario letrado ahí en Janjui, que a este solamente le hacían, lo hacían acusar, solamente por, solamente por una cosa, por la muerte de un teniente del ejército. Menos por la muerte del, del alcalde de Saposoa.
Pero por escrito, por escrito venía que si también su manifestación tomaba que él declaraba. Eso era por escrito. Cuando él no declaró, no declaró en ningún momento sobre la muerte del alcalde Celso Rodríguez Vargas, que era de Janjui. Por eso él desconoce acá sobre la muerte, sobre la muerte del alcalde de Saposoa. Solamente del teniente. Pero en sí, él manifiesta que fue también presionado por la Justicia Militar.
Y quiero terminar también este, agradeciendo, agradeciendo a este gran público por la presencia acá y pidiendo a la Comisión de la Verdad que se creó, último, gracias quizás a un nuevo gobierno que ha, que ha hecho todo lo posible de haber, de crear una comisión más que muchas cosas escondidas que tiene que salir a la claridad. Yo pido a la justicia que toman cartas en el asunto, pido su libertad de mi hermano porque él nada tiene que ver, nada tenía que ver con subversión.
El ha hecho su servicio militar, vino, se dio de baja, se encontraba en cosecha de maíz y ha sido la mala suerte. Es una convulsión que lo han hecho a él. Por eso, pido a los magistrados que tienen la misión de sentenciar o absolver y no solamente él es, en esta situación. Hay en muchos, muchos patas. Muchos este, detenidos por la misma situación de mi hermano como culpables de este caso. No es solamente él. En ese, el noventiocho han agarrado como once personas. Pero por la misma, por la misma este situación de esta muerte, del teniente y del alcalde.
Y hayen todavía otros que no tienen familiares, que sus familiares son lejos, no saben del caso y pues a eso me iría que haya abogados que tratan de ver a esos tipos de personas que, da pena la cárcel ver. Una cárcel donde no reciben el sol, están día y noche en un cuarto encerrados.
Yo estaría de acuerdo que si fuera, hubiese sido mi hermano un subversivo, yo de hermano ¿qué cara tendría de poder hablar?, defenderlo a él ¿no?, si no me consta por lo que él se dio de baja, cosechaba, me ayudaba de cosechar mi chacra y con la ayuda de él he adquirido un terrenito. Compré un terreno en Tarapoto, con la cual ahí en Tarapoto estoy viviendo.
Y para terminar agradezco la Comisión de la Verdad, que, que me lo hagan lo posible, que lo ven todito el expediente de mi hermano, tiene la Comisión de la Verdad, último yo hecho llegar una página, un expediente y pues de una vez por todas que lo, que lo dan su libertad porque él se está quemando, lejos que está trabajando para que a mi mamá lo da un pan que comer. Porque mi mamá es anciana, él es mi hermano menor, que mi mamá con tanto lloros, con tanto lágrimas tiene un, puedo decir un sesenta por ciento de trauma con la situación de que mucho ha llorado, mucho ha sufrido.
Mi mamá ellos son ya ancianos, confía en mí, mi mamá que yo lo estoy haciendo todo el proceso, también mi señora y mucho más los este, los instituciones que tienen los expedientes que los he hecho llegar. Agradezco a la Comisión de la Verdad y pido a los grandes magistrado, a los que tienen que ver el caso de analizar los expedientes de una vez por todas. Son cuatro años por cumplirse mi hermano en la cárcel, que él nada tenía que ver, sobre terrorismo. Gracias con todos.

Carlos Tapia:
Muy bien señora Margot, señor Leandro, hemos escuchado vuestro testimonio, le queremos agradecer profundamente por la valentía de haber venido y decir las cosas con la franqueza que se han dicho, tener a un hermano que uno considera inocente injustamente penalizado, como cadena perpetua pareciera un acto de tal gravedad para uno que difícilmente la familia puede vivir y dormir tranquilo.
Comprendemos esto, lo acompañamos en su dolor y tenga la confianza que la Comisión de la Verdad, dentro de sus atribuciones hará lo que pueda hacer para que esto se esclarezca. Muchas gracias de nuevo por haber y dar este valiente testimonio.

Rolando Ames:
Vamos a pasar inmediatamente al momento de declaración de clausura de esta última sesión de la audiencia pública que hemos tenido aquí en Tingo María. El doctor Salomón Lerner, el presidente de la comisión, tuvo que partir por una obligación de trabajo de la comisión, más temprano a Lima y acostumbramos decir algunas reflexiones que son siempre escasas frente a la experiencia que tiene el escuchar a las víctimas.
En esta audiencia sabíamos que íbamos a oír narraciones de hechos dolorosos, de hechos indignantes y sin embargo es claro de que todos los comisionados y seguramente el público aquí también ha escuchado cosas aún más duras de las que pensábamos. Y sin embargo, todo esto ha ocurrido en nuestro, país, todo esto ha ocurrido en esta región. Ha ocurrido a gente como nosotros y tenemos el futuro por delante para ver si seguimos actuando del modo que produjo todo esto o si podemos modificarlo, si podemos cambiarlo. Queremos agradecer la confianza de las víctimas, de los familiares de las víctimas que han venido a declarar aquí.
Sabemos, los comisionados aquí presentes, sabe el personal profesional de la comisión de esta región y de todas las regiones en las que estamos en el Perú, que estas muestras de confianza, que estos relatos nos comprometen. Que nos plantean una responsabilidad difícil. Estos testimonios que se dicen públicamente pero también todos los otros testimonios que los miembros de la comisión reciben en esta sede nor oriental, por los equipos móviles en el campo, y en otras ciudades del pais.
Todos esos testimonios son un compromiso para el trabajo de la comisión que a nombre de mis colegas de la comisión quiero reiterar ante ustedes que asumimos, que emplearemos toda nuestra capacidad profesional, toda nuestra fuerza institucional y toda nuestra honestidad personal para contribuir a que la verdad, las verdades de estos caos que buscan esclarecerse, se descubran plenamente.
Oiremos a todas las partes, tomaremos en cuenta todos los factores que están detrás de cada situación, pero seremos claros en señalar los indicios de responsabilidad en los actos de violencia perpetrados que podamos encontrar, cumpliendo con el mandato de los decretos supremos que crearon y complementaron, las características de esta Comisión de la Verdad y que fueron promulgados el año pasado en julio, por el gobierno del doctor Valentín Paniagua y a finales de agosto por el gobierno del doctor Alejandro Toledo.
Como ustedes amigos de Tingo María, amigos de Huánuco, amigos de todas las zonas de esta región. Como ustedes amigos periodistas, oyentes de radio, televidentes en todo el país, estamos sobrecogidos por tantos casos de dolor injustificado, de tortura, de muerte, de sufrimiento que pudieron ser evitados. Estamos sobrecogidos porque en esta región naturalmente tan bella, tan llena de verdor y de frescura, ha corrido tanta sangre y hemos oído descripciones frente a las cuales no hay palabras sobre lo que ocurrió con cuerpos humanos, con cuerpos de seres humanos.
Hemos escuchado esas alusiones que llevaremos siempre en la memoria sobre el río Huallaga. Tenemos la impresión de que el país no conoce suficientemente lo ocurrido, en esta región y sabemos que ésta es también una responsabilidad de la comisión, el que al terminar nuestro trabajo, el país pueda conocer lo que ocurrió en todas las regiones donde hubo violencia con sus distintas características.
Estamos todavía en un momento de escucha, nosotros en estas audiencias como ustedes lo han compartido, simplemente oímos a las víctimas, simplemente les damos el micro para que hablen por ellos y a nombre de todos los otros que también declaran ya por varios miles, por más de ocho mil declaraciones que la comisión ha tomado. Al escuchar, nosotros nos llevamos, ¿todos?, ¿no es cierto?, nos llevamos un poco no sólo de las palabras sino del sentimiento, de la indignación, de esas víctimas.
Pero también, por eso mismo, porque ocurrieron cosas tan terribles como las que hemos escuchado en este día y medio aquí y como las que escuchamos también en Huánuco, el día anterior. Porque eso es tan grave junto con analizar los hechos, con tratar de encontrar indicios de responsabilidad. Tenemos también que analizar todo este proceso de violencia, como ya lo han hecho varios de los declarantes. Tenemos que preguntarnos ¿por qué nos pasó esto como parte de esa búsqueda de la justicia?
Comprender el ¿por qué?, una declaración de guerra justificada por sus autores en nombre de buscar una justicia y una estado superior, nos condujo a esta espiral de violencia que parece que fue más allá del control de sus propios actores y también ¿por qué? la imagen de imponer el orden por la fuerza y por una represión indiscriminada condujo a prolongar y a extender la guerra.
Creo que lo que hemos escuchado aquí nos ha presentado lados muy oscuros de la conducta humana ¿no?, se ha repetido varias veces esa frase terrible de "lo mataron como un animal", "nos trataron como animales", "nos tratamos como animales". Frente a todo esto, el análisis de ¿por qué pasó?, no lo podemos hacer sólo nosotros los miembros de la comisión ni es una tarea intelectual, tiene que ser una tarea de todos ustedes, tiene que ser una tarea del país.
No podemos repetir explicaciones simples, simplistas sobre la violencia. Tenemos que ahondar en esto y tenemos que poner en contraste los elementos oscuros con los elementos positivos, con el coraje, con la valentía, con la honestidad, con la dignidad que también hemos visto en estos, en este día y medio de audiencia. Esto es la realidad de nuestro país. La Comisión de la Verdad que como lo han dicho, como lo hemos dicho todos, como lo han dicho mis colegas al presentar los casos.
] Esta realidad que va más allá en dificultad de lo que habíamos pensado, creo que puede comprometernos, debe comprometernos a todos en este análisis franco, de ¿cómo somos los peruanos?, ¿cómo nos tratamos?, ¿cómo son las instituciones?, ¿cómo son los comportamientos personales?, ¿qué pasa en cada región?, y que tenemos que tener la capacidad de superar esto, de salir de este círculo vicioso.
Por eso, yo quiero compartir con ustedes el que la Comisión de la Verdad, que tendrá otras dos audiencias más escuchando a víctimas, una en el sur en Abancay y otra luego en el norte de país, en la costa. Tendrá luego audiencias de análisis, audiencias que siguen buscando la verdad y la justicia, pero tratando de encontrar ya formas institucionales, formas de organización que potencien todo el lado positivo que hay en nuestra gente y controlen todas los comportamientos aberrantes que se dieron durante estos años.
Y también, queremos adelantarles, que pronto la comisión quiere proponerle al país, ¿cuáles son los temas de reflexión que tenemos que enfrentar todos si queremos que haya reconciliación? La comisión Se llama Comisión de la Verdad y la Reconciliación, porque el asesinato, porque la desaparición, porque el odio han sido muy grandes, tenemos esta ocasión de hacer como el acta de esto que ha pasado para construir una sociedad distinta. Desde su sufrimiento lo han dicho mejor que nosotros y con más autoridad moral, las víctimas mismas y lo hemos escuchado estos días.
Lo que nosotros es, queremos es estar a la altura de ese coraje para proponerle al país pero con todos ustedes, ¿qué debemos hacer para hacer un país en donde todos nos tratemos como seres humanos aunque pensemos distinto y aunque tengamos intereses distintos?
La comisión como ha sido dicho también varia veces, no tiene un poder para imponer justicia como lo tiene la Fiscalía, como lo tiene el Poder Judicial, pero tiene un poder de investigación y tiene un poder de buscar estas causas, de atender las secuelas, de proponer reparaciones. Pero sobre todo, tiene un poder entonces moral y el poder moral de la comisión dependerá del apoyo de ustedes, dependerá de lo que todas las organizaciones que han trabajado, porque esta comisión exista. Todos los ciudadanos, todos los televidentes, todos los escuchas que según dicen algunas encuestas están cambiando su manera de pensar sobre lo que pasó escuchando las audiencias.
Que todos nos movilicemos y a eso quisiéramos también, servir. Por eso es que al, antes de declarar clausurada esta audiencia, quisiera terminar expresando nuestro agradecimiento a las instituciones que aquí en Tingo María, en Huánuco han hecho posible, no sólo estos dos días sino también el trabajo en general de la comisión.
A la Universidad Nacional de la Selva, que ha sido la anfitriona en este lugar, a los medios de comunicación, a los que enviaron corresponsales desde Lima, al Canal N, al Canal Siete, a Frecuencia Latina, al diario La República, a los corresponsales de los canales de televisión de los diarios y radios locales, Correo de Huancayo a instituciones como la Policía Nacional del Perú, como la Municipalidad Provincial de Leoncio Prado, como Essalud, como el Hospital de Apoyo de Tingo María, la Compañía de Bomberos, el Proyecto Especial del Alto Huallaga, de Vida, el programa de Apoyo al Repoblamiento, la Asociación Jurídica Pro Dignidad Humana, la Asociación Pro Derechos Humanos Paz y Esperanza, el Vicariato de Pucallpa, el Comité de derechos Humanos del Alto Huallaga, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, el Comité Internacional de la Cruz Roja, la Fraternidad de Pastores, la Iglesia Católica Santa Teresita, el Centro de Atención Psico social, Terra Networks, Yuyachkani, Telefónica del Perú, las empresas donantes que apoyaron a la Comisión de la Verdad.
Y quisiera terminar agradeciendo muy particularmente a nombre de los comisionados, al equipo de la Comisión de la Verdad en esta Sede Nor Oriental, quisiera permitirme nombrar a Rosalía Stork y en su nombre a todo el equipo técnico de voluntarios, que están trabajando con tanto empeño en una zona tan grande y tan difícil y cuyo trabajo estamos comprometidos a seguir apoyando hasta el final.
A la Sede Zonal de Tingo María, a la Sede Regional de Huánuco, al Grupo de Salud mental, al Area de Prensa y a la Unidad de Audiencias Públicas, por supuesto, al nivel Nacional y al nivel local. Amigos, creo que como ha ocurrido en todas las otras audiencias, al terminar sabemos que hay todo un largo proceso por delante, la Comisión de la Verdad, presentará su informe final en el mes de julio del próximo año. Pero ni siquiera con ese informe habrá terminado el trabajo, el trabajo es de todos nosotros para que aprendiendo de este sufrimiento y de estas conductas que analizamos, podamos encontrar los modos de ser y de actuar de otro modo.
Nuestra gratitud a ustedes, a todos ustedes presentes aquí. Vamos a salir luego a develar una placa que quedará como un recuerdo de esta audiencia en nombre de mis colegas comisionados aquí presentes y de la comisión declaro clausurada la audiencia, la Séptima Audiencia Pública de la Comisión de la Verdad y Reconciliación. Muchas gracias a todos ustedes.

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