Segunda Sesión,
21 de junio de 2002,
3 p.m. a 7 p.m.
CASO 13. Carlos
Rodríguez Ibáñez
Se va a presentar el último caso de esta sesión
y la Comisión invita por tanto al señor Carlos
Rodríguez Ibáñez, se aproxime para brindar
su testimonio. Por favor de pie. Señor Carlos Rodríguez
Ibáñez, usted va a brindar su testimonio ante
nosotros, la Comisión de la Verdad y ante el país.
Promete solemnemente hacer su declaración con honestidad
y buena fe y decir sólo la verdad sobre los hechos que
nos vaya a narrar. Muchas gracias.
Señor Carlos Rodríguez, para invitarlo a compartir
el testimonio que usted nos trae, queremos adelantarle que
sabemos que recordar la pérdida de su hijo y las condiciones
en que eso ocurrió es algo obviamente muy doloroso para
usted y por eso le agradecemos particularmente que haya aceptado
venir aquí a recordar esto. Puede usted expresarse con
toda libertad.
En realidad este, cuando yo me, cuando me pasaron
la voz de que tenía que venir a la Comisión, me entró cierto
miedo ¿no?, y sobre todo me pasaron la voz ahora último,
hará dos días. Oye, le dije mejor no voy, le
digo porque hay que estar preparado. Pero después, pensándolo
bien, dije: mira, pues si esta es una lucha que tenemos toda
la gente decente en este país. Entonces, pues hagámoslo ¿no?
Y he venido precisamente hoy día a rendir testimonio
sobre el asesinato de mi hijo. Hoy día se cumple once
años del asesinato de mi hijo. Porque el veintiuno de
junio del año mil novecientos noventiuno, mi hijo fue
asesinado por miembros de la Policía Nacional.
Mi hijo
era un muchacho de veinticuatro años, del Callao,
porque nosotros somos del Callao. Estudiante universitario
del cuarto año de medicina y que se dirigía de
mi casa hacia la casa de su enamorada, que estaba a ocho cuadras.
En ese lapso, en esa distancia mi hijo es tomado preso. Se
identifica, de nada le sirvió la identificación,
los policías hicieron caso omiso de ella, la botaron,
la desaparecieron. Lo trataron de la peor manera. Fue introducido
en una maletera de un patrullero. Eso fue a las nueve de la
mañana y a las diez y cuarto llega al Hospital Carrión,
cadáver. De una distancia de más o menos, siete
cuadras, ocho cuadras.
Se inicia un proceso de investigación gracias a la
participación de gente amiga en la Policía Nacional,
de gente decente en la Policía Nacional, se logra determinar
que estos criminales, sin ninguna razón habían
asesinado a mi hijo. Sin ninguna causa, sin ningún motivo.
Ellos mismos estaban sorprendidos ¿por qué lo
habían asesinado? Pasan al Poder Judicial, al juicio
y gracias al testimonio de un señor, un chofer, un suboficial
José Infantes Quiroz se logra determinar ¿cuál
había sido la verdad del caso? Porque estos oficiales
y subalternos, conformando una banda, exactamente una banda
de delincuentes, casi una banda de delincuentes, habían
adulterado informes, habían mentido, habían amedrentado
a los testigos, para crear una escena que los llevase a la
impunidad. Este suboficial haciendo caso omiso a las presiones,
a él y a su familia. Olvidándose de los regalos
que la policía también, los oficiales le daban
a estos criminales, para que no hablasen, logró decir ¿cómo
había sido el caso?
Mi hijo fue capturado, metido a
la maletera, lo llevaron a la Costanera, ahí en el trayecto recibió la orden
de un mayor César Quiroz Chávez, que les ordenaba
que lo maten. Se lo llevan a la Costanera, ahí lo, le
dan cuatro balazos en el tórax, si no me equivoco. Y
lo remiten nuevamente en el patrullero lo llevan a la Compañía
de Radio Patrulla, que queda en la avenida La Paz, en La Perla.
Ahí lo recibe un tal, un capitán César
Santoyo Castro, que viéndolo que todavía estaba
con signos de vida, pide que lo rematen y le dan un balazo
en la cabeza. Entonces, ahí lo llevan al Hospital Carrión.
Todo esto se logró determinar ¿no?, se inició un
juicio sumamente largo, al final se condenó a los, a
los culpables directos del asesinato. Pero los culpables indirectos
o los intelectuales, casi no se les dio nada ¿no?
Por
ejemplo, al mayor César Quiroz Chávez, quedó completamente
indemne. El capitán César Santoyo Castro, que
fue el que directamente el que ordenó que lo rematen
en Radio Patrulla de La Perla, hasta ahora no es habido. El
comandante Pedro Gonzáles Posada, el capitán
Santiago Bazán Yapas, el capitán César
Izquierdo Vicente, el capitán César Inchaústegui
Jiménez, también se confabularon. O sea, individuos
de la Policía Nacional, que actuaron como verdaderos
delincuentes. A ellos no se les hizo nada. Sin embargo, a los
otros sí se les castigó.
En realidad yo he venido
acá, porque pienso que este
testimonio que estoy dando yo acá, no me sirve como
catarsis porque yo hace mucho tiempo y mi familia lo hizo.
Pero, pienso que la responsabilidad de que ustedes como comisionados
asumen es una responsabilidad sumamente seria. Porque asumen
la responsabilidad de devolvernos la dignidad como país.
De evitar que nuevamente se vuelvan a ocurrir estos hechos,
no sólo demostrando la verdad de los casos sino verdaderamente
haciendo justicia, condenando a éstos individuos y si
aún así estos actos se volviesen a suceder, porque
es probable que puedan suceder. Ustedes den los principios
fundamentales para que estos individuos reciban una pena verdaderamente
suficiente y al menos tengan cierto temor de volver a repetir.
Y para terminar, también es una de las recomendaciones
humildes que yo pueda dar es que la Policía Nacional
como ente, debe ser completamente modificada. Porque no es
posible que la Policía Nacional, este llena de gente
que actúan del lado delincuencial. Hace mucho tiempo
que nos venimos escuchando que la policía se está modificando,
que ha mejorado. Pero paralelamente a eso, a cada rato y en
todos los medios de información, nos traen noticias
de que jefes de bandas, conformadas por oficiales y subalternos
de la Policía Nacional. Nosotros los decentes, creo
que el único elemento que nos protege en la sociedad
es la Policía Nacional y nosotros ¿cómo
podemos confiar en un ente de esa magnitud cuando verdaderamente
es un enemigo de la gente decente?
Entonces, yo creo que la
Policía Nacional debe reingenerarse,
debe reciclarse, debe cambiar su curriculum, debe ampliarse,
debe mejorarse su selección de personal para que esta
cosas no vuelvan a suceder. Eso es todo lo que les venía
a decir, muchas gracias.
Como decía Carlos Rodríguez, creo que usted
ha dicho ante el público mucho de los, de los retos
que son materia del trabajo de la Comisión y del diálogo
nuestro. Quizás si algo podemos hacer, dependerá también
mucho de el apoyo que ya significa, que familiares de las víctimas
vengan a compartir su verdad y de lo que el publico presente,
lo que los medios presentes, puedan hacer para que efectivamente
nos demos cuenta que así como hay muchos elementos negativos
en la sociedad, hay también muchas energías que
pueden llevarnos al final por lo menos de superación
que tiene que ver con la misión de la Comisión.
Le agradecemos mucho por su testimonio.
Bien, señores esta audiencia pública se suspende
hasta el día de mañana a las nueve de la mañana
iniciaremos la tercera sesión
de la misma.
Muchas gracias
por su presencia.
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